Apocalipsis sentimental.

8: ¿Esto es real?

Jessica.

 

Mis ojos se van abriendo, encontrándome con un Tom a mi lado, dentro de una carpa. Me siento de golpe asustada ¿Qué demonios pasó anoche? ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí? La duda me invade provocando que le diera una buena bofetada al culpable que se encuentra  a mi lado para tener explicación.

– Auh-se queja tocando su zona afectada-¿Por qué hiciste eso?

– ¿Tú, por qué hiciste esto?-suelta una sonrisa nerviosa y retoma su sueño perdido por la bofetada-Te estoy hablando-le pego con la almohada que utilizó mi cabeza-¿Por qué me trajiste aquí? Te dije que no quería venir.

– Relájate-toma la almohada y se la coloca debajo de su cabeza-ahora sí estamos a salvo, eso quería para ti-no me mira, habla con los ojos cerrado y si los tuviera abiertos ya lo hubiese matado con la mirada.

– El bunker era muy lindo, además…-mi vista se dirige hacia fuera de la carpa encontrándome con un cuerpo y unos ojos que pensé que jamás los volvería a ver-¡¡Mamá!!-grito para salir corriendo en su dirección con mis ojos llenos de lágrimas. Ella me recibe con un abrazo realmente fuerte, la extrañaba muchísimo-No puedo creer que este aquí-confieso apegándome más a ella y solo escucho sollozo de su parte, creo que ella también me extrañó.

– Como te extrañé mi pequeña-se separa para mirarme directo a los ojos llenos de lágrimas-lamento haberte dejado sola, nos llevaron a la fuerza y…-no puede continuar. Llora cada vez más fuerte y me vuelve a abrazar-Lo siento tanto, enserio.

– Está bien mamá, he estado bien, unos amigos me cuidaron muy bien-me separo-¿Dónde está papá y Bryan?-Noto que sus ojos demuestran tristeza, espero que no sea lo que estoy pensando. No, por favor.

– Bryan está dentro de la carpa-señala una de las tantas carpas-y tu padre…-sus ojos no dejan de llorar-tu padre murió cuando ayudo a cerrar las enormes puertas que están allá-señala la enorme puerta de entrada del lugar. Un dolor en mi pecho hace que el aire se vuelva demasiado pesado y no poder respirar-¿Te sientes bien hija? ¡¡Jess!!-escucho gritar a mi mamá. Mi vista se vuelve negra haciéndome caer en un sueño profundo.

 

***

 

Abro mis ojos lentamente y me encuentro recostada en una camilla, es un cuarto muy bien iluminado, pero la luz no es tan brillante. Giro mi cabeza y me encuentro con Tom tomando mi mano, con su cabeza gacha. ¿Qué me pasó? Me remuevo para levantarme y Tom se asusta.

– Jessica-me vuelve a recostar-no puedes levantarte, tienes que mantenerte así.

– ¿Qué pasó?-el no suelta mi mano y me mira un poco triste.

– Te desmayaste-wow, nunca me había desmayado, pensé que estaba dormida-un doctor vendrá a verte en unos minutos.

– Hola, jóvenes-saluda el doctor entrando al cuarto. No es una carpa, sino una hermosa cabaña con muchos aparatos de hospital-no tenemos como hacerte una radiografía-saca una linterna, la enciende y me alumbra directo a los ojos-sígueme-comenzó a mover la luz de un lado a otro, mientras sostenía mi cabeza para que no la moviera-todo se ve normal, no noto algo fuera de sí. Pero lo más probable es que al tener un golpe fuerte en tu cabeza, sea una contusión leve, que hace que actúes diferente, estés mareada, dolor de cabeza, náuseas y hasta vomito. ¿Ahora cómo te siente? ¿Te duele algo?

–Bueno…me duele la cabeza-confieso-me siento un poco mareada y creo que…-no termino cuando giro mi cabeza para vomitar. Abro mis ojos, veo unos borcegos de cuero llenos de vómito. Escucho un suspiro pesado por parte del rubio-lo siento-me disculpo mientras limpio los restos de alrededor de mi boca.

– Ahora que veo que tienes algunos síntomas, tendré que mantenerte en observación por unos días. Pero… ¿Qué provocó que te desmayes de esa forma? El impacto que tuviste en tu cabeza, no es algo muy común cuando se desmaya. Pero tienes que descansar y veremos si mejoras o empeoras-toca mi hombro y sonríe-estaré para lo que necesites.

Puedo notar la mirada asesina que Tom le lanza al doctor, no es tan mayor, hasta pienso que tiene unos pocos años más que yo. Talvez estaba estudiando doctorado, pero no puedo decir nada ya que no sé nada. Me suelta y se va.

– Vas a estar bien-me sonríe Tom-y esto-señala sus zapatos-me las vas a pagar-reímos los dos. No me siento mal, solo que me siento algo mareada.

– ¿Dónde está mi madre?-tendría que estar conmigo, al igual que Bryan. Pero no, solo está Tom.

– Fue a buscar provisiones con la tropa dos-al decir eso mis ojos se abren como dos platos-¿Qué sucede?-no logro articular ninguna palabra.

– ¿Salió de aquí? ¿Se fue con esas criaturas?-noto como se tensa.

– No fue sola, fue con la tropa dos-vuelve a decir.

– ¿Y cómo demonios funcionan esas estúpidas tropas?-puedo notar como se da cuenta que estoy nerviosa y molesta.

– No tienes de que preocuparte-toma mi mano-las tropas son grupos de diez personas, que van a los supermercados a buscar comida, todos los días va un grupo y hoy le tocó al número dos, donde está tu madre. Pero siempre vuelven a salvo. Nunca pasó nada. Van a volver a salvo-su voz es tan suave.

– ¿Y si hoy es la excepción?-quiebro en llanto-mi madre es una persona mayor, no tiene veinte años para que la manden con esas cosas-me suelto de su agarre bruscamente-tengo que ir a buscar a mi madre-trato de ponerme pero él me lo prohíbe-¡¡Suéltame!!-le grito tratando se soltarme de su agarre.

– ¡¡No dejaré que te vallas en ese estado!!-grita haciéndome sobresaltar, pero no dejo de intentar soltarme-¡¡Jessica!! ¡¡Mírame!!-me ordena pero me niego-¡¡Jessica mírame!!-me toma de los brazos para luego tomar mi cara entre sus manos. Mis ojos están llenos de lágrimas que ni puedo describir-Tu madre va a estar bien ¿Sí?-su voz se torna más suave-yo iré a buscarla, estará bien, lo prometo-dicho esto me abraza. Sollozos salen de mi boca descontroladamente. No quiero quedarme sola, sin mis padres. Ya murió mi padre y no quiero que suceda lo mismo con mi madre-Voy a buscar a tu madre, pero quiero que me prometas algo-asiento mientras veo que sus ojos también se comienzan a cristalizar-no quiero que te pongas de pie, solo descansa y no te muevas. Traeré a tu madre.




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