Apocalipsis sentimental.

23: Leves sospechas.

Tomas.

 

 

Emma, Emma, Emma. Es lo único que estuvimos gritando hace horas en este enorme lugar. Siendo un lugar tan…al aire libre, se tendría que ver. Está todo despejado, no hay nadie. Solo nosotros.

– ¿La encontraste?-Brad se acerca con su linterna hacia mí.

– No. Siendo un lugar tan…grande, se tendría que encontrar-seguimos caminando hasta encontrarnos con un río.

– ¿Crees que pudo venir a nadar?-suelta alumbrando el agua.

– ¿Con estás temperaturas va a venir a…?-desvío mi mirada hacia donde alumbra y ahí está ella. Sus pies, su boca y sus brazos están amarrados-Oh mierda-corro hacia ella y la levanto. Está fría, su piel está muy blanca y no escucho que respire.

– ¿Qué hacemos?-no deja de temblar, se nota por la forma en la que alumbra.

– ¿Qué crees?-la recuesto en el suelo y comienzo a hacer que responda, pero no sucede nada-Por favor Emma-le doy respiración boca a boca y siento el agua fría estampar contra mi boca y me alejo-Gracias al cielo-la siento y la abrazo fuertemente-¿Qué rayos hacías en el agua?-iba a responder pero la detengo-luego me lo dices, ahora vamos junto al fuego-coloco una mano detrás de su espalda y la otra debajo de sus piernas, se sujeta de mi nuca y la levanto. ¿Cómo demonios terminó así?

– Oh por Dios-Oliver se sorprende y viene corriendo hacia nosotros-¿Qué pasó? ¿Dónde estaba?

– Junto al río-la coloco junto al fuego y se acurruca. Su hermoso cabello está hecho un desastre, está mojado al igual que todo su cuerpo-¿Cómo terminaste ahí?-me siento junto a ella y la observo.

– No lo sé-no deja de temblar-estaba junto a ti y luego…ya no-sus labios están morados y tiemblan-Tom, tenía miedo-abro mi boca para hablar pero Brad interviene.

– ¿No viste quiénes eran? Me refiero a las personas que te llevaron-niega con su cabeza-tengo una leve sospecha de que fueron los policías. Esperemos que no hayan…ya saben…abusar de ti-me levanto bruscamente para golpearlo, pero Oliver me detiene-Esperemos que no haya pasado.

– Tom, tengo frío-la observo y la trato de acercar al fuego pero Oliver me vuelve a detener.

– ¿Acaso la quieres prender fuego?-frunzo el ceño-veras…cuando fuimos a caminar por el río congelado con Sabina y ella se calló, el frío se le fue cuando estábamos juntos-vuelvo a fruncir el ceño-Hay por Dios, Tomas. ¿Quieres que sea más directo?

– Tienes que quitarte la ropa junto a ella y abrazarla-ambos miramos a Brad-¿Qué? ¿Piensan que por no tener una chica, no sé sobre esas cosas? La temperatura corporal es mucho más caliente que el sol ¿Lo sabían?

– Ve a aquella, está más lejos-me señala una de las carpas, me giña un ojo para comenzar a reír y yo me río sin ganas. Giro a observarla y ya está tomando color.

– Ya está tomando color, no creo que sea necesario.

– Tom-se quejan-No eres para nada una persona con corazón.

– Dejé de serlo desde niño-respondo con una sonrisa-vamos Emma-no quiero que mueras y me dejes como lo hizo tu hermana. La ayudo a levantarse y la llevo conmigo hasta la carpa que señaló Oliver. Entramos y la ayudo a sentarse.

– No hace falta que lo hagas-toma una manta y se envuelve-ya estoy un poco mejor-junta sus rodillas y cierra sus ojos. La observo y me acerco quedando a pocos centímetros, sin que ella se dé cuenta. Me separo rápidamente y me siento frente a ella. ¿Cómo habrá llegado a ese río? ¿Por qué estaba amarrada? ¿Por qué ella? Abre sus ojos y se da cuenta de que la observo-no hace falta que te quedes, recuerda que Oliver dijo que no permitía que chicos y chicas compartan la carpa-tiene razón, pero fue él quien me envió aquí. Para darle calor, que ya no necesita.

– Está bien-me pongo de pie-buenas noches-me sonríe y salgo. No puedo dejar que vuelva a pasar, no quiero que algo malo le pase. Tomo asiento junto a la carpa y me recuesto con mis brazos bajo mi cabeza, mirando el cielo. Está bastante estrellado. El único problema, o tal vez no, es que me estoy congelando-debí pedirle una manta.

 

 

“¿Pero quién se cayó al agua congelada?"-creo que tiene razón.

 

 

Pero no se cayó, sino que alguien la amarro y la tiró al agua fría. Tengo varias hipótesis de que pudo haber pasado, pero aún no tengo pruebas.

Número uno:

Unos vándalos se disfrazaron de policías para “preguntar una dirección” y como Emma no lo sabía, ellos quisieron vengarse, lo cual me parece extraño e ilógico.

Número dos:

Barry envió a esas personas para que le digan a Emma que también me ayude a convencer a Oliver, ella se negó y tuvieron que tomar otras medidas, pero… ¿Por qué querer matarla?

Número tres:

Vinieron esos policías en nombre de la tienda en la que robamos, ella dijo que no sabía nada y los de la tienda quisieron tomar venganza. Ahh, nada tiene sentido.

 

Suelto un suspiro pesado y me pongo de pie. Esto es tan estresante que me quita el sueño y las ganas de comer. Las horas en las que buscamos a Emma, la comida se ha enfriado y la están comiendo Danna y Adrián. Oliver y Sabina, junto a Brad y Chloe, están junto al fuego. ¿Dónde está Rachel y Belmont? No los he visto desde que con Oliver dejamos de pelear. Camino hacia la fogata y me gano la mirada de todos.

– ¿Dónde está tu hermana?-Sabina levanta sus hombros sin saber. Corro hacia la mesa de comida y Adrián me observa-¿Dónde está tu amigo?

– ¿Hablas de Belmont o Calvin?-ahora que lo pienso tampoco he visto a Calvin.

– Ambos-suelto. Temo tener estos pensamientos de que ellos tuvieron algo que ver con Emma.

– Calvin fue a su casa, olvidó su inhalador. Tiene asma-observo donde dejamos los autos y hay solo dos, enserio se fue-y Belmont no tengo idea. Cuando comenzamos a cenar, no estaba aquí, creería que se fue con Calvin-corro nuevamente hacia la fogata, me siento junto a Sabina sacando mi teléfono.




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