Apocalipsis: Misión Herencia

Versículo 4.- Que bonito lugar. Ahora los toros me odian…

06/07/2017 10:00 am

La cosas fueron relativamente bien… pese a lo que dijo Ethan a Franki de “que no lo maten en el camino” creo que fue una pequeña exageración. Tomo tiempo debido al tráfico del Londres pero finalmente logramos salir (al mismo tiempo pude ver mucha maravilla de esta hermosa ciudad) y continuar hacia un bosque… supuse que estábamos cerca del “Refugio”.

Ya llevábamos 2 o más horas desde que partimos de la oficina de Ethan y sigo sentado detrás de la limosina (ya me duele el culo y se me durmieron las piernas) note cosas poco comunes en la limosina, aparte de estar decorada con una temática japonesa también pude notar varios pequeños amuletos de distintas formas y todas tomaban forma de arma.

Pasaron como 10 minutos hasta que finalmente paro la limosina. La ventanilla en frente de mí se abrió y se asomó el chofer Franki. Tenía esa misma expresión súper ruda, pero al mismo tiempo, pude notar que sus ojos emitían un brillo de tranquilidad. Con un gesto en la mano me indico que me acercara y con desconfianza lo hice… no me fiaba de su ruda cara.

 En la mano me entrego una especie de audífonos extraños, eran lo suficientemente pequeño para entrar en cada agujero de los oídos, pero al mismo tiempo, lo suficientemente grande para que no se hundieran y algo extraño que vi en esto, es que tenía escrito algo como “marca Hefestos” (que curioso…) me sorprendió un poco leer el nombre de un dios griego en aquel dispositivo.

Franki me indico con un gesto, que me los colocaras en los oídos. Pude entender bastante bien, hice caso… una vez parecieron un pequeño pitido (Dios como odio los pitidos agudo). En eso, por primera vez pude escuchar la gruesa y áspera voz de Franki no era casi tan intimidante como la de Ethan pero era imponente.

— Te he dado un traductor… ¿puedes entenderme? — Pregunto este de una forma bastante calmada y con un acento bastante fuerte en lo que respecta al inglés (para ser más exacto, uno británico).

Solo me limite a asentir con la cabeza… ahora entiendo, no me había dirigido la palabra por que no habla español… espera… ¿Entonces Ethan habla tan bien el español que no se le nota el acento? (Como diría un español… he flipado).

Repentinamente frunció el ceño — Bien, ahora bájate de mí limo, tengo trabajo y no tengo tiempo de cambiarte el pañal. — Dijo con un tono amargo, por alguna razón yo le caí mal (y el me caía mal… si lees esto Franki el sentimiento es mutuo).

Gruñí disgustado — Ay pero que amargado — Dije.

Procedí a obedecer. Tome mi mochila /Bolso negro el cual tenía dibujos de pequeñas referencias de videojuegos hecha por mí. Tras bajar de la limosina, Franki piso el acelerador con todas sus fuerzas y en un instante se alejó dejándome en la carretera en el medio del bosque. 

Con claro disgusto aprete la mandíbula — Mínimo dime dónde está ese refugio… imbécil. — Dije algo molesto entre susurros.

— Igual de ciego que siempre. — hablo una voz detrás de mí.

Me di la vuelta rápidamente, esa voz me sonó familiar. Y si, efectivamente era el… Bomber estaba detrás de mí apoyado en uno de los árboles, vestía ahora de unas botas militares con camuflaje verde, una franela blanca de lana con un logotipo en el medio de una franquicia de película de guerras en el espacio, El pantalón el igual de militar con el mismo camuflaje que sus botas, la chaqueta que lleva era de lana (y este es bastante gruesa) de color negro (otro pequeño detalles, esta chaqueta tiene capucha), y estaba bien decorada , en el lado izquierdo de su pecho estaba el mismo símbolo que estaba en el de Ethan (la espada alada con corona) y en el lado derecho una pequeña placa que no alcanzaba a ver y sus manos la cubrían unos guantes los cuales no tenían dedo.

Este rápidamente extendiendo los brazos — Bienvenido a Loughton — Dijo el dándome la bienvenida a su estilo.

Sonrió con alegría a verlo — ¡BOMB! — Grite.

— ¡YO! —dijo el imitando mi grito de alegría

Me acerque de inmediato a abrazarlo y el rápidamente me correspondió… era más alto que yo pero poco me importaba (¿¡POR QUE DIOS ME HA HECHO ENANO!?). Tras separarnos, el cuela su brazo derecho por encimas de mis hombro y detrás de mí cuello. Comenzó a caminar con pasos ligero y yo simplemente lo seguí.

Con una amplia sonrisa le correspondo— ¿Qué haces aquí? Pensé que no te volvería a ver. — pregunte curioso

Me dedico una picara sonrisa — Venga hombre, piensas que te libraras de mí tan fácilmente. Apropósito, ¿qué tal está tu estomago? — pregunto amablemente.

Me tome mi tiempo para responder, acabo de darme cuenta de que ya no me dolía, pase mi mano para asegurarme y lo único que sentía era nada ni menos que hambre pura… (Normal cuando no he comido en 23 horas). Entonces mi mente reparo en una cosa.

Repentinamente sentí mi estomago suplicar por algo de comida. — Con bastante hambre… ¿¡Y Sky!? — Pregunte preocupado

Se tomo un momento, parecía que intenta recordar algo. — En esto momentos debe de estar finalizando su “clase” con “Q.C”— Me respondió

Por alguna razón note comillas en Clases debido a la forma en como lo decía… y ahora la preguntas daba más curiosidad era averiguar quién era “Q.C”. Caminamos varios metros dentro del bosque, me comenzaba a extrañar que tan profundo estuviera ese tal refugio, a esta altura ya debería de haberla visto.



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En el texto hay: misterio, mitologia, accion

Editado: 30.09.2023

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