Apocalipsis Z No Memories

Capítulo 11: Guerra perdida.

 

Me sentí invadido por una fuerte sensación de terror que recorría mi cuerpo a la velocidad de la luz poniéndome los pelos de punta y la piel de gallina. La camioneta solo estaba a unos cuantos metros de distancia y solo faltaba poco para poderla alcanzar. Llegué hasta ella con el revólver en mano, abrí la puerta del copiloto y me incliné hacia el interior hasta lograr alcanzar el morral, acto seguido me lo puse en la espalda y luego salí de allí. Cuando me giré, me topé con una de esas  cosas frente a frente, por suerte, logré reaccionar a tiempo y lo empujé hasta que este se fue de espaldas. Miré a mí alrededor y sentí que el corazón se me encogió. Varias de esas cosas venían por todos los flancos, rodeándome por completo y dejándome sin escapatoria. 

—Mierda... mierda... mierda... mierda... — murmuré para mis adentros, sin pensarlo dos veces, me trepé hasta la baca de la camioneta y me quedé allí observando como todas esas cosas se acercaban.

Segundos más tarde, ya estaban apilonados contra las partes laterales del vehículo sacudiéndolo para intentar tumbarme, pero mi equilibrio era bastante eficiente en ese momento. Escuché un gran motor encenderse y volteé a mirar hacia el origen del sonido. El tráiler había encendido y Rachel estaba lista para marcharse. Vi como una de esas cosas intentó subirse por el lado derecho, pero de inmediato cayó al suelo luego de que un disparo le fuese impactado en toda la frente. Su cuerpo cayó al suelo de espaldas provocando un sonido similar a cuando uno lanza un costal lleno de harina desde cierta altura y minutos más tarde comenzó a retroceder, frenó, dio media vuelta hacia la izquierda y pasó por un lado mío sin siquiera detenerse hasta que salió del estacionamiento y desapareciendo de mi vista. Me había abandonado. 

De nuevo pude sentir el terror al vivo rojo tocar mi piel y la adrenalina ser bombeada desde mi corazón a cada extremidad de cuerpo produciéndome una fuerte sensación de euforia. Detallé un poco la situación y me di cuenta de que no tenía salida, estaba rodeando de muertos vivientes por todos lados y aunque pudiera salir corriendo no lo lograría. 

Cerré los ojos con fuerza y luego los abrí para observar el revólver que reposaba en mis manos... no iba a dejar que esas cosas me comieran mientras aun estuviese vivo y mucho menos me iba a dar el "lujo" de ser uno de ellos. No quería pertenecer a la horda. 

Llevé el revólver hasta mi cabeza apuntando directamente a la sien y sentí el frío que desprendía el arma, fue casi como haberme puesto un pequeño cubo de hielo en aquel lugar y sentir como un escalofrío recorría todo mi cuerpo. Mis ojos permanecían cerrados y entonces me puse a pensar en todos los bellos momentos que había vivido con Thommy desde que lo conocí. Las lágrimas comenzaron a correr mejilla abajo por mi rostro como grandes caudales de agua mientras un llanto ahogado se apoderaba de mí. Una gran parte de mí no quería morir en ese momento, pero esa parte era débil en comparación a la pequeña que no quería verme como una de esas cosas, pero entonces escuché algo en la lejanía; era el sonido del motor de un gran vehículo que se acercaba desde la autopista. Bajé el arma y me giré hacia el origen del sonido y sentí un gran alivio al ver como el mismo tráiler se acercaba hacia mi posición. Era Rachel que, después de abandonarme, optaba por salvarme la vida...o eso parecía. 

Algunos de los caminantes que me estaban rodeando, dieron media vuelta y luego comenzaron a caminar hacia el camión que no dejaba de acercarse a toda velocidad. Habían demasiadas de esas cosas y al estar entre el camino del tráiler, terminaban golpeadas contra el capo del vehículo produciendo un sonido de huesos rotos para al final terminar bajo las enormes llantas del vehículo, dejando tras de sí un enorme rastro de sangre y "carne molida". 

Por un momento me estremecí al ver tal escena y el estómago se revolvió por completo provocándome unas desesperadas ganas de vomitar, pero no era el momento. Cuando menos lo pensé, el enorme tráiler se detuvo paralelamente a la camioneta en la que estaba subido y acto seguido, vi como Rachel se movió el interior para abrirme la puerta del asiento del copiloto.

— SUBE SI QUIERES VIVIR... —dijo ella en un tono de voz alto, se acomodó en el asiento del conductor y esperó a que yo pudiera subirme.

Por un momento no me sentí capaz, tenía que saltar por encima de unos cuántos caminantes que estaban atrapados entre el tráiler y la camioneta que tenía una baca bastante alta, apenas si las manos de aquellos seres tocaban el borde. Me acomodé el morral en mi espalda, guardé el arma con la que casi me suicido y respiré profundo antes de poder saltar. Al final, lo hice... tomé el mejor impulso que la baca me brindaba y salté, vi todo en cámara lenta por un momento, pero lo logré. Me sostuve de la puerta y me impulsé hacia adelante, seguido de esto Rachel me tomó de la mano para poderme recibir, pero entonces me sentí abatido por el miedo cuando una mano fría y dura agarró mi tobillo con fuerza. Miré hacia atrás  por el rabillo del ojo y entonces vi a un caminante apoderarse de mi pie como si de esto dependiera su vida.

—¡ACELERA! — exclamé con el rostro sumido en el pánico, ella por su parte no lo dudó ni un solo instante y presionó el acelerador con fuerza. De inmediato, el tráiler comenzó a moverse, pero aquel ser no me quería soltar. Sentí otra mano agarrarme del mismo lugar y se trataba del mismo caminante. 

El camión pegaba pequeñas sacudidas debido a los demás seres que Rachel estaba arrollando en el camino, pero el caminante que me tenía preso no tenía ni la más mínima intención de soltarme... de hecho, se estaba trepando a la cabina ayudándose de las pequeñas escaleras al costado del vehículo. 

—¡Maldita sea! —exclamé de nuevo con desesperación y dando patadas al aire con la pierna que tenía libre para intentar soltarme, pero parecía imposible. Segundos más tarde, apareció el caminante ya a una altura considerable dejando ver su descompuesto rostro y a su vez intentando morderme el tobillo. Sin embargo, no era capaz debido a que le propinaba varios golpes en el rostro haciendo que su piel se desprendiera y su nariz se rompiera. 



#2623 en Terror
#4579 en Ciencia ficción

En el texto hay: zombies, ciencia ficcion, terror

Editado: 25.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.