Pov Narrador:
-¿Qué es ese ruido?- preguntó el profesor que tuvo que parar la clase por gritos que venían del pasillo.
-Creo que a alguien se le olvidó bajar el volumen al móvil- dijo un chico de la clase.
-Iré a echar un vistazo- habló el profesor para después abrir la puerta, pero antes de que este pusiera un pie fuera un alumno se abalanzó sobre el tirándolo al suelo para comenzar a morderle el cuello y arrancarle cachos de carne y comérselos.
-¡AHH!- chilló una chica al ver esa escena.
-¡CORRAN!- gritó alguien y todos se pusieron a correr al ver como el profesor comenzaba a levantarse junto al otro chico y comenzaban a caminar hacia ellos.
Una chica tropezó mientras corría por el pasillo y detrás suya venían cosas raras gruñendo y haciendo ruidos extraños con su garganta. Otra chica la vio y aunque no la conociera la ayudó a levantarse, pero cuando intentó caminar se quejó del dolor, ambas miraron hacia su pierna y vieron como tenía un cristal de las ventanas rotas clavado en su pierna. La chica que antes la ayudó la miró asustada ya que esas cosas cada vez estaban más cerca de ellas.
-No me dejes por favor- dijo a punto de llorar, como pudo la ayudó a caminar pero iban muy lentas y dentro de nada las pillarían y se las comerían. Pero antes de que eso pasara de una clase salió un chico junto a una chica.
-¡Ayúdame por favor!- le gritó desesperada la chica que sostenía con todas sus fuerzas a la otra. El chico la miró y miró detrás suyas pudiendo ver como habían un montón de bichos, negó y salió corriendo pero a los dos pasos se arrepintió y volvió para ayudarlas.
Con esa ayuda pudieron andar más rápido hasta que llegaron a las escaleras.
-¿Por dónde vamos?- preguntó la chica que antes iba con el único chico entre ellas.
-Bajemos- dijo el chico.
-No, es mejor subir, abajo sólo nos encontraremos con el sótano- dijo desesperada.
-Si quieres que te siga ayudando tienes que bajar con nosotros- ella gruñó y de mala gana asintió, los 4 bajaron las escaleras, con cuidado de ver que no hubiera ninguna de esas cosas abrieron la puerta del trastero y entraron pero de una ráfaga fuerte de aire se cerró de un portazo la puerta quedándose así atrapados dentro- Mierda.
-Te dije que mejor sería subir- dijo la chica seria mientras dejaba a la recién conocida chica herida en el suelo sentada.
-Agh duele- se quejó mirando su herida.
-Debéis limpiar la herida- habló la rubia mientras abrazaba al chico.
-Ayudarme a buscar un botiquín- pidió la morena, ellos asintieron y como pudieron buscaron hasta que lo encontraron.
-Toma- dijo el chico estirando su mano con el botiquín, la chica agradeció y se acercó a la otra que estaba sentada.
-¿Me dejas curarte?
-Sí- dijo con algo de dificultad.
-Si te duele mucho muerde esto- con sus dos manos se rajó la falda del uniforme de la universidad para quedarse con un cacho de tela roto y dárselo a la otra para que se lo metiera en la boca y así comenzar a sacar el cristal que tenía en la pierna. Los gritos ahogados se hicieron presentes en la pequeña habitación donde se encontraban, pero cesaron cuando acabó de curar la herida y vendarla- listo- sonrió a la otra chica mientras se sentaba a su lado.
-Gracias.
Todo se quedó en silencio, ninguno hablaba, pero en ese momento lo que menos se necesitaba era silencio, necesitaban pensar en como salir de allí.
-¿Cómo saldremos de aquí?- preguntó el chico.
-No sé, ¿tienes algún plan?- le respondió la que estaba sentada con la herida.
-Ninguno, por eso pregunté.
-Primero deberíamos presentarnos ¿no?- propuso la chica abrazada al brazo del otro.
-Sí, será lo mejor, yo empiezo, soy HoSeok.
-Yo soy Eun-bin su "amiga"- dijo entre comillas ya que ambos tenían una relación de amigos con derecho.
-Yo soy Michiko- habló ahora la chica que ayudó a la herida.
-Y yo soy Ara- todo se volvió a quedar en silencio hasta que fue interrumpido de nuevo- y bueno... ¿cómo saldremos de aquí?
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Un beso de parte de las escritoras
Esperamos os guste la nueva novela y la disfrutéis
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