Al llegar a la casa del abuelo de Andrew, Antonella se sorprende, todo está majestuosamente decorado, con flores, lazos y velas. En el centro del patio hay una gran pista de baile, donde la guía hasta llegar al centro de esta, saludan y continúan con un recorrido, después Antonella y Andrew bailan su primer vals, entre risas y besos.
-soy tan feliz, que tengo miedo- dice el, con un deje de temor
-te dirían que disfrutes la fiesta y no pienses en nada, pero, me siento igual, siento que esto es algo que imagino y que, en cualquier momento, te esfumaras, como en un sueño- dice ella, tímidamente
-bueno, entonces disfrutemos mientras dure el hechizo, señora Stone- dice Andrew riendo y haciendo sonreír a Antonella
-señor Stone, tengo algo que decirle- dice ella coqueta
-Dios, sí, yo quiero lo mismo, pensé que te negarías, pero, me estoy volviendo loco por tenerte, vámonos sigilosamente- dijo Andrew jalando a Antonella, quien se negó a avanzar
-eres imposible, un pervertido lujurioso- dijo ella riendo
-ríete todo lo que quieras, pero, sé que te encanta- dijo el de manera desafiante, mirándola desde su altura -Bella no juegues conmigo, si me ofreces algo, debes dármelo o tendrás un castigo y sabes que amo azotar tu hermoso trasero- aseguro Andrew entre besos
-yo no te ofrecí nada, mi adorado pervertido- dijo ella riendo
- ¿entonces? - pregunta el un tanto molesto, pues ya estaba listo para iniciar su luna de miel
-entonces, quiero decirle señor Stone que debe cuidarme mucho, porque llevo en mi vientre al fruto de nuestro amor- dijo ella sonriendo emocionada, Andrew se queda serio, deja de bailar y la mira
- ¿qué?, Sí, ¿estas embarazada? - grita Andrew, muy feliz riendo como nunca, Antonella le cubre la boca con su mano mientras ríe, al tiempo que los invitados más cercanos se quedan estupefactos con la noticia.
- ¡Cállate! - susurra Antonella -gracias, ahora ya todos saben que nos comimos el lonche antes del recreo- dice ella fulminándolo con la mirada, Andrew deja de reír, su expresión es de incomodidad, frunce las cejas y dice
-yo no quería un hijo- dice abruptamente – No, es decir, no lo hice con intención de recibir la herencia, ¿me crees, ¿verdad? – pregunta el mortificado – sabes que te amo y que quiero a nuestro hijo, porque como has dicho es producto de nuestro amor- aclara Andrew desesperado
-lo sé, él o ella, es amor, ya que es un pedacito de ti- dice ella tocando el pecho de Andrew con su mano -un pedacito de mi- continua Antonella tocando su pecho- y otro poquito de nuestros padres y abuelos- sonríe Bella mirándolo con adoración mientras lo toma su cara en sus manos -es el amor de todos plasmado en un rostro y un cuerpo angelical, nuestro Bebe es producto de mucho amor- dice ella besándolo con ternura, Andrew sonríe melancólico, los dos están tan felices como tristes pensando en sus padres que ya no están y que seguro estarían muy felices con la noticia, una lagrima corre por las mejillas de ambos que no dicen nada, solo sonríen algo nostálgicos, Andrew carraspea y la abraza
-gracias Bella, me haces el hombre más feliz del maldito universo- dice el con voz ronca
-y tú me haces la mujer más feliz, te amo Andrew-
-te amo, Bella- ambos se ven con adoración, pero son interrumpidos
-déjenme felicitarlos- dice el padre de Bella, quien tienen sus ojos cristalizados de la felicidad, abraza a Bella y después a Andrew, en ese momento llega Alexander a felicitarlos, seguido de Michael
-Papá, te dije que la encerraras, ya vez las consecuencias- dice riendo Alexander, abrazando a Bella, que le da un pellizco en el brazo, para que no siga
-pero, que dices Alex, si es lo que yo más he querido, un nieto- dijo el señor Bianchi
-ya vez cuñado, a ver si tú, te aplicas, ya hueles ha quedado- dice Andrew jugando
- ¿Qué?, eso sí que no, yo estoy muy joven para ser padre- dijo Alex, fingiendo estar ofendido -verdad Michael, estamos en la flor de la edad- sonríe Alexander orgullosos, al igual que Michael que afirma con su cabeza
-estoy de acuerdo, para que torturarse tan pronto- dice Michael, Andrew y Antonella giran a verlo fulminándolo a él también con la mirada -bueno, ese no es su caso, pero, he escuchados de otras personas que …-
-mejor Cállate Michael, ya no lo vas a componer- dice Alexander divertido, mientras Michael trata de sonreír mientras se encoge en su lugar apenado
-Andrew, no les digas nada a Alexander o a Michael- dijo Antonella aparentando estar preocupada -no vez que no es fácil que una mujer los aguante- sonríe Antonella haciendo reír a todos, menos a Alexander
-si hay alguien que te aguante a ti, lo mío es pan comido- dijo Alexander, haciendo reír a Andrew que afirma eso, hasta que ve la cara roja de Antonella y entonces niega con la cabeza
-cuñado, no sé qué dices, si mi esposa es un ángel- dice Andrew para contentarla mientras la abraza
-sí, uno de los caídos- dijo Alexander riendo estrepitosamente y haciendo reír a los demás
-basta ya, compórtense, este día es muy especial, no estén molestándose- dice el señor Bianchi
- ¿hija estas cansada, te quieres sentar? - pregunta el señor Bianchi y todos giran a ver a Antonella
-no, papá, no te preocupes, solo tengo cuatro semanas, es muy pronto para estar cansada- comenta Antonella, su padre y los demás asienten, terminan de felicitarla y los dejan solos para continuar con el baile como marido y mujer ante todos, después que termina la canción, pasan el señor Bianchi con una prima lejana para bailar con la pareja de esposos
-Mija, sé que serás muy feliz, Andrew verdaderamente te ama, pero, aun así, es mi deber decirte que siempre estaré para ti, para mi nieto y hasta para Andrew, mi casa es su casa, todo lo mío es tuyo y de Alexander, y por favor, no te alejes de nosotros- dijo el señor Bianchi con sus ojos humedecidos por el sentimiento tan grande que siente