Asunto: Para mi Hija Shandra y para Sophia, Esposa mía 12/02/2032
Nunca antes me había preguntado la razón por la que todavía aun vivía. A pesar de ello, seguí viviendo.
Las cosas se nos han salido de las manos; el caos es general a nivel mundial: Hambrunas, masacres, violaciones, sequías, catástrofes naturales. Mi sangre que se había helado por la naturaleza humana, hoy yace regada en el asfalto.
Estuve durante un tiempo muy cansado de mi existencia. No tenía muchos motivos para seguir viviendo; pero todavía guardaba la esperanza de reunirme con ustedes algún día. Desde entonces, me había alistado formalmente a las fuerzas armadas. Cuando estaban conmigo, ¿Recuerdan que estaba realmente entusiasmado por ello? Pues a decir verdad, me duele haber estado ahí. Desde el primer día, una figura negra atemoriza mis noches. Aquella figura me obligaba a empuñar un cuchillo, e ir en contra de unos niños. Me decía con su profunda voz que los matara y me suicidara.
Despertaba en medio de la noche, con mi mente turbia. En momentos juré que había escuchado a alguien susurrarme algo al odio; sabía que no estaba soñando, porque una vez sentí el viento de aquella voz sobre mi oreja.
En el ejército nos enseñaban que el soldado siempre debía de tener la sangre helada; y era necesario para las actividades que hacíamos. Sí, llegué a asesinar a personas durante mi tiempo en el ejército. Ahora que lo pienso, no llegué a sentir remordimientos cuando estaba allá, mas ahora me duele el pecho tan fuerte, que es insoportable.
Estaba aterrorizado. Fué ese un día antes de la armada. .
Durante toda la noche había estado escuchando voces, muchas voces. Me habían estado perturbando, pero nunca me dirigí a ninguno de mis compañeros. Por pura suerte, pude pegar un ojo.
Gritos fuertes, fuertes gritos, chirridos agonizantes y un extraño sonido de algún líquido desparramarse, me despertó.
Me sentí extraño, caminé fuera de mi habitación y me sorprendí cuando ví que todos estaban siendo asesinados por algo que no veía, pero estaba ahí, pero a la vez no estaba. Mis compañeros de habitación, todos estaban muertos, menos yo. Me llené de miedo, un puro miedo. Estaba mareado, llorando; la sensación era aterradora e incomprensible todavía para mí. Me escondí temblando más que nunca en toda mi vida; no quería que aquella "cosa" me hallara y fuera solo historia.
Ratos mas tarde, un incendio había comenzado por la zona de las cocinas. Salí corriendo sobre los cuerpos desmembrados y empapados. Sin darme tiempo a reaccionar sentí en mi espalda un fuerte ardor.
Había huído por el bosque. Corrí frenéticamente, mientras el resplandor de las intalaciones arder iluminaban todo a mi alrededor.
Ya lejos del lugar, mi cuerpo se empapó de un fuerte frío y una soledad terrible.
Llegué al medio día a una casa abandonada, la cual adopté como mi nuevo hogar. Ví mi espalda en el espejo roto: Una larga herida recorría desde la parte alta de mi espalda hasta la baja formando una J.
Pasaron 2 semanas, y cada día me siento más y más cerca de mi muerte. aparezco tirado en las calles con mis uñas llenas de carne y sangre. Muchas heridas recorren cada espacio de mi cuerpo: Rayones, huesos rotos, dolores intensos, son el pan de cada día en esta miserable existencia que me ha tocado.
Hoy en día sigo agonizando en mi lecho de muerte, pero todas las noches mi mente se vuelve confusa. Si lees esto lo mas seguro es que ya la muerte haya venido por mí, pero no llores mi amor. No soy más que una gota de agua que cae sobre el inmenso oceano; alguien insignificante para este mundo.
Para concluir por favor Sophia, dile esto a nuestra hija: Shandra hija mía, espero que estés bien y feliz. Sigue viviendo. Quiero que seas la mujer que tu madre siempre quiso que fueras; una mujer fuerte, tenaz y muy hermosa. No salgas a la calle a jugar; en estos días es muy peligrosa. Aliméntate bien, aprende todo lo que puedas, nunca desfallezcas, nunca caigas ante lo que veas. Sé, que este mundo es muy cruel para tus inocentes ojitos, pero aprende a ver eso con tranquilidad. Por favor, no caigas ante la verdadera naturaleza nuestra. Fin del mensaje a Shandra.
Adios Amor mío. Creo que hoy será mi ultimo día. Cuídate.
Para: Mi Hija Shandra y Sophía, mi Amada Esposa.
De: Su padre y su esposo