Apocalyptic War

Capítulo 1- El inicio del fin

Entrada 1:

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El conflicto entre las naciones llevaba ya varios meses en curso. Múltiples ciudades habían sido bombardeadas, y la guerra había iniciado cuando un misil de prueba lanzado por Corea del Norte cayó accidentalmente en Corea del Sur. Este evento desató tensiones entre ambas naciones y, pronto, sus respectivos aliados se vieron involucrados en un intento por frenar el conflicto.

A pesar de numerosos intentos por negociar la paz, ninguna de las partes estaba dispuesta a ceder. Esto solo empeoró la situación, atrayendo a más países al conflicto y causando una guerra que aterrorizaba al mundo entero, no solo por su escala, sino por el daño potencial que podría causar. En mi país, un pueblo cercano a mi ciudad fue bombardeado hace algunas semanas. Se rumoraba que el ataque había involucrado una bomba nuclear o biológica, lo que generó un pánico generalizado ante los posibles efectos secundarios del bombardeo.

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**Víctor**

Edad: Desconocida
Lugar de nacimiento: Desconocido

Me encontraba sentado en una banca fuera del colegio, esperando a mi amiga Ashley. Ella aún no había terminado su horario de clases, pero acordamos ir juntos a mi casa. Sus padres no estaban en la ciudad; habían viajado para comprar provisiones, ya que los supermercados en nuestra área estaban casi vacíos por las compras masivas. Las personas temían un inminente bombardeo.

Estaba nervioso. El pueblo vecino había sido atacado recientemente, y aunque el clima era agradable y el cielo estaba despejado, no podía dejar de pensar en la posibilidad de un bombardeo en cualquier momento. Cuando Ashley salió, caminamos juntos hacia mi casa, intentando disfrutar el momento, aunque una nube de incertidumbre colgaba sobre nosotros. Mi familia había decidido ir a acampar para despejarse, aprovechando el ambiente pacífico, pero mis pensamientos seguían cargados de preocupación.

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**Ashley**

Edad: Desconocida
Lugar de nacimiento: Desconocido

Las clases transcurrieron de manera habitual, aunque podía percibir la tensión en la profesora. El conflicto y los ataques cercanos estaban afectando a todos. La profesora, aunque intentaba mantener la calma, no podía ocultar su nerviosismo. Observaba en silencio, notando el dolor en sus palabras, pero nadie en el aula decía nada. Cuando sonó la campana, suspiré aliviada.

Rápidamente guardé mis pertenencias desgastadas. En tiempos como estos, la mayoría de nosotros no podía permitirse nuevos materiales escolares. Mientras mis compañeros salían apresurados del aula, me despedí de la profesora, preguntándome si la volvería a ver algún día.

Al salir, vi a Víctor esperándome, como siempre. Me acerqué a él en silencio. Parecía absorto en sus pensamientos, mirando al suelo. Toqué su hombro suavemente, sacándolo de su ensoñación.

-¿Nos vamos? -le dije con una pequeña sonrisa, mientras él se levantaba y se estiraba.

-Estabas tan perdido que casi se te salen los huesos -bromeé, riendo con torpeza y sintiendo un leve sonrojo por mi pésimo intento de humor.

-Debes practicar más tus chistes -respondió él, con una sonrisa burlona.

Caminamos en silencio hacia su casa, sin saber muy bien cómo romper la tensión. Yo lo miraba de reojo, esperando que alguno de los dos dijera algo, pero las palabras no salieron.

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**Víctor**

No sabía qué decir mientras caminábamos. Mi mente estaba ocupada con pensamientos sobre mi hermana menor, Sofía. Me preocupaba cómo todo esto de la guerra podría afectarla. Así que me mantuve en silencio, disfrutando del viento fresco mientras intentaba calmarme.

Al llegar a casa, noté que mi madre aún no había regresado del supermercado y mi padre tampoco había vuelto del trabajo. Dejé mi mochila en el sofá y me dirigí al cuarto de Sofía. Estaba dibujando.

-Parece que mamá aún no ha llegado. Voy a ver cómo está Sofía, ha estado muy asustada últimamente -le dije a Ashley antes de subir las escaleras. Cuando llegué, me acerqué a mi hermana y me incliné a su altura.

-¿Qué dibujas? -pregunté, sonriendo.

Ella se sobresaltó, ya que no me había notado entrar.

-¡No puedes entrar sin tocar la puerta! -dijo enojada, aunque segundos después me mostró su dibujo con orgullo. Era una escena familiar: papá, mamá, ella, Ashley y yo alrededor de una fogata.

-Papá y mamá dijeron que vamos a ir de campamento, así que hice este dibujo. ¿Te gusta? -me preguntó con una sonrisa inocente y llena de entusiasmo.

-Te quedó muy bien, Sofi. Y lo siento por no tocar la puerta. Prometo que la próxima vez lo haré. Sigue dibujando, voy a revisar que la comida de mamá no se queme -le di un abrazo antes de salir.

Cuando bajé, me senté en el sofá, mirando el techo mientras intentaba no pensar en lo peor.

-¿Crees que nos bombardearán? -le pregunté a Ashley, sintiendo que el miedo comenzaba a invadirme de nuevo.

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**Ashley**

Mientras estaba en el sofá, jugueteaba con mis manos, nerviosa. La televisión estaba encendida, pero evité los noticieros; no quería ver más dolor del que ya estaba ocurriendo. De repente, escuché a Víctor bajar las escaleras.

-Tal vez sí... tal vez ahora o mientras dormimos. No lo sabemos, pero lo harán -dije en tono neutral, haciéndome a un lado para que se sentara junto a mí. Le di un leve golpe en la frente.

-Deja de pensar tonterías. Aún tienes a quienes te importan a tu lado.

Justo en ese momento, la televisión emitió un fuerte sonido de alarma.

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"ADVERTENCIA"

"Se solicita la atención de todo el país. La ciudad está a punto de ser atacada por agentes desconocidos. Se les pide que se resguarden en sus búnkeres hasta nuevo aviso."

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**Víctor**

Cuando el mensaje terminó, las alarmas de la ciudad comenzaron a sonar. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Mi hermana bajó corriendo por las escaleras, aterrada.

-¿Por qué están sonando las alarmas? ¿Dónde están mamá y papá? -preguntó, al borde del llanto, abrazando su oso de peluche.




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