Apartada Para El Alpha ( I libro )

Capitulo 27: ¿Habilidades Ocultas? (parte uno)

"Tengo 99 problemas, pero un abrazo tuyo arregla 100"

Fumiko Ibars

-¿E... es una broma, cierto? -dije, sintiendo que mi corazón se encogía en la garganta, como si se me fuera a salir del pecho. Mi mente se llenó de mil pensamientos, cada uno buscando una explicación lógica, una mentira que pudiera desmentir lo que estaba escuchando. Cada vez que intentaba procesar lo que Ai acababa de decir, mi mente se nublaba más. No podía ser cierto. No podía. Pero cuando la vi negar con la cabeza, esa mirada en sus ojos... su rostro tan serio, tan lleno de tristeza, supe que no había vuelta atrás. La horrible verdad me estaba envolviendo.

-No lo es, desde hace un par de días está así -dijo Ai, su voz temblando ligeramente, pero cargada con una amargura que caló hondo en mi pecho. Fue como si me hubieran arrancado el aire de los pulmones. Todo en mí se detuvo. Estaba paralizada por el peso de sus palabras, mi mente intentando hacer que todo tuviera sentido. Pero lo único que sentí fue un vacío helado. Sin embargo, algo dentro de mí se negó a ceder, a quedarme ahí, a no hacer nada. Tenía que ir.

Con una rapidez casi mecánica, di media vuelta y miré hacia el bosque. El paisaje parecía más oscuro que nunca, más inquietante. El viento lo acariciaba, creando ruidos extraños que me erizaban la piel. Me sentí como si el bosque mismo estuviera llamándome, arrastrándome hacia su interior. Mi alma, aunque rota, se aferraba a una última chispa de esperanza, como si el riesgo de adentrarme allí pudiera ser la única forma de salvarlo. La preocupación, el miedo, el deseo de encontrarlo... todo se mezclaba en mi interior, dejándome con una sensación de descontrol.

Comencé a caminar hacia el bosque. Mis pasos eran lentos, casi vacilantes al principio, pero la fuerza de mis pensamientos me impulsaba hacia adelante. Cada paso parecía más pesado, como si la tierra bajo mis pies se oponía a mi decisión. Pero lo necesitaba. Tenía que encontrarlo.

-¿Qué vas a hacer? -preguntó Ai, tomando mi brazo con urgencia, deteniéndome en seco. Su voz estaba llena de una mezcla de preocupación y miedo, pero yo no podía detenerme ahora.

-¿Qué no es obvio? -respondí, tratando de mantener la calma, pero mi tono salió más áspero de lo que esperaba. Sentía que la rabia empezaba a subir por mi garganta, como un volcán a punto de hacer erupción. Jugué con el brazo que ella aún sostenía, jalándolo para que me soltara. Estaba furiosa, no solo por su intento de detenerme, sino por el hecho de que todo esto me estaba destrozando. No quería que nadie me detuviera. No podía permitirlo.

-Voy a buscarlo... -agregué con voz baja, pero decidida, mirando a Ai a los ojos. Mi mirada debía haber sido como el hielo. No me importaba lo que me dijera, mi decisión estaba tomada. Sin embargo, Ai negó con la cabeza tan rápidamente que su gesto fue como un golpe. Su rostro reflejaba algo que no podía soportar ver: desesperación.

-Ayer lo fui a buscar yo y me atacó. Dai está fuera de control... Puede dañarte -dijo, su voz quebrándose con la última palabra. Su mirada estaba tan llena de miedo, que incluso me hizo vacilar por un segundo, como si una pequeña parte de mí se preguntara si realmente debía seguir adelante. Pero esa parte de mí fue barrida de inmediato.

Le dediqué una mirada fría y calculada, mientras ladeaba la cabeza, observándola como si fuera una desconocida, como si su preocupación fuera algo distante. Estaba demasiado enfocada en lo que tenía que hacer.

-Ah... ¿y tengo cara de que me importe? -pregunté, mi tono más cortante de lo que pretendía. Hice un puchero falso, una mueca de desdén, mientras las palabras salían de mi boca como veneno. Podía ver en sus ojos que estaba disgustada, preocupada, pero no podía detenerme. No podía dejar que nadie me hiciera cambiar de opinión.

Ai frunció el ceño y me tomó del brazo con más fuerza. Sentí su mano apretar mi piel, pero no me importó. Yo ya no era la misma. El miedo se había transformado en furia.

-No me detendrás, Ai, ni lo intentes -amenacé, mi voz temblando de rabia. Mis ojos brillaban con una determinación que nunca había mostrado antes. Estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario, incluso si significaba pelearme con ella, con cualquiera, con todo el mundo.

En ese momento, Riu apareció, como si supiera que lo necesitaba, y, como siempre, me miró con esa mezcla de preocupación y comprensión.

-Yo te acompaño, bonita -dijo, acercándose a mí. Su tono era tan tranquilo, tan familiar, que me hizo sentir un poco de consuelo en medio de todo este caos. Riu me conocía, sabía que nadie podría cambiar mi decisión. No me quedaba otra que aceptar su apoyo.

Ai, al ver que era inútil, soltó mi brazo, su rostro mostrando una furia apenas contenida. Se cruzó de brazos, mirándonos mal, sin decir palabra. Era como si su actitud me desbordara, pero no podía detenerme por ella, no ahora.

-Si es así, yo también los acompaño -dijo Ai, su mirada desafiante fija en mí. No podía entender por qué, a pesar de todo, aún quería quedarse, pero lo cierto era que no podía dejar que me fuera sola.

-Y nosotros igual -dijo Josh, acercándose a mi lado con paso firme. Estaba claro que nadie me dejaría ir sola, y, en el fondo, me sentía agradecida, aunque mi orgullo no lo aceptara.

Suspiré, un suspiro pesado que contenía la frustración y el cansancio. Chasqueé la lengua con molestia.

-No les he pedido a nadie que me acompañe. Iré sola. Y nadie me acompañará. Fin de la discusión -dije, dejando claro que mi mente no cambiaría. Mi tono era frío, distante, aunque una parte de mí deseaba que no me dejaran ir. Colocando mis manos detrás de mi nuca, me di la vuelta y comencé a caminar hacia el bosque nuevamente.

Riu se encogió de hombros con una sonrisa ladeada, como si ya supiera que nada podría detenerme.

-Ya que... -dijo, dándome una última mirada-. Cuídate, bonita -agregó, su tono tranquilo a pesar de la situación. Sonrió de forma ladina, como si me conociera mejor que nadie. Tomó a Ai del brazo y la arrastró de vuelta a la casa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.