Apocalipsis: Misión Herencia

Versículo 5.- ¿ahora cómo debería decir?… ¿Dios o Dioses?…

06/07/2017 12:00 pm

Me estoy hartando de esto… en serio, siento que una roca de vergüenza enorme de 30 metro de altura me está aplastando sin parar (obvio no lo digo literalmente, pero creo que entiendes el punto) … solo espero que aquí haya pantalones nuevos.

Hablando de cosas nuevas, mientras estaba inconsciente tuve uno de eso sueño extraño. Mejor dicho, visión (sí, creo que queda mejor). Me encontraba en una playa junta un mar enorme que se extendía por kilómetros o eso creía, en eso kilómetros se encontraba más de 4 tornados gigantesco que parecía crear desastres a los pobres peces del lugar, el cielo estaba en un gris oscuro indicándome que estábamos en un tiempo de tormenta. Sentí mi corazón estrujado ante tal escena y ver tal peligro natural me causaba un gran miedo.

A pocos metros a mis espaldas escuche una voz masculina, la reconocí inmediatamente, era la misma que emergía del minotauro, pero sin este tono monstruoso, cuando repare en ella, me encontré a una persona bastante normal o dentro de lo que sabe.

Su tez blanca clara estaba totalmente bronceada debido a su color cobrizo, todo su cabello era liso y negro, estaba totalmente echado para atrás. Y en común con el color de su cabello lo eran sus globos oculares acompañado de unas pupilas rojas me pareció raro y extraño y de alguna forma sabía que pronto tendría que acostumbrarme a esas palabras. Concluyendo su barba era corta casi parecía de los 3 a 5 días, una nariz ancha y triangular y pequeñas ojeras que indicaba un mal sueño. Vestía de una franela de lana sin mangas de un gris poco negro, vaqueros azul marino y una… ¿cola?, de color roja carmesí con la punta de flecha… idéntica a la cola de un… demonio. (y no tenía calzado, parecía que quería disfrutar de la arena de la playa).

Sonreía con satisfacción. — En 3 días las puertas estarán expuestas… debe de ser muy frustrantes no poder avisar a tus compañeros… ¿o no pequeño ángel? — Dijo en tono un tanto burlesco como coqueto

¿Ángel?... en ese momento note detrás del hombre que estaba una mujer con las manos en la espalda y alrededor del cuello, torso y piernas unas especies de cadenas doradas que parecía de oro puro. Un gemido salió mí al darme cuenta de que se trataba de mi madre adoptiva. Su cabello castaño claro apenas le podía llegar hasta los hombros y este estaba totalmente desordenado y alborotado, sus hermosos ojos parecían emitir una gran ira sin mencionar el ceño fruncido.

Su carnoso labio estaba estrujado de rabias y se podían ver claramente como apretaba la mandíbula. Una nariz algo pequeña tenía las fosas nasales algo abierto, parecía que le costalara respirar. La mayor parte de su ropa era negra incluyendo sus botas, pues esto era parecido a los militares, de cuero, pero tenía un aspecto bastante… ¿victoriano?, no sabría decir que era la palabra correcta, pero era lo único que se me ocurría.

Portaba unos vaqueros negros claramente chamuscado… algo me decía que había pasado por una especie de incendio y eso no hizo más que agitarme los nervios… traía una especie de chaleco de cuero y desde el estómago hasta el pecho estaba adornado con cinturones de cuero con algo plateado que sujetaba cada uno. Sentí impotencia a ver sus brazos, pues estaban llenos de cortes y moretones… algo me decía que si había estado en una feroz pelea.

Forjando las cadenas se acercó un poco a el — ¡Púdrete! — Bramo ella.

Pensé que se limitaría simplemente a reír como cualquier villano genérico, pero sin embargo solo hizo una mueca de desagrado no volvió para verla, se quedó mirándome. Casi me da un infarto pensé que de verdad me estaba mirando, pero reparé rápido en que estaba los grandes tornados que estaba ocurriendo en el mar. Entonces en aquel momento una llama/Fuego azul broto de la nada en frente de aquel demonio con aspecto humano mientras emitían una chirriante voz algo apagada pero áspera y con leves tonos agudo.

— ¿Recibió el mensaje? — pregunto la voz misteriosa

Rio satisfactoriamente — Definitivamente, Solo es cuestión de esperar a que sea capaz de llegar a esta isla. — Dijo el hombre de ojos negros

— Es capaz… Y, Mike… ¿cómo esta nuestra invitada? — pregunto curioso

Percibir un pequeño tono de burla en “invitada”, el hombre solo se limitó a sonreír de forma macabra dejando ver sus enormes colmillos. Volvió su vista hacia atrás y de nuevo regreso para mirar a la flama azul. — De maravilla… es increíble los miedos que puede esconder un bello ángel ¿Y a ti?... ¿necesitas diplomacia con los olímpicos menores? — dijo en un tono levemente alegre.

Gruño — Cállate, no olvide que los mestizos puedes espiarnos desde sus proféticos sueños. — Hablo la flama azul.

Rápidamente la escena cambio, no pude ver más de aquella conversación, pero me alegraba de ver Mary aun vivita y coleando. Por otra parte, le generaba esa duda de los “Olímpicos Menores”, puede que sea tontería de mi parte, pero solo pensé en los deportistas de las olimpiadas.

Por otra parte, volviendo a lo principal Regrese nuevamente a aquella sala de mármol donde se encontraba la espada que se incrustaba en la piedra…. Sin embargo, estaba deteriorada, oscura, vieja y hasta abandonada, la naturaleza poco a poco estaba tomando el terreno de la sala. Y junto a la empuñadura de la espada, estaba alguien... ¿Yo?, pero, si me encontraba lejos, pero al mismo tiempo estaba en ese lugar (Dios que confuso).



#4088 en Fantasía
#1765 en Personajes sobrenaturales
#5025 en Otros
#546 en Aventura

En el texto hay: misterio, mitologia, accion

Editado: 30.09.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.