Capítulo XXVII

- ¡estúpido!, ¿cómo le diste la noticia, sin preguntarme primero, o que me viera que estoy bien, ¿cómo está? – dijo Andrew enfadado

- gracias a Dios le habían atendido, del anterior ataque de ansiedad, por lo que no fue tan grave- dijo Peter riendo con burla

- ¡idiota, ya había tenido un ataque y como quiera le dijiste! – escupió Andrew, tratando de levantarse para golpearlo

- ¡cálmate, Andrew!, ya está bien, recuerda que caerás al suelo, no puedes estar en pie, amigo – se burla Peter

- ¡ya, lo hecho, hecho está!, Delicia quiere verte - comenta Walter con lasciva

- ¡no le digas así, y más les vale que la respeten y se alejen de ella, recuerden, no es una más, es mi esposa! – volvió a gritar Andrew

- ¡vaya a alguien le ha afectado el matrimonio, ya no recuerdas que todos para una y una para todos! – dice con burla Walter

-ella no es una apuesta o reto, ¡a Antonella no la voy a compartir, no seré el esposo cornudo, así que olvídenlo! – responde Andrew

- no será que te está gustando la corderita – afirma Peter

- me van a estropear mis planes, recuerda que todavía no me caso por la iglesia y necesito un hijo antes de mis 30 – les recuerda Andrew

- Pensé que ya habías abandonado esa idea, dijiste que jamás te casarías – contraataca Walter

- Si, pero, cambie de opinión – menciona Andrew mientras se acomoda en la cama, visiblemente incómodo.

El sonido de la puerta, los calla antes de que sigan.

- seguro es ella, le dije que se tranquilizara mientras yo me cercioraba que estuvieras despierto – comenta Peter

- déjala pasar - dice Andrew

Peter se acerca y abre la puerta, Antonella entra a la habitación, se le ve muy pálida y nerviosa, sus manos juegan con sus dedos. Ella observa a Andrew se ve muy bien, solo tiene un apósito en su frente

- Amor, pasa, quiero verte – le dice Andrew

- ¿cómo te sientes? – pregunta Antonella temerosa de preguntar

- estoy bien, no me duele nada - Andrew está tratando de tranquilizarla, no quiere que sufra por su culpa.

Antonella mira al Peter cómo preguntando si él ya sabe su probable condición.

Peter solo asiente

Andrew al ver tan cerca a Antonella estira su mano y toma la de Antonella, ella se acerca más, pero, no puede evitarlo y se tira sobre Andrew, lo abraza y llora desconsolada.

-¡hey, preciosa, no llores, estoy bien, aún no han salido los resultados de los estudios, así que no te mortifiques desde antes, ok -

Antonella no sabe que hacer o que decir, está muy abrumada, en solo dos días han sido demasiadas emociones, ella solo puede sentir que se moriría si algo le pasara a Andrew.

- Bella, ¿cómo te sientes, me dijeron que te dio un ataque? – pregunta Andrew mortificado

- estoy bien, no fue nada, lo importante es que te ves muy bien, seguro los estudios saldrán bien - asegura Antonella

- ¿tú crees que me veo muy bien, te gusta cómo me veo? – pregunta Andrew coqueteando con Antonella

- ni estando en una cama de hospital te comportas - dice Antonella tratando de verse seria.

- no me contestaste Bella - vuelve a atacar Andrew

Antonella lo fulmina con la mirada, no quiere ceder tan pronto y menos delante de sus amigos.

- Andrew, tus amigos están aquí, compórtate - reafirma Antonella

- ellos ya se van - dice Andrew si dejar de verla

Se escucha de nuevo unos golpes en la puerta, ahora Walter es quien abre la puerta, son el señor Bianchi y Alexander, quieren ver a Andrew.

- hola, Andrew, podemos pasar - pregunta el señor Bianchi

- sí, claro, pasen, por favor - dice Andrew muy tranquilo, sin dejar la mano de Antonella, quién se endereza e intenta limpiar su rostro, para que no vean que lloro.

- si me disculpan, tengo que ir con otros pacientes, con permiso  – se retira Peter

- yo también me retiro un momento, iré por un café, ¿alguien gusta uno? – pregunta Walter

- no, gracias – contestan todos

- ¿Cómo estás? -pregunta el señor Bianchi

- bien, esperare a los resultados – dice Andrew un poco más serio

Antonella comienza a sollozar, Andrew está tomando su mano, las tiene entrelazadas, y en ocasiones aprovecha para depositar en beso en sus nudillos.

- seguro saldrán bien esos resultados- dice el padre de Antonella

- me alegra verte tan animado, Andrew - dice Alexander

- bueno, eso se lo debo a Antonella, ella es quién alegra mis días, el que este junto a mí, me da felicidad y entereza - comenta Andrew mirándola con amor

- ella tiene esa facilidad, ama la vida, a las personas y a los animales, tú sabes de eso, le encanta recoger perros de la calle, aunque normalmente los lleva a algún refugio y no a la casa - dice Alexander con sarcasmo, Antonella y el señor Bianchi lo miran con reproche pues lo conocen bien y entendieron la referencia.

- sí, tienes razón, ella se encariña mucho con cualquier animal, quién mejor que tu para saberlo, la has visto hacerlo por muchos años - responde Andrew regresándole el golpe a Alexander.

Antonella dirige ahora su mirada a Andrew y lo fulmina con ella, el señor Bianchi carraspea.

- Andrew me da gusto ver que estas mucho mejor, por lo que nosotros nos retiramos, para que platiquen un rato - menciona el señor Bianchi, el sabe que tienen pendiente una plática.

- gracias por pasar a visitarme, siempre es muy grato verlos -comenta Andrew

- hasta luego Andrew, espero que mejores - dice Alexander con algo de burla

- Antonella, cuando puedas come algo, por favor - dice el señor Bianchi al tiempo que se despide de mano de Andrew

- yo me encargare de que así sea - afirma Andrew

El señor Bianchi y Alexander salen para darles un momento, para platicar. Andrew oprime el botón de atención.

- en que puedo servirle señor Stone - contesta una enfermera por el altavoz