Hubo un tiempo en que mi corazón amaba con locura, lloraba con el desamor y daba todo por vivir esa maravilla ideología que nos plasmaban desde niño de un amor por siempre. Cuando joven veía a mi entorno la magia del mundo, la maravillas que me regalaba cada día, donde todo era perfecto y maravilloso, siendo un adolescente incrédulo a la realidad del mundo real.
El amor, un sentir inculcado, modificado y sumergido en mi como la magia de la vida con el destino de todos. Creyendo en que mi mundo era el amor, el amor se volvió mi ilusión en que será feliz por siempre al lado de mi amada.
Toda una mentira. La vida me dio duro en la cara y en el alma. Como traicionando un destino, suplicando que era mentira lo vivido y dejando a un lado la realidad que poco a poco en mi deseo de ser mayor se transformo en realidad con la consecuencia de que el amor en la realidad de un adulto es más complejo que la realidad del vivimos por siempre juntos.
El corazón hoy me susurra con la manipulación del pasado. El amor que dice que debo tener es un eco enorme en mi cabeza y la fortaleza de mi realidad me lleva a vivir en soledad.
Muchos le temen a la soledad, sin embargo, la soledad ha sido la realidad en que vivo, susurrándole al corazón que me deje en paz. Vivo la realidad del amor, en que se debe de dar para recibir y que siempre que se da es por una ganancia. Le grito a mi corazón que intenta convencerme en susurros que el amor es incondicional a lo que le contesto; el amor siempre será condicional, alguien siempre espera algo de ese ser que se ama. El amor es dar para recibir, y recibir para dar.
El susurro de mi corazón esta contaminado con las mentiras del amor en este mundo que se vive en mentiras, las cuales muchos las creen reales. Yo, seguiré viviendo mi mundo, omitiendo los susurros del corazón contaminado.
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recopilación de escritos, vivencia de desconocido, escritos del corazón
Editado: 27.03.2024