Antonella

Capítulo XXIV

- nos escuchaste - dice Andrew mirándola fijamente y entendiendo, lo que le pasa a Antonella, ella solo pega sus manos a su pecho, ya no tiene fuerza ni para hablar, se siente muy mal, le cuesta mucho respirar, abre su boca e intenta obtener todo el oxígeno que sus pulmones necesitan, pero, no puede, sabe lo que está pasando, solo una vez a tenido un episodio así y fue cuando su madre murió, está perdiendo la batalla, mantiene sus ojos cerrados con fuerza no lo quiere ver, siente que el la abraza y ella se pone tensa, su cuello le duele, no quiere que la toque y al mismo tiempo, solo quiere que el la abrace por siempre.

- Antonella, respira profundamente, es un ataque amor, no te va a pasar nada, es tu cuerpo, tu lo puedes controlar, yo estoy aquí contigo, te prometo que todo va a estar bien, lo arreglaremos, ahora necesito que te tranquilices o te vas a desmayar -

Andrew no ha dejado de abrazarla, le acaricia su cabeza, su cara y sus brazos, la besa con ternura, mientras con voz suave y cariñosa le dice palabras bellas y tranquilizadoras al oído. Antonella usa sus pocas fuerzas para preguntar lo único que le interesa

- dime la verdad, ¿es cierto lo que ella dijo, es cierto que me ...- Antonella no puede termina la pregunta le cuesta mucho trabajo, el esfuerzo es mucho, su cabeza la está matando.

- shhh, amor ya lo hablaremos, te prometo, que no es lo que estas imaginando - dice Andrew, se escucha triste, su cara parece una mezcla de tristeza y desesperación.

- ¡NO!, ¿quiero saber la verdad, lo necesito y lo merezco, tú me mandaste investigar y dijiste eso de mí? –

- Antonella, amor...-

- ¡no me digas amor, yo no soy tu amor, contesta! – 

El teléfono de Antonella suena, Andrew mira la llamada, es Alexander, Andrew suelta una maldición, no quiere contestar, sin embargo, si no lo hace Alexander insistirá hasta que le contesten o llegará a la casa.

- dame mi teléfono - exige Antonella, Andrew lo aleja de ella, la carga y la recuesta en la cama, sabe que ella esta débil.

- le voy a contestar porque si no vendrá, ahorita regreso, Bella -

- ¡No, dámelo, quiero hablar con él! -

- no, estas muy alterada, tu y yo arreglaremos esto, tu eres mi esposa y esta es tu casa, no te iras -

Antonella solo llora, desesperada, no tiene fuerzas para discutir, menos para levantarse, su cabeza da vueltas.

Andrew sale de la habitación y cierra la puerta, para contestar, es la tercera vez que llama.

- bueno -

- ¿dónde está Antonella? –

- ella se quedo dormida, casi la despiertas -

- me hablo hace menos de media hora, como que está dormida -

- si, estaba muy aburrida, no podía estar con ella y se sentía sola, cuando despierte le digo que te hable -

- mira idiota, la conozco de toda la vida, ella no se duerme así de rápido, además, se despierta con cualquier ruido, el celular la habría despertado, ¿que está pasando? -

- ¡Alexander ven por mí! - grita Antonella con mucho esfuerzo.

Alexander cuelga la llamada, Andrew sabe que seguro ya está de camino.

Andrew regresa al cuarto, esta enojado, Antonella se encoge en su lugar, nunca lo había visto así tan enojado, el, avienta el teléfono, este se rompe en pedazos, Antonella brinca del susto, Andrew se acerca y se arrodilla enfrente de ella.

- Bella, amor, perdóname, no quise asustarte, tu hermano te escucho, seguro ya viene en camino, ¿porque lo hiciste, Bella? –

- ¿Por qué lo hiciste, tu, tienes una idea de lo que duele darte cuenta de que no significas nada para quien tu pensabas que te amaba, a quien le has entregado tu corazón? - dice Antonella en un susurro mientras sus lágrimas caen por sus mejillas

- eso no es cierto, yo te amo - dice Andrew desesperado

- ¡mentira!, jamás le dijiste a Frederika que me amabas, y eso solo tiene una explicación, es porque no lo sientes -

- no se lo dije, porque no quiero que te haga nada, la conozco y es una mala persona, es capaz de cosas que ni te imaginas -

- ¿entonces porque andabas con ella, eres igual?, eres un monstruo -

- fuimos novios, cuando empecé a conocerla no me gusto su forma de ser y la corte, pero, todas las chicas con las que salía se ilusionaban y era difícil quitármelas de encima, a pesar de aclararles que solo era sexo casual, entonces me era más conveniente salir con Frederika, además, ella se encargaba de las chicas que me acosaban, teníamos encuentros y la usaba como dama de compañía, para no tener que batallar con chicas que se ilusionan, se que suena horrible, sin embargo, se lo aclare y ella acepto -

- ¿Qué clase de persona eres, porque me dijiste que me querías y que me harías feliz?, debiste aclararme a mi también la situación, yo ya te había dado mi palabra, de cualquier manera me iba a casar contigo, también hubiera sido más misericordioso obligarme a casar por la ayuda a mi padre y así yo no me habría enamorado, sabría que es un negocio para ti y me habría protegido, sé que una parte fue mi culpa, yo sola me engañe, estaba tan ilusionada que no quise ver la verdad -

- Bella, todo lo que te dije, todo lo que hice, fue cierto, si debías ser específicamente tú, si te quise obligar, si me intrigo lo que dijo Alexander de ti, puesto que era la misma información que me habían dado, ya sabía todo de ti y me parecías tan perfecta, que no lo creí, entonces me protegí también, fingiendo indiferencia hacia ti, cuando te conocí me hechizaste, ya no tenía que fingir, me gustaste mucho desde el primer momento, yo era feliz contigo, yo solo soy feliz contigo, amor, quisiera aclárate todo, pero, ahora no es el momento, Alexander viene en camino y no quiero pelear con el, eso te enojaria más -

Antonella lo ve y no sabe si creerle, el parece muy sincero.

- no quiero pelearme con tu hermano, Bella -

- entonces, no lo hagas -

- el seguro pronto llegará por ti, querrá llevarte y sabes que no se lo voy a permitir -




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