Capítulo 2

El Sótano. 

Bajando poco a poco la escalera con la vista borrosa, intenta buscar en la pared el encendedor con el brazo izquierdo, seguía bajando y bajando sentía que los escalones eran infinitos, cuando por fin toque el suelo tan reconocible del sótano, encontré el encendedor de la bombilla, sentía que me caería en cualquier momento, con lo pocos alientos que me quedaban logre vendarme el brazo y finalmente perdí el conocimiento, escuche una voz en el fondo donde decían traigan una camilla, mis ojos de abría y volvían a cerrarse  alcanzaba a ver que se llevaban las cosas de mis estanterías medicamentos farmacéuticos que tenía.

¿Qué paso durante nuestro personaje se desmayó?

-Al parecer alguno de los vecinos había llamado a los policías por los ruidos extraños que provenían de mi casa y la policía había llegado y al ver el cadáver en la sala habían llamado una ambulancia, pero vieron que no estaba viva la persona de la sala que más bien se había convertido en un monstruo y decidieron seguir el rastro de sangre-

Cuando al fin desperté estaba en una autopista dormido en la camilla de una ambulancia al parecer me llevaban para algún hospital de la zona. la ambulancia estaba llena de sangre, el parabrisas roto y rasguñado por todos los lados, estos bichos los habían atacado y al parecer los habían matado quite el cadáver del conductor y comencé a buscar las llaves de la ambulancia y  las encontré en los pedales, comencé a conducir en busca de una patrulla de policía, a ver que me podrían decir de lo que pasaba, preguntándome también porque seguía vivo y no me habían matado y  luego de un buen rato conduciendo muy despacio para evitar el ruido encontré una patrulla policial, lo único que había era una patrulla con una puerta arrancada y una pistola calibre cincuenta no un modelo muy nuevo pero útil para el combate.

Iba conduciendo por la calle ya cansado y con la noche encima decidí irrumpir en una casa para dormir, decidí acostarme, cuando desperté no había podido dormir mucho pensando en mi amiga de la infancia que trabajaba en el hospital central el más grande de la ciudad y tal vez para donde me llevaban los paramédicos no la veía desde hace unos meses y era lo poco que consideraba una familia como también cómo era que se podría matar más fácil a eso bichos. 

En esa mañana al levantarme me di una ducha lavando la herida, luego fui a la ambulancia y saque desinfectante para la herida y reemplace la venda y Salí en la ambulancia hacia el hospital, al llegar al hospital estaba solo, silencioso y sin ninguna alma a la vista, con sangre en el piso y las paredes algunos cadáveres y oliendo a putrefacción entre rápido para buscar sobrevivientes, mi herida del brazo estaba sanando rápidamente ya por lo menos podía sostener el arma sin sufrir tanto dolor; pero no sabía por qué con tanta rapidez.

cuando apareció uno de esos monstruos se vino corriendo contra mí,

"¡maldita sea ahora en que la Cage!" 

Tal vez mi olor lo habrá atraído, recordé como los mataban en las películas de zombis donde se le apuntaba en la cabeza y morían así que apunte con rapidez y dispare cayó tumbado en el suelo, pero se levantó como si nada, pensé que iba a morir, ya estaba demasiado cerca y volví a "maldita sea si no es la cabeza su punto débil es el corazón" apuntar y dispare cerrando los ojos cuando volví a abrir los ojos el monstruo estaba.