Antología Oscura

La Casa de enfrente

🎃 La Casa de Enfrente 🎃

Alison

La vieja casa de los Booth, estaba técnicamente en la orilla del pueblo donde vivía, no había muchas casas cerca de ella, había sido habitada en los ochenta, por una familia adinerada dedicada a la minería. Los miembros de la familia se fueron sin decir nada después de que la madre fuera ejecutada por homicidio y brujería, después de eso no se vendió ni se rentó a nadie. La hermosa casa de estilo victoriano de dos pisos y un gran jardín se fue deteriorando. Hasta quedar en ruinas apenas sostenibles.

En verdad era lamentable. En sus buenos tiempos había sido una de las casas más grandes y hermosas del pueblo. Hoy, está llena de historias y anécdotas de adolescentes que se atrevieron a entrar, ya sea por simple curiosidad o por un reto entre amigos. Todas eran sobre cosas inexplicables, sombras, murmullos, objetos moviéndose. Todo relacionado a lo paranormal.

Pero por más cosas que escuche sobre lo que les pasó, pienso que se lo merecen por entrar en un lugar que no deben. Y por otro lado he vivido toda mi vida frente a esta casa que muchos llaman embrujada y no he presenciado nada de lo que cuentan. Solo escucho los gritos de terror de los intrusos saliendo despavoridos de la casa a altas horas de la noche.

Muchos dicen que es verdad y otros tantos que solo son inventos para ser populares. Y sé que, aunque entre y cuente cualquier cosa, eso no me hará popular ni nada por el estilo. No tengo amigos y no creo que los tenga.

Y todo gracias a la mujer que dice ser mi madre. No sé qué paso realmente pero cuando ella, llegó al pueblo, trajo problemas y de los grandes. Para empezar, se metió con el médico del pueblo, el doctor Hunter, que era casado, y luego le dijo que estaba embarazada de mí.

Pero una prueba de ADN confirmó que el doctor Hunter no era mi padre. Lo que sí se confirmó es que mi madre era una interesada, dispuesta a romper un matrimonio por lograr lo que quería. Pero, contra todo pronóstico, el doctor Hunter, que también tenía cupla, y su esposa Melody siguieron juntos. Mientras mi madre y yo, fuimos rezagadas, nos convertimos en lo peor que hay en el pueblo. Según ellos.

Siempre he sabido que mi madre es problemática. En cuanto a mi padre, no sé nada de él. Mi madre aún asegura que soy hija del doctor Hunter, aun con las pruebas que dicen que no. Yo creo que no tiene idea de quien es.

Por todo esto, siempre he sido la "hija de la puta", con la que no se deben juntar o se les pegará quién sabe qué cosa. Eso también atrae burlas hacia mí. Con el tiempo, me he acostumbrado a todo eso, incluso a la mirada acusadora de los adultos cuando voy a hacer las compras o cuando me ven por la calle. Creé que también daré problemas como mi madre, aunque intenté ser irónicamente como un fantasma.

Mi madre casi no está en casa. Trabaja en una granja como administradora, pero en otro pueblo. Así que ella vive en ese lugar a más de una hora de distancia, solo viene a dejar algo de despensa o dinero para que compre lo que me haga falta y se va.

Mi madre tiene muchas razones para comportarse de ese modo. Empezando por la culpa de todo lo que hizo.

—¡Betty! —escuché un grito detrás de mí y sentir una mano en mi hombro.

Me giré y vi que era Stuart, un chico de mi clase.

—¿Me hablas a mí? —pregunté.

—Pues claro, tonta, si no, no estaría hablando contigo. ¿Tienes la tarea de biología?

—Me llamo Alison. Y aún no la termino.

—¿Por qué no?

—Se entrega para la próxima semana, así que he avanzado muy poco.

—Bien, cuando la tengas me la das.

—No. Es un trabajo individual y es la nota final. Lo siento, pero no puedo hacer eso.

—Exacto, es un trabajo muy importante. Necesito la nota máxima y tú me la darás.

—No. — intentado sonar firme.

Stuart se acercó, hasta que su nariz quedó casi pegada a la mía.

—Tú me vas a dar el puto trabajo si no quieres que arruine más tu patética vida, Luisa.

—No te daré nada y mucho menos si tú no empiezas a respetarme.— le dije aparentando los dientes para contenerme.

Stuart retrocedió ligeramente, mirándome con enojó.

—¿Así que la putita tiene agallas?

Y antes de que pudiera parpadear, levantó la mano y me golpeó en la mejilla.

El impacto me hizo tambalearme y caer al suelo, el dolor que sentir fue intenso. Mi cabeza golpeó el frío suelo, y por un momento, todo pareció girar. Podía sentir el sabor a sangre en mi boca mientras intentaba ponerme de pie, pero me era imposible, me sentía muy aturdida. Stuart estaba mirándome con desprecio y justo ahora tenía ganas de gritar y regresarle él golpeó, pero sabía que era inútil, eso me traería problemas a mí y ninguna consecuencia a él. Me quedé allí, en el suelo, con la mirada fija en sus zapatos hasta que él se dio la vuelta y se fue, murmurando algo que no logre entender, pero estaba segura que eran más insultos.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

En la tarde, mientras caminaba hacia mi casa con la mejilla doliendo y sintiéndome frustrada, vi el viejo coche destartalado de mi madre acercarse por la calle. Se detuvo bruscamente frente a mí.




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