Antonia Me Llevó A La Locura

Capítulo 2

Preguntarán de quién hablo, bien les contaré… 
Yo era un hombre exitoso, era escritor, tuve un par de best sellers en el mercado,  me asediaban las mujeres pero siempre pensé que era por mi fama.  Desde niño estuve enamorado de la niña de junto, aunque ella ni me miraba…                                                            
Ya en la adolescencia fue donde por primera vez hablamos, siempre me pareció una mujer hermosa y fascinante, sabía qué pintaba incluso me inscribí a esa clase sólo para verla, allí fue donde cruzamos palabra inicialmente.  Me encantaba su forma de plasmar sus sentimientos en un lienzo, a mí realmente no sé me daba eso de la pintura sólo lo hacía por tenerla cerca.  

Un día, el instructor hizo un ejercicio en parejas y creo que tanta fue mi fe que Dios (o el diablo) me permitió que ella fuera mi compañera, al fin la tenía cerca, su hermoso cabello negro y esos hermosos ojos de un azul más profundo que el mismo cielo me tenían hipnotizado, había ensayado millones de veces ese primer diálogo pero no fue como lo imaginé por tantos años, estaba mudo, apenas pude decir un tímido “Hola”  ella me miró y echó a reír, me dijo entre carcajadas: “tranquilo que no muerdo”  me sentí muy estúpido pero luego me relajé,  le dije: “mucho gusto me llamo Ernesto” a lo cual ella contestó: “Sí lo sé, ¿eres mi vecino de junto no? vaya presumido, si no es porque nos toca trabajar juntos jamás me hubieras dirigido la palabra”. Quedé frío, qué tonto yo, tantas veces que la veía y nunca dije nada, pero al mismo tiempo me alegró saber que ella me tenía presente, quise explicarle pero no encontraba las palabras así que mejor no dije nada.                                                              
El instructor empezó a explicar lo que debíamos hacer, yo la verdad no entendía nada, ella lo notó,  se puso muy seria y me dijo:  “Si me va mal por tu culpa te mato, tú pintas horrible, por cierto mi nombre es Antonia”.

Ese primer encuentro para mí fue impactante, aún después de tantos años puedo recordar cada detalle como si hubiese sido ayer, mi bella Antonia me tenía a sus pies, no puedo hablar de ella sin devolverme en el tiempo.

Subí a mi habitación llevaba un vaso de agua conmigo, me tomé dos pastillas para dormir, poco más de media hora empecé a sentir pesados los ojos apagué la luz y caí en un profundo sueño, dicen que cuando soñamos vemos cosas que nos dan miedo o aquello que anhelamos con el corazón, yo soñé con ella, mi amada Antonia, más que un sueño era un montón de recuerdos de situaciones vividas que por lo general terminaban en pelea, hoy en día pienso que pude haber evitado muchas de ellas si le hubiera cedido a sus caprichos, la amaba con toda el alma pero siempre mi orgullo de macho me llevó a hacer cosas que en el fondo no quería.

Creo que dormí por un poco más de 12 horas, realmente había descansado, eran alrededor de las 10 de la mañana bajé a prepararme algo, abrí la nevera para idear un desayuno con lo que disponía, finalmente me hice unos huevos con tocino, un poco de jugo de naranja y un par de tostadas, cuando me disponía a comer recordé que a Antonia le encantaba desayunar esos huevos con tocino, creo que al soñar con ella inconscientemente los preparé, cuánto deseaba que estuviera aquí para complacerla, la extrañaba tanto y me sentía culpable, pues siempre sentí que se fue debido a mis comportamientos.

Salí a caminar un rato, quería despejar mi mente de los recuerdos de Antonia, hacía un hermoso día, los pájaros revoloteaban por mi jardín,  los rayos del sol eran tan cálidos que podía sentir sus suaves caricias en mi rostro, llegué hasta la entrada de mi villa la cual está formada por un arco de rosas, apenas y estaban empezando a dar sus brotes, ya quería verlas florecer, me di vuelta para regresar y vi a una mujer que me observaba desde la ventana de mi cuarto, salí corriendo desesperadamente mientras gritaba su nombre… Antonia.

Subí rápidamente las escaleras pero no la hallé, la busqué en cada rincón de mi villa y no apareció, empecé a creer que me estaba enloqueciendo, a fin de cuentas era imposible que estuviera aquí.

 



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En el texto hay: asesinato, ambicion, empoderada

Editado: 12.10.2020

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