Capítulo 4

—No puedo negar que la firma del contrato ha sido un éxito —Steve brindo con Thanos y Spencer —Todo salió de maravilla.

Los tres hombres se sentaron a hablar del éxito, al pasar las horas, Spencer se puso de pie.

—Ya es tarde, debo marcharme —mira su reloj de pulsera —Pensé Philippa vendría, esperaba verla, se la pasa visitando la empresa.

—Que despistado, lo había olvidado, le diré a mi secretario se ponga en contacto con mi hija, para que regrese mañana mismo a Genevium.

—Ese pequeño diablito ¿estaba fuera del país?

—Está fuera de control con los celos hacia toda mujer que se le acerca a Thanos, el equipo que vino estaba conformado en su mayoría mujeres, lamentablemente hubiera arruinado el contrato con sus celos.

—Debes comprenderla esta enamorada de Thanos desde que lo conoce —Spencer se rasca la cabeza.

—No debes justificar el mal comportamiento de mi hija.

—No lo hago, solo pienso que Philippa no ha tenido la oportunidad de conocer a otros hombres, estoy seguro que cuando conozca a alguien más su amor fantasioso por Thanos se esfumara —Thanos por alguna extraña razón frunce el ceño al escuchar a su padre.

—¿Y que propones?

Spencer se encoge de hombros.

—Da una fiesta e invita a todas las familias poderosas de Ciudad El Sol, ciudad Dorada y verás cuantos hombres querrán casarse con Philippa.

—Lo que propones papá es que muchos cazafortunas la persigan.

—Philippa ya creció y se ha vuelto en una belleza excepcional, cualquier hombre se volverá loco por ella.

—No estoy de acuerdo, Philippa es alguien que no ha madurado lo suficiente y lo único que lograremos es que cazafortunas la acechan.

Spencer se encoge de hombros

—Te estaba mostrando una salida hijo mio, apenas mi sobrina conozca a otro hombre créeme que la obsesión que tiene por ti se acaba.

                          *****

Philippa leyó el mensaje que le envió el secretario de su padre, apaga el móvil y lo guarda en su bolso.

Su mirada se centra en el hombre que está hablando de sus pinturas, la exhibición había sido un éxito total, tanto así que después de una semana, habían vuelto a abrir la galería con las obras de Piers Aylmer.

Philippa se detuvo frente a la pintura que le encantaba.

—Te la obsequio —ella niega con la cabeza, había visto el precio, no privaria de ese dinero a Piers ni a la galería —¿porque no? Las veces que hemos venido, te detienes frente a ella por horas.

—No entiendo de arte, pero te puedo asegurar que me siento como esa pintura, una parte de mi oscura sin saber que quiero o que deseo, la otra parte feliz como esa hermosa primavera que has pintado, otra parte impotente como esa parte donde has pintado el hielo —se gira hacia él —Me identifico con tu pintura de las estaciones abandonadas del año.

Piers Aylmer miró la pintura, en un lado estaba un zapato de mujer olvidado y el hielo lo había atrapado, en otra parte de la pintura había un retrato de una pareja que el tiempo había borrado sus rostros, estaban en la oscuridad, vio el corazón en la primavera rebosando de felicidad sin saber que por una pequeña parte de él la sangre se estaba escapando y llegando hacia una torrencial tormenta que poco a poco acabaría con él.

—Supongo así te sentías cuando lo pintaste.

Piers Aylmer no dijo nada, solo le sonrió a Philippa.

                                     *****

—¿Dónde está Philippa? —Steve llama a su secretario, estaba en su mansión cenando, había invitado a Thanos 

—Hace una semana le envié un mensaje a la Señorita Cobham que regresara a casa, pero no respondió.

—¿Una semana? —Steve frunce el ceño, toma su móvil y marca el número de su hija, no acostumbraba llamarla, el móvil sonó y sonó, cuando iba a cortar ella contestó.

—Padre 

—Hace una semana se te ordenó volver a casa ¿Porqué no has obedecido?

—La exhibición no ha terminado —fue su respuesta —Cuando terminé volveré a casa. Descansa papá —cortando la llamada.

—¿Porqué no ha vuelto? —pregunta Thanos.

—No ha terminado la exhibición que andaba viendo, vuelve cuando termine, ando muy despistado, si no me hubieras preguntado por ella, no recordaría que hace una semana debía volver.

—¿No has ido al médico Steve? 

Él niega

—Creo es cansancio, me tomaré las cosas con calma, he estado pensando en lo que dijo Spencer, mi hija necesita un hombre a su lado, si yo falto no quiero que ella quedé sola.

—Creo que Philippa es muy joven aún como para casarse.

Steve sonríe.

—Su madre tenia dieciocho años cuando se casó conmigo, piensa en que sería lo mejor si Philippa tiene a alguien en su vida, mi hija se ha pasado de la raya contigo, por sus celos.

Thanos no responde, extrañamente ella había estado en silencio desde que se había marchado para Oland, ella que no dejaba de acosarlo todo el dia, ahora no enviaba ni los buenos días.

        *****

Philippa no deseaba regresar aún a Genevium, no se sentía preparada para ver a Thanos.

—¿Desde los ocho años lo amas? —su relación con Piers había crecido todo este tiempo, ella se sentía protegida con él, en confiarle lo que la estaba atormentando.

—Patético —él negó.

—En el amor no se manda —la mirada de Piers se perdió en el hermoso campo de flores —Debo regresar a Genevium ¿Estás de acuerdo que lo hagamos juntos?

—¿Cuándo nos vamos?

—Mañana —ambos se quedaron en silencio, pensando en sus fantasmas que los esperaban en Genevium

        ******

—¡Thanos! —la mujer cabello negro, corrió hacia el guapo Thanos para fundirse en un abrazo.

Cecily Danet había vuelto a Genevium, estaba de vacaciones en la universidad, y que mejor manera que pasarlas con su futuro esposo, aunque realmente era porque una de sus amigas le había hablado del compromiso con Philippa Cobham, se decía que era una mujer celosa, que irrumpia donde él se encontraba y le hacía escenas de celos, así que rápidamente voló hacia Genevium para marcar su territorio, ella era la futura esposa de Thanos y nadie más, había vuelto para poner en su lugar a Philippa, sonrió cuando él la suelta.