- Tienes que irte, es tarde-la voz de Jack hace que saque mi vista de los libros-ya casi es medianoche.
- Lo siento señor-comienzo a guardar mis cosas en mi mochila. Ya casi estaba terminando con la tarea de Fisíca-no me regañes mamá-comento en un tono burlista.
- Solo vete-me coloco la mochila en mi espalda, me dirijo hacia la puerta y Jack me acompaña-ten cuidado y cuidate-saluda antes de que suba a mi auto-no quiero pagar por tu seguro medico si algo te pasa.
- Como digas-saludo por la ventana para luego acelerar. La ciudad está vacía y eso me sorprende. Hay uno que otro auto andando por las calles.
Al ser viernes por la noche es algo raro que no haya nadie. La calles tendrían que estar completamente repletas, como todos lo viernes por la noche. No le doy más importancia y manejo más rápido hacia mi departamento. Hace poco comencé la universidad, necesitaba un lugar en donde quedarme y ese hotel fue el indicado para mí.
Estaciono, bajo del auto y camino hacia la puerta de entrada, la cual termino estampando mi cara contra el vidrio ya que está cerrada con seguro ¿Tan temprano lo van a cerrar? Miro a mi alrededor y no hay ni un solo auto, solo estoy yo. Pruebo nuevamente abrir la puerta pero es en vano.
Me subo a mi auto nuevamente y acomodo el asiento del conductor de forma que pueda dormir comodo, pero es algo imposible. Es demaciado incomodo. Al cerrar mis ojos para apreciar mi sueño, un objeto impacta con mi auto haciendo que pegue un salto.
- ¿Que demonios?-abro la puerta para ver que o quién fue el responsable y veo una ¿Piedra?-¿Acaban de arrojar una piedra a mi auto? Mi auto cuesta más que su cerebro-hablo en voz alta, sabiendo que nadie me escucha. Cierro la puerta y contemplo la piedra. La tiro a el asiento trasero y vuevlo a cerra mis ojos. Sin darme cuenta caigo en un profundo sueño.
***
Son las dos de la tarde y aún no sale, ni entra nadie del hotel. ¿Es una broma de Mat? ese niño es un demonio andante. No sé por qué me mudé al lado de una mujer con un monstruo de hijo. Juego con mis manos cuando esucho mi teléfono vibrar. Miro el contacto y es Jack-¿Hola?-hablo acomodando el asiento.
- Tom ¿Estás bien?-lo escucho un poco alterado, hasta puedo decir que le cuesta respirar.
- ¿Por qué no iba a estarlo?-me río-¿te preocupas por mí?-hablo jugueton.
- Tienes que venir ahora a mi casa-se escuchan martillazos del otro lado-¿O quieres morir?
- ¿De qué hablas?-esperando una respuesta de su parte la llamada se corta. Demonios.
Enciendo el auto y voy a toda marcha a la casa de Jack. Veo algo de gente por las calles, pero parece que desayunaron con su cabello, es un verdadero lío. Estando cerca de la casa de Jack escucho nuevamente una piedra inpactar con mi auto ¿Es enserio? ¿Quién demonios arroja esas piedras? Sin detenerme miro hacia atras y no hay nadie. Estaciono el auto, me bajo y camino hacia la casa de mi mejor amigo. Toco el timbre y luego de unos segundo me encuentro con dos orbes verdes. Otra vez
- ¿Que haces aquí?-me mira de pies a cabeza.
- Yo tampoco estoy contento de verte, te lo aseguro-confieso entrando a su casa sin pedir permiso, dejandola con los insultos en su boca-con permiso, me equivoqué otra vez.
- Siempre te equivocas Tomas-no la esucho y voy a su jardín. Trepo la cerca y salto hacia el jardín de Jackson. Siempre me he equivocado de casa.
- Jackson-golpeo el vidrio de la puerta de atras y acerco mi cabeza-¿Hay alguien aquí con vid...-no termino cuando abre de golpe la puerta corrediza-Tarado me asustaste-toma mi antebrazo y me adentra a su casa-¿Por qué me llamaste a esta hora? No estába durmiendo, pero...-me calla.
- ¿Sabes por qué no hay nadie en las calles?-frunco mi ceño-Tom, esto es grave, todos han dejado la ciudad, no hay nadie solo estas cosas-saca su celular y busca un video.
En el, se puede ver que hay tres chicos jugando basquet y en el momento que uno emboco, una persona se tira encima de él. Abro mis ojos más de lo normal y Jack me observa. Lo único que se logra ver es sangre y más sangre salir del cuerpo del niño. ¿Se lo está...comiendo? Luego de terminar de comer a ese niño sale a correr al otro de ellos y el video se corta.
- ¿Qué fue eso?-lo miro confundido.
- Es por eso que nadie sale-guarda su celular y se va hacia la puerta principal. Parpadeo varias veces al ver que colocó madera de pino en la puerta. Con que eso era el sonido de los martillazos. No solo en la puerta, sino también en las ventanas-Por cierto-deja el martillo en la mesa-tienes que aprender que mi casa es esta, no la de Emma-asiento.
- La solucón a tu problema es mudarte ¿No crees?-se ríe-vamos, no es agradable tener a tu ex como tu vecina.
¿Cómo empiezo? Jaskson y Emma se conocieron a los doce años, a los quince se pusieron de novios y Emma lo puso los cuernos a Jack. Termiaron en el ultimo año de la secundaria y, al separarse, ninguno sabía a que universidad iba a ir el otro y terminaron llendo ambos a la misma universidad y en el mismo vecindario. Mi amigo tiene una suerte. Desde que mudaron aquí, ninguno de los dos se dirigió la palabra. Le he dicho más de una vez que se mude a otro lugar, pero no me esucha. Dejando mis pensamientos de lado, esucho un fuerte golpe en la puerta y Jack también lo escuchó.
- Quedate aquí-ordeno y asiente-me acerco a la ventana y muevo un poco la delicata, fina y transparente tela del vidrio, y veo a una mujer que está golpeando su cabeza en la puerta. Su cabello está hecho un desastre, me mira y me paralizo. Su piel es demaciado blanca, sus venas son de un color violeta, sus ojos se tornaron blancos y su frente sangra. Según mi diagnostico, este es un Zombie ¿No? Viene corriendo hacia la ventana y yo cierro la cortina, no sirve de nada, pero bueno-Cosa rara.
- ¿Qué hay?-Jackson se acerca y ve a la criatura pegando un salgo-Aún no llega el jodido Halloween-sube a toda marcha al segundo piso y no me queda otra que seguirlo. Entramos a una habitación y abre un armario-ten-me avienta un bate de beisbol-¿Recuerdas cuando jugabamos al beisbol?-asiento con mi cabeza-es ahora o nunca, debemos ganar este partido.