Antología juvenil

Capítulo 2 Una criatura fascinante

Me pongo la chaqueta de cuero y salgo de mi habitación. Suelo pasar mucho tiempo fuera de casa para evitar a mi padre a toda costa. Estoy harto de sus exigencias, de su empeño en convertirme en un ejecutivo más de sus empresas. ¿Acaso no entiende que amo el hockey y es todo lo que quiero hacer? No voy a permitir que maneje mi vida de la misma forma que lo ha hecho con el resto de mis hermanos.

Bajo los escalones de dos en dos y atravieso la sala, para desparecer antes de toparme con él, no obstante, no alcanzo a llegar a la puerta principal cuando escucho su voz.

―¿Olvidas que tenemos una conversación pendiente, hijo? ―los vellos de mi cuello se erizan―. Una que definirá tu destino y tu posición en esta familia.

Aprieto mis dientes y cierro los ojos.  La ira se expande a través de mis venas como la pólvora. Respiro profundo y me doy la vuelta después de poner mi cara de circunstancia.

  ―Ya te lo dije, papá ―respondo con suma tranquilidad a pesar de que por dentro me siento como un volcán a punto de hacer erupción―. No me interesa nada que tenga que ver con mi futuro en los negocios de esta familia ―le digo preciso―. Ya tienes a mi hermano como tu mano derecha y a mi hermana como gerente de una de las áreas mas importantes, así que no veo para qué puedo serte útil ―niego con la cabeza―. Debería ser suficiente con ellos.

Me giro una vez que le dejo claro mi punto de vista por enésima vez. No obstante, en el instante en que coloco la mano en la manilla de la puerta sus palabras me detienen.

―Eres muy hábil con los números, hijo, desde pequeño siempre lo fuiste ―indica con tono de falso orgullo. No hay nada que le importe más que el provecho que puede obtener de las personas, incluso, si se trata de sus propios hijos―. Sería ventajoso para las empresas de esta familia contar con un recurso tan valioso como tú.

Es lo único que le interesa de mí y esa es la razón por la que no tengo ningún interés en participar en ninguno de sus proyectos. Siempre ha sido un hombre mezquino y egoísta. Alejado de la familia y, priorizando por encima de todos, a su hijo más querido… Global Black Investments.

―Ya te lo dije, papá, no estoy interesado.

 Abro la puerta y abandono la casa, sin embargo, logro escuchar sus últimas palabras antes de alejarme.

―Te prometo que tarde o temprano lograré convencerte querido hijo.

***

Montado sobre mi caballo de dos ruedas percibo la sensación de liberta en el momento en que las llantas se asientan sobre el asfalto y la carretera se abre a mi paso. Acelero la velocidad y mi mundo cambia en un santiamén. Mi moto, las curvas y yo, nos transformamos en uno solo. Un sistema que funciona y se engrana a la perfección.

El mundo tiene una óptica diferente. Es una experiencia que forma parte de las memorias perdurables de una forma única. Mi pasión; mi primer amor. Todo lo que amo desde que supe que no habría una madre en mi vida.

Pocos segundos después entro al estacionamiento de la preparatoria. Ocupo mi lugar, me quito el casco y bajo de la moto. Respiro profundo. Ya nada me causa emoción. Mi vida se ha transformado en algo trivial y vacío. Comienzo a cansarme de todo. De la gente superficial, de la hipocresía… de todo aquello que antes me entusiasmaba, pero que ahora me tiene aburrido y hastiado. El hockey y mi pasión por las motos es todo lo que me queda y lo que me hace sentir vivo. Sien ellos, hace mucho tiempo me habría marchado de este pueblo infernal.

―¿Qué hay de nuevo hermano?

Choco mi puño con uno de los pocos amigos leales y sinceros que tengo en este lugar.

―Elon ―contesto en tono escueto―. ¿Alguna novedad para hoy?

Agrego una sonrisa ladeada para bajarle nivel a mi mal humor. Total, ninguno de ellos es el culpable de la basura en la que se ha convertido mi miserable vida.

―Nada nuevo viejo ―niega con la cabeza mientras camina a mi lado hacia el interior del instituto―. No olvides que esta noche tendremos una práctica especial ―menciona muy animado―, nos vemos esta noche en el rink ―indica antes de separarse para dirigirse a su próxima aula de clases―. En una semana comienza la temporada, nuestra gran oportunidad de llegar a las grandes ligas.

 Todos estamos ansiosos por los que nos depara esta nueva temporada. Es nuestro último año en la preparatoria y el momento clave para concretar nuestras aspiraciones de pertenecer a uno de los mejores equipos de la primera división. Mi meta después de la universidad es tener un contrato para jugar al hockey profesional y escalar ligas para algún día jugar en la NHL. Me emociona mucho pensar en jugar a nivel profesional, ha sido mi mayor sueño desde que tengo conciencia.

―Hola, Jake.

Hora de poner en mi boca la mejor sonrisa de pasta dental. Ser uno de los chicos más populares de la prepa tiene su precio. Uno por el que debo pagar un alto precio, sobre, todo si eres el capitán del equipo y el prospecto más importante de la institución.

―Buenos días, Melissa.

Sigo mi camino mientras las chicas cuchichean a medida que atravieso el corredor. Son descaradas y ni siquiera les importa si estoy saliendo con la capitana de las porristas. Tomarán cualquier oportunidad que tengan conmigo si se las ofrezco. El honor y la lealtad están infravalorados. Me dirijo hacia mi casillero para ir por mi mochila. Pocos los usan, pero en mi caso, es algo que suelo emplear para evitar que mi padre hurgue entre mis pertenencias y averigüe cosas sobre mi vida que no quiero que sepa.



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En el texto hay: amor romance amigos

Editado: 12.06.2022

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