Apartada Para El Alpha ( I libro )

Capitulo 36: Lo haré

Narra Fumiko

Llegué rápidamente al cuarto y cerré la puerta con algo de brusquedad. Tenía que averiguar cómo salir de aquí, y lo más importante, sin levantar sospechas. Mi mente estaba en caos, pero debía mantener la calma. No podía dejar que ellos lo notaran.

—Bonita—, me llamó Riu desde el otro lado de la puerta. Mi respiración se detuvo por un segundo, pero luego me acerqué y abrí rápidamente.

—¿Qué pasa, Riu? —pregunté de manera tranquila, aunque mi voz sonaba un poco más tensa de lo que esperaba.

—¿Estás bien? —me preguntó preocupado, lo cual hizo que mi ceño se frunciera un poco. Asentí, aunque no era completamente sincera.

—Sí, Riu, solo estoy un poco cansada —fingí un bostezo mientras me frotaba los ojos, tratando de no mostrar lo que realmente sentía. Él se acercó y, antes de que pudiera reaccionar, me besó la frente.

—Bien, descansa, bonita. Nos vemos mañana —me dijo con una sonrisa. Asentí, sonriendo de manera forzada, y luego vi cómo se dio la vuelta para salir. Cerré la puerta rápidamente, terminando de empujarlo fuera, y me dirigí al closet.

Mi corazón latía rápido mientras buscaba una mochila. Encontré una vieja, algo gastada, pero perfecta para lo que necesitaba. La tomé, la abrí y comencé a meter algunos cambios de ropa. No podía llevar demasiado, pero sí lo suficiente para lo que me esperaba. Cuando terminé, escondí la mochila en un lugar donde Oshin no pudiera verla.

A continuación, saqué un pijama y me cambié rápidamente, aunque mi mente seguía ocupada en la idea de escapar. Seguro piensan que me estoy precipitando con todo esto, pero no me quedaba otra opción. No puedo permitirme morir. Y mucho menos pelear con él. No podía.

Salí del cuarto con la pijama puesta, tomé el libro y me senté en la cama a seguir leyendo. Mi mente estaba a mil, y solo la lectura me ayudaba a calmar un poco la ansiedad. Pero, al final, me quedé dormida.

"— ¿Otra vez aquí?— me pregunté extrañada mientras miraba la casa donde me encontraba, un lugar que parecía familiar, pero al mismo tiempo lejano.

—Así es, linda —dijo una voz conocida. Era el mismo hombre castaño de mi sueño anterior. Él parecía más relajado ahora, como si todo lo que había sucedido ya estuviera predestinado. —Lo dedujiste todo rápido. Digno de ti… —dijo riendo, y esa risa no me hizo sentir ningún consuelo. De hecho, me hizo sentir más incómoda.

—¿Cómo te llamas? —le pregunté, desconcertada.

—Garret —me respondió, como si nada. Asentí, aunque mis pensamientos seguían nublados.

—¿Soy esa chica? —le pregunté, la defensiva, cruzando los brazos. No quería creerlo, pero él solo rio de lado mientras asentía, convencido.

—Debe ser una broma... —me quejé, pasando mis manos por mi rostro, tratando de despejar la confusión en mi mente.

—Ve a esa cabaña del libro y verás que no es ninguna broma —me dijo, mientras sus ojos brillaban con una extraña intensidad. Lo miré entre el hueco de mis dedos, algo preocupada. —Necesitas salir de ahí. El lobo que te atacó fue porque sintió tu poder emerger y quería matarte para obtenerlo —me explicó con tono serio.

—¿Qué pasará con Oshin? —pregunté, el miedo y la tristeza invadiendo mi pecho al pensar en él. Garret me miró con una expresión seria y se encogió de hombros.

—El mismo te dijo la respuesta, linda —respondió, como si todo estuviera decidido. Eso hizo que mis ojos comenzaran a picar, como si las lágrimas estuvieran a punto de salir.

Garret se acercó a mí y me abrazó, lo que hizo que mi cuerpo se tensara antes de comenzar a llorar. No podía dejar que esto sucediera, no podía permitirlo.

—No dejes que eso pase. Cumple con lo que te tocó —dijo, acariciando mi cabeza. Pero yo no podía.

—No puedo separar a esas familias —solté entre sollozos, el dolor apoderándose de mí mientras mi mente luchaba contra esa realidad.

—Tienes un gran corazón —suspiró con pesadez, como si la tristeza le envolviera también. —Pero si ellos siguen aquí, todo el balance entre las líneas se perderá, y mi trabajo de décadas desaparecerá. Si no regresan a su línea, podrían morir... Con cada generación, se hacen más débiles aquí —me explicó, y una punzada de terror recorrió mi cuerpo.

—¿No pueden quedarse aquí? —pregunté con desesperación, con la esperanza de que hubiera alguna otra opción.

—Podrías mantenerlos aquí, pero necesitas aprender a dominar tus poderes. Y para eso, necesitas hacerlo con toda libertad, sin temor a que alguien te encuentre —me explicó, con una mirada seria. —Si se dan cuenta de que finalmente llegaste aquí, te matarán y ellos morirán poco a poco. En esa cabaña podrías entrenar sin preocupaciones por ahora —me indicó.

Lo miré fijamente, entendiendo la gravedad de sus palabras.

—Bien —respondí sin dudarlo, aunque mi mente seguía a mil por hora. Garret sonrió y se acercó a mí. Me besó la frente, y sentí un cosquilleo recorrer mi piel. Su sonrisa era cálida, pero la incertidumbre seguía en mi pecho.

—Cuando llegues, aparecerá Connor, el guardián de allí. Con él no te pasará nada, y él te reconocerá —me explicó. Asentí, tocando mi frente mientras me preparaba para lo que vendría. —Ahora ve, estaré al pendiente de ti, linda —me dijo, y yo le sonreí de vuelta.

—Adiós, Garret —me despedí, levantando la mano, y todo a mi alrededor se desvaneció en un negro profundo. "

Abrí los ojos con pesadez, el cansancio aún envolviendo mi cuerpo. Miré la ventana y vi la luna llena, con Oshin a mi lado, ya vestido con ropa normal. Seguro acababa de llegar. No podía permitir que todo se derrumbara. No podía dejar que murieran. Y mucho menos permitir que me mataran.

Me levanté de la cama con cuidado, intentando no hacer ruido. Tomé los libros y salí al balcón. Sabía que tenía que encontrar el mapa hacia la cabaña. Después de buscar durante unos minutos, lo encontré. No estaba cerca, y me tomaría un tiempo llegar allí, pero tenía que hacerlo. Y no solo eso, también debía escapar sin que nadie sospechara.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.