Antonella

Capítulo XXII

Andrew se ha despertado más temprano que de costumbre, se sorprende al darse cuenta de que Antonella no está en sus brazos, se asegura de que ella este en la cama, la ve acostada en la orilla de la cama, en el otro extremo, tapada hasta el cuello y profundamente dormida, él tiene trabajo más tarde y ella clases en la universidad.

El la contempla mientras ella duerme, se ve tan serena, tierna y hermosa, le gusta mucho, poco a poco lo ha ido descubriendo, para él, es extraño, pero, siente absoluta confianza en Antonella, con ella todo es tan sencillo y bello, no hay caretas, no hay segundas intenciones, solo alegría y amor. Amor palabra que pensó nunca pronunciaría, y que definitivamente jamás sentiría, sin embargo, sabe que ella está logrando entrar en su corazón, lo que más le sorprende es que le gusta que ella derrumbe todas sus barreras, le encanta poder ser el mismo, sin ser juzgado o criticado, le fascina su forma de ser y su belleza lo atonta. Andrew se siente feliz, sabe que haberse casado con Antonella es lo mejor que le ha pasado, y quiere devolverle esa felicidad, con creces, teniendo un matrimonio real, siendo una verdadera familia.

Andrew no ha dejado de observarla, desea tanto consumar su matrimonio y saber que Antonella es suya en todos los sentidos, más sin embargo, piensa esperarla el tiempo que ella decida o hasta la boda religiosa, pues, no cree poder esperar más tiempo y no quiere esperar tampoco, el bien sabe que ella es muy dócil y podría fácilmente manejarla para que se entregue, pero, él, quiere que ella se entregue por voluntad propia, cuando esté lista, sabe que le costara trabajo controlarse teniéndola en su cama cada noche, mas no quiere asustarla, pues ella no tiene nada de experiencia. También, le preocupa ese lado posesivo, que Antonella saca en él, quiere tenerla encerrada en casa, le enfureció ver como Peter y Walter veían a Antonella, los conoce y sabe que ellos dos, son unos malditos, en ocasiones han salido con las mismas chicas, dándose consejos sobre ellas, sin embargo, Antonella no entrara en ese juego, de eso se encargara él mismo.

Antonella se mueve, está despertando y Andrew aprovecha para besarla en los labios y acariciar su cara.

- Buenos días preciosa -

- buenos días, Andrew - dice Antonella sonrojándose al verlo sin camisa, despeinado e increíblemente bello.

- ¿cómo dormiste Bella? –

- sorprendentemente bien ¿y tú? –

- dormí de maravilla, pero, al despertar no estabas en mis brazos -

Antonella baja la mirada y sonríe avergonzada, no sabe cómo decirle.

- Bella, ¿ahora que pasa?, te conozco y sé que algo te molesta - dice Andrew tratando de ser paciente. Antonella no lo mira, voltea a la ventana.

- sí, no, bueno no me molesta, no si me, no...- Antonella balbucea y se contradice avergonzadamente sin verlo a los ojos y jugando con sus dedos.

- ¿Antonella, que paso con la confianza que dices que me tienes? – dice Andrew perdiendo la paciencia, Antonella voltea a verlo como si pidiera que no siga o que le ayude, respira profundamente, cierra los ojos y habla rápidamente.

- loquepasaesquedespertemástemprano, porquesentialgo...

- espera, espera, más despacio, que no te entiendo -

- me desperté más temprano, porque sentí algo..., pegado a mi cuerpo -

- ¿de qué hablas Antonella? -dice Andrew desesperado

- ¡tenías una erección! – grita Antonella, su cara esta roja y no lo mira.

Andrew estalla en una carcajada, ella se sonríe de verlo, pero, está molesta, para ella fue algo vergonzoso.

- Antonella no te enojes es algo natural, a todos los hombres nos pasa y más si dormimos al lado de una mujer tan hermosa como tú, deberás acostumbrarte, preciosa -

- sí, lo sé, pero, para mi es nuevo y jamás me habían despertado de esa manera -

- lo sé, y no sabes cuánto me encanta ser yo, quien lo haga, solo yo, tu esposo y el único hombre en tu vida y en tu cama -

- ¿Por qué me dices eso?, no me parece que necesite que me lo aclares -

- lo sé, es solo que me gusta decirlo -

Antonella voltea sus ojos y niega con la cabeza.

- me parece que la señora Stone está siendo grosera con su marido, quizás necesites un correctivo -

- ¿de que estas hablando, Andrew? –

- obviamente, que tendré que castigarte - dice Andrew con malicia.

- ¿estas jugando verdad, espero no te refieras al libro o películas esa, donde el tipo golpea a la chica? – Antonella se hace un paso hacia atrás, mientras no le quita los ojos de encima a Andrew, se ve nerviosa.

- vaya, no sabía que te gustaban ese tipo de películas, amor – comenta Andrew entre risas maliciosas.

- no, yo vi la película, porque Verónica y Margaret insistieron, pero, no me gusto, eso no me gusta Andrew –

Andrew avanza hacia ella está de rodillas en la cama, viendo fijamente a Antonella

- ¡Alexander me advirtió que no te conocía, que podías ser un pervertido y no le hice caso, que tonta soyyyyyyy! - dice Antonella haciéndose más para atrás hasta caerse de la cama. Andrew se carcajea mientras corre a su lado, para ayudarla a levantarse.

- sue... suéltame, yo puedo sola - dice Antonella avergonzada y nerviosa

- Antonella, ¿amor estas bien? Solo estoy bromeando, a mi esas tonterías no me van, bueno solo las nalgadas, esas si me gustan -

- ¡te estabas burlando de mí! - dice Antonella molesta, pero, su semblante cambia a uno de superioridad.

- señor pervertido, que bueno saber sus depravados gustos, sin embargo, como buena esposa que soy, le complaceré cuando guste, dándole los azotes que tanto desea, solo necesito un bate o algo por el estilo -

- se llama pala, y me agrada que seas tan buena esposa y tan complaciente, porque en este momento se me antoja que cumplas mis deseos, solo que me gusta ser yo quien de los azotes  – dice Andrew tomando a Antonella de los brazos, viéndola fijamente a los ojos con una sonrisa de victoria.




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