Antonella

Capítulo XIX

Antonella ya arreglada esta junto a la puerta esperándolo, justo como otras veces, siempre impaciente por verlo. Ella escucha su coche y abre la puerta, lo ve bajando con una bella sonrisa en su tan atractivo rostro, su corazón late tan aceleradamente que siente un ardor en el pecho, le falta la respiración, sus manos le hormiguean por tocarlo, su corazón le grita que lo ame, que corra a el y lo bese con pasión, que todo se arreglara solo, pero, su mente la detiene, le recuerda que ha sido tan estúpida, no sabe nada del, solo lo que el le ha querido demostrar, se esta aventando al vacío y la red parece no estar para atraparla, sus ojos se han cristalizado, pestañea repetidas veces mientras respira profundo tratando de controlarse, Andrew la mira y sabe que esta mal y todo se va al carajo cuando su semblante se vuelve serio y abre sus brazos desde lejos pidiendo sin hablar que corra a él, ella no lo piensa, no lo duda, solo corre mientras sus lágrimas salen, ella ya está terriblemente enamorada y solo ruega en su mente que este no sea el final de su cuento de hadas.

Su mente juega con su juicio mientras el, la abraza con fuerza y huele su cabello, ella recuerda la herencia, que  Andrew debe tener un hijo antes de sus treinta años, el la aleja un poco para verla y le limpia las lagrimas con sus pulgares al tiempo que estudia su cara, tratando de descifrar que pasa, ella ya no puede verlo a los ojos, solo quiere sus brazos sentir esa seguridad y calor que ellos le brindan, el la aprieta con mas fuerza, se escucha como Andrew respira profundo y trata de calmarse, se esta alterando, Antonella puede escuchar los latidos del corazón de Andrew son acelerados, el vuelve a separase un poco de ella sin soltarla del todo, se agacha un poco a su altura su seño esta fruncido y tiene la cara roja, esta enojado, pero, trata de disimular, Antonella trata de limpiar su rostro con sus mangas y tapa un poco su cara, sin embargo, no sirve de nada el, se ha dado cuenta de que estaba llorando.

- ¿Qué pasa Bella, quien te ha hecho llorar? - Andrew la aprieta un poco de los brazos sin llegar a lastimarla, Antonella no puede hablar, el nudo en la garganta y el ardor, no se lo permiten, lo ve con anhelo, se quiere grabar su rostro, solo niega con su cara, trata de tranquilizarse.

Andrew algo desesperado sigue con las preguntas

- ¿fue Alexander, te hiso algo? -

Ella niega de nuevo, sin dejar de verlo y buscando en sus hermosos ojos grises, algo que le diga que le quiere.

- ¿porque no me hablas, en estos momentos no tengo mucha paciencia, Bella, necesito saber que paso, ¿porque estas así? –

Antonella pasa saliva, se aclara su garganta haciendo tiempo para que sus ganas de tirarse al piso a llorar desaparezcan.

- solo me di cuenta de que quizás, si tienes razón y soy muy estúpida - dice con voz entrecortada y con su barbilla temblando, mientras sus ojos lo miran con vergüenza y suplica.

Andrew la mira avergonzado de haber sido el quien alguna vez lo dijo, sabiendo que no es cierto y que ella toma muy en cuenta su opinión.

- Bella, tu no eres estúpida, entiéndelo, ya te lo dije y te lo repito nunca me arrepentiré lo suficiente por decirte eso, ahora dime, ¿porque dices eso ?-

- Andrew yo estaba, yo estoy tan feliz de ser tu esposa, que no me importo nada más, acepte sin conocerte, y ahora tengo miedo, miedo de preguntar, miedo de tus respuestas, miedo de perderte...-

- Bella, no te preocupes tanto pequeña, es normal todo lo que esta pasando, yo me brinque muchos pasos a seguir, pero, no debes tener miedo, no hay nada que haya hecho o que pueda hacer que te dañe, jamás me lo permitiría, y si tienes dudas, yo te responderé todo lo que quieras, pero no aquí, vamos en mi auto, quiero mostrarte algo -

Antonella asiente, se detiene un momento

- espera deja voy por mi celular y le aviso a mi papá -

- no, no tenemos tiempo, sube y le marcas de mi celular -

- ok -

Andrew abrió la puerta del copiloto para que ella suba, Antonella sube se pone el cinturón de seguridad y espera a que Andrew entre, este sube y se acerca a Antonella, la besa delicadamente, se separa y la vuelve a besar, pero ahora con mucha pasión y deseo, ella le devuelve el beso, cuando se separan pegan sus frentes y respiran con dificultad.

- me tenias muy preocupado, solo podía pensar que de alguna manera terminarías cancelando la boda -

- lo siento, es solo que todo ha ido muy rápido y desde que te conocí me he vuelto débil, quisiera ser una mujer fuerte que no se rompe pase lo que pase, me avergüenza decirlo, pero creo que ahora soy muy sensible -

- no te preocupes ya me había dado cuenta, y a mí me encanta tu fragilidad, eres como una rosa de cristal, y a mí me gusta cuidarte -

Andrew la mira con ternura y una sonrisa en su rostro

- bueno, tampoco soy tan frágil - dice Antonella sonrojada, no lo ve, solo se concentra en jugar con sus dedos.

- vamos, claro que sí, me preocupa un poco, pero, yo nunca te lastimaría amor - dice Andrew mientras toma una de las manos de Antonella, la besa tiernamente y le guiña un ojo

Antonella quiere decir algo, pero, el le ha dicho amor y con eso ya su cerebro se ha desconectado, solo puede sonreír ilusionada.

- Bella, estoy seguro de que lo que paso con tu madre, el estar tan deprimida y sola, además de la traición de Alexander te han vuelto muy vulnerable y frágil, también estoy seguro que si en este momento te ofendiera, romperías en llanto, si me burlara de ti de alguna manera cruel, seria terrible para ti, se que te puedes romper muy fácil, sin embargo, se que todo eso mejorara con el tiempo, te lo aseguro -

Antonella lo mira fijamente, Andrew no entiende su expresión y se preocupa

- Bella no intento desarmarte, solo digo que te conozco -

- Lo que dices no es del todo cierto, no sé si sea sensato aclararte este punto, pero lo haré, no me conoces del todo, si me conocieras bien te habrías dado cuenta que solo soy así contigo, tu me vuelves débil, jamás he sido así con nadie más, no sedo ante nadie, y en especial ante ningún hombre, mi padre me ha obligado a asistir a sus cenas , reuniones o fiestas por años, desde antes de que pasara lo de mi madre, soy consciente de mi belleza y lo aprovechaba, soy caprichosa y dominante. Como Alexander ya te lo dijo, mi carácter no es tan dócil, me atraen los hombres dominantes e inteligentes, no he tenido novio, porque nadie me gusto lo suficiente, nunca conocí un hombre que me gustara tanto en todos los aspectos, como para volverme sumisa ante él. Hasta que te conocí, me tienes hechizada, tanto, que no quiero contrariarte y eso es lo que me hiso decidirme a aceptar tu propuesta de boda -




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