Antología de un Desconocido

Mi Primer amor

    En la ignorancia de la juventud, un destello cambió mi vida, los ojos de esa hermosa chica, deslumbró mi corazón. La luna fue testigo de ese mágico momento en que mis labios tocaron sus labios, que marcó el comienzo de esa relación.

 

    Me vi en sus ojos, mi corazón latió por primera vez fuerte, mis labios en silencio buscando explicar mi sentir cuando mi mente perdió la razón. La semilla del amor entró a mi corazón y cambió todo en mí. Siendo otro, un hermoso ser, una persona que se enamoró bajo la luna llena y se desvivió por esa chica.

 

    Pero al final de todo, ese amor fue solo una enseñanza, un aprendizaje en que el amor es efímero, que el amor no se vive por igual en dos corazones que quieren caminar en paralelo en la vida. Unos aman con la totalidad y otros aman con el egoísmo de ser solo ellos.

 

    Al terminar ese primer amor mi alma se desvaneció en la oscuridad de la soledad en mi habitación que resguardaba mis lágrimas en silencio. Quedando quebrantado a ese primer amor que me mostró la realidad de que podemos dar todo y no ser nada. 

 

    Cómo vivir con dolor a un ser que no estaba y nunca más volverá a estar, cómo volver a confiar, como ser alguien bueno que dará el todo nuevamente y no ser lastimado en el amor que es desigual, así poder continuar por la vida con la razón de que el amor es incierto pero necesario para disfrutar este tiempo corto de vida.

 

    Así como llegó con la luna llena en el comienzo de la noche, se fue en el alba de la mañana en esos primeros rayos de sol que secaron mis lágrimas y vi la luz que iluminó mi vida en ese nuevo día sin ella. Un hermoso sueño que se convirtió en pesadilla se desvaneció al despertar y ver que solo fue un momento en que amé, aprendí y viví, siendo una persona diferente, un amor del pasado y un amor del presente para otra.

 

    Hoy recuerdo ese primer amor y me rio en silencio disfrutando todos esos momentos hermosos que viví con ella, omitiendo todo lo sufrido y arrastrando lo bueno, porque esos recuerdos bellos son míos, independientemente el nombre de quien fue en ese entonces mi primer amor.

 

    Un primer amor de vida que le dio sentido a la mía.




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