Capítulo IV

Esa noche Antonella se arregló lo mejor que pudo, llamo a su estilista, quien le hiso un peinado alto muy elegante y la maquillo muy sencilla, solo realzando sus rasgos, pero, se ve realmente hermosa, está muy nerviosa, ya que no acostumbra usar vestidos tan llamativos, no le gusta ser el centro de atención, sin pensarlo más para no acobardarse, bajo las escaleras y busco a su padre 

- Antonella te ves hermosa hija -

- Gracias Padre -

- nos vamos -

- si -

Llegando a la fiesta, la esperaba el asistente de Andrew, quien se presentó un poco parca

- Hola, buenas noches, mi nombre es Rose y soy la asistente del Señor Andrew Stone - sin esperar respuesta prosiguió

- él me ha pedido verla, en el despacho señorita Antonella - dijo Rose molesta.

Su padre no le dio importancia al tono de voz de Rose, volteo con Antonella y le dijo

- ve Antonella, trata de conocerlo -

Ella asintió, y se marchó rumbo al despacho, Rose caminaba muy de prisa, Antonella no podía ir tan rápido no está acostumbrada a usar zapatos altos, además quiere admirar la hermosa casa, que para ella, tiene un aspecto de elegancia y calidez.

La casa es enorme, pensó, cualquiera que no la conociera se podría perder en ella, los muebles y las decoraciones eran de lo más finas y antiguas. Llegaron al estudio y la señorita Rose toco la puerta antes de abrir y hacerla pasar con cara de disgusto - Pase por favor -

Antonella entro en la habitación que era enorme, tenía muchos retratos, supuso eran familiares, había un gran escritorio al fondo, miro hacia arriba y le pareció que el techo era muy alto, Andrew estaba de pie junto a la chimenea, atizando el fuego.

El al verla se quedó mudo por un segundo, ella se veía realmente Hermosa, traía puesto el vestido y la gargantilla que él le había enviado, el vestido delineaba todas sus curvas, sin verse vulgar, lucia tan elegante, ella era exactamente lo que él siempre había deseado, pero que creía nunca encontraría.

- Pasa por favor, Antonella. ¿Cómo estás? - pregunta Andrew con interes verdadero, mientras va caminando hacia ella, se acerca y le da un beso en la mejilla.

- Muy bien gracias, ¿y tú Andrew? -

- Mejor al verte, temía que no vinieras o estuvieras molesta por mi atrevimiento. Por cierto, te queda perfecto el vestido luces hermosa- afirma Andrew mirandola de pies a cabeza - ¿Te gustaron mis regalos? – dice Andrew mientras con una mano le señala que se siente y el hace lo mismo cerca de ella, para poder observar mejor su hermoso rostro angelical

- sí, gracias, si me gustaron, son Hermosos, pero, no debiste molestarte, de verdad no debiste, no es correcto - dijo ella viendolo a los ojos para darle enfasis a sus palabras, pero, termina bajando su mirada, ya que el, la intimida con su atractivo

Andrew Esbozo una sonrisa algo cínica, pero le gusto su reacción. Antonella tomo aire  y con su vista clavada en su bolso, dijo algo avergonzada

- Andrew lo sé todo -

- Así que tu padre te contó - dijo Andrew buscando su mirada mientras se acerca más a ella.

- Siendo sincero, no me gustaba la idea de mentirte, hizo una pequeña pausa, con cualquier otra persona seria diferente, pero tú no mereces que te mientan - dijo Andrew poniendose de pie y caminando hasta quedar enfrente de ella

Antonella no supo que decir, así que Andrew continuo.

- Si todos estamos de acuerdo será más fácil, vaya temía como reaccionarias a esto, pero todo ha resultado mejor de lo que pensé, te puedo asegurar que tu padre no pisara la cárcel, arreglare todo, no te preocupes -

Antonella no pudo disimular su cara de asombro, lo miro buscando más explicaciones. Andrew igual de sorprendido le dijo en tono molesto

- ¿no sabias? ¡dijiste que lo sabias todo! - Seguido de esto, la miro con desconfianza.

Por lo que lo que Antonella respondió algo afligida

- supongo que mi padre no quiso contarme esa parte para no preocuparme -

Andrew, un poco desconcertado le pregunto

- ¿qué te dijo tu Padre exactamente? -

Antonella casi susurrando apenada dijo

- El menciono que eres el nieto de Philip, su gran amigo de la infancia, que estabas buscando una buena mujer para sentar cabeza y casarte - ella, lo mira fijamente tratando de saber si esto era cierto -que lo buscaste para pedir mi mano y que te ofreciste a ayudarlo con su problema -

Andrew no pudo evitar soltar una gran carcajada burlona. Antonella se sintió tan tonta y rápidamente  se puso de pie y se dio vuelta para no verlo, pues no pudo contener las lágrimas, estaba tan abochornada, quería desaparecer.

Andrew al verla se acercó y le dijo todavía riendo

- sí, fue algo así -

Antonella quiso salir de la habitación su corazón latía tan rápido, estaba tan avergonzada, se sintió tan expuesta - pensó he sido tan estúpida, quien en su sano juicio hubiera creído eso, que me paso? -

Pero a ella le había fascinado la idea de que un hombre como el la deseara.

camino hacia la puerta, antes de llegar  Andrew la tomo suavemente del brazo y dijo

- Antonella espera -

Pero ella no podía hablar, tenía un nudo en la garganta, solo giro su cara para otro lado, pero él no la soltó.

Con lo poco de dignidad que le quedaba y la voz entre cortada le suplico

- por favor, déjame ir -

Pero el la tomo entre sus brazos, subió una mano, para con delicadeza girar su cara y dijo

- no seas tontita hoy anunciaremos nuestro compromiso -

Ella lo miro con recelo

- ¿de qué hablas?, no me avergüences más por favor, yo no soy esa clase de persona, no puedo hacer esto-dijo mientras trataba de soltarse.

Andrew la soltó, pero se acomodó recargado en la puerta

- olvidas que tu padre ira a la cárcel? -

Andrew no quería lastimarla, pero su fortuna estaba en juego y él no sabía cómo lidiar con esta situación, o eso es lo que se decia el mismo