Creo que divagaré un poco al contar lo que me sucedió.
Aquí voy.
Llevaba mucho tiempo con problemas para dormir, no quería tomar pastillas pero ya estaba contemplando la posibilidad, pues me desesperaba el no conciliar el sueño.
Una noche empecé a sentir cosas extrañas pero no les prestaba atención, creía que todo era consecuencia de mi situación, sin embargo, cada día esa sensación aumentaba, llevaba dos semanas durmiendo apenas una hora al día y tres días sintiendo y escuchando esas cosas.
Una de tantas noches de insomnio, me encontraba en la cocina intentando preparar alguna bebida mágica que me ayudará a conciliar el sueño y como de costumbre no lo logré, un ruido muy fuerte me alcanzó a asustar, se escuchó en el segundo piso como si alguien hubiese saltado con zapatos de hierro sobre el frágil piso de mi habitación, pensé en acercarme a mirar pero seguía creyendo que era consecuencia de mi falta de sueño.
Me dirigí a la sala, tomé un libro de mi biblioteca y me senté junto a la tenue luz de mi lámpara de escritorio, me sumergí en mi lectura hasta que un relámpago me desconectó, no se hacía cuánto había empezado, pero una fuerte tormenta azotaba la pequeña Villa que es mi hogar, el viento soplaba de tal manera que parecía que el cielo gritaba lleno de rabia, el agua caía tan fuerte como si quisiera borrar todo a su paso, las ventanas del segundo piso golpeaban contra los muros, tenía la fea costumbre de mantenerlas abiertas así que decidí subir a mi habitación para cerrarlas, abrí la puerta y un fuerte destello dejó ver la silueta de una mujer junto a mi cama, intente prender la luz pero no funcionaba así que me atreví a preguntar ”¿quién está ahí?” y no recibí respuesta.
No sabía qué hacer, me quedé totalmente inmóvil, al parecer la fuerte tormenta ocasionó un daño en la electricidad, estaba solo en un lugar muy apartado, (el cuál compre por necedad estar alejado de todo y de todos), sin energía y con el profundo miedo de quién estaba en mi habitación, aunque muy en el fondo, sabía quién era, sólo me aferraba a que todo fuera una alucinación causada por el insomnio.
De repente paró la lluvia, como si alguien hubiese oprimido un botón de “parar”, regresó la electricidad y no había nada fuera de lo común excepto una cosa, las ventanas estaban cerradas y estoy completamente seguro que no fui yo quién las cerró, pues no pase de la entrada. En el piso pude apreciar algo de agua, que imaginó entró durante la tormenta y un par de huellas sobre ella, marcas de pisadas más pequeñas que las mías, quería creer que finalmente había dormido y todo esto era un extraño sueño.
Preparé mi cama para acostarme, quise apagar la luz pero no me atreví, miles de pensamientos rondaban mi mente… así pase el resto de la noche y amanecí sin haber dormido un minuto.
Tomé la decisión de usar las pastillas que me habían recetado, pasé el día arreglando el jardín, el cuarto donde almacenaba mis herramientas, la cocina, mi cuarto, el recibidor, en fin, no paré en todo el día, quería mantenerme ocupado y obligar a mi cuerpo a descansar después de una ardua labor.
Fui a darme una ducha y ponerme ropa cómoda para descansar, cuando salí del baño procedí a vestirme, mientras lo hacía escuché como si alguien estuviera en el primer piso, esta vez no me quedaría sin verificar mis sospechas, baje rápidamente y a medio vestir por las escaleras, sin embargo no encontré nada, ni a nadie ni a ella…
Editado: 12.10.2020