Apocalipsis

1.

Y no eras como todos, allí nadie te llegaba ni a la suela de tus tenis blancos, te admiraban de pies a cabezas, con esos ojos grises con los que mirabas todo, parecías perdida, parecías algo muerta en vida... y de alguna forma... me enamoró.

Te podría decir que las poesías y cartas eran de cualquier otro pero jamás te iba a mentir.

¿Qué se siente ser así? ¿Así de popular? ¿Así de tener al chico raro a tus pies? Yo quería ser diferente, quería presumir que no sabía de tu existencia, ¿Pero cómo no notar tus pasos en los pasillos? Aún si estaban llenos de personas era imposible no verte.

Tu cabello sedoso color azabache, tus manos finas siempre tratando de acomodarlo en una coleta. 

 

Aveces las páginas de este cuaderno se me hacen cortas.




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