La tarde paso como un maldito rayo, uno de esos que alumbra el cielo completamente y hace tronar uno que otro cable. La actividad en la empresa fue lo bastante lenta como para pasar sueño absolutamente todo el día. Ni una buena taza de café realizo por completo su trabajo. Deje salir un suspiro y deje caer mi cabeza sobre el respaldo de la silla . No quería ir a casa pero tampoco quería ir a ese lugar a buscarla y ponerme de rodillas y rogarle que me acepte una vez mas. No tenia ese derecho.
La gota que colmo el vaso de este maldito día fue, mi secretaria, esa maldita secretaria que muestra las tetas a diestra y siniestra sin contemplaciones. Hasta un maldito ciego puede darse cuenta de sus intenciones con tan solo ver la vestimenta que tiene. Como si fuera a una maldita disco. Menos mal que, aunque me hayan dejado por un puto recuerdo de juventud sigo teniendo mis sentidos y corazón en ella.
Mantuve un silencio prolongado por lo que resta de la tarde. Tecleando en el computador y respondiendo a las llamadas telefónicas que tenia que responder.
Me coloque derecho y regrese de nuevo mi vista al teclado y empece de nueva cuenta. A pesar de no ser un gran experto en ello, me defiendo lo suficiente como para que no me gane el tiempo y poder salir a la misma hora que todos.
__¿Tienes prisa?
Me detuve de inmediato, mas no moví mi vista de la pantalla de la laptop. Daniela estaba apoyada en la puerta, con una mano en el pomo y la otra en sus caderas, mostrando esa gran abertura de pierna de su falda en forma de tubo color blanco. Los labios maquillados de un gran naranja y unas grandes pestañas como las de la vaca Clara Bella. Tenia el cabello recogido en una gran coleta su gran escote. Todo eso estaba en perfecto estado. Si esto fuera una maldita discoteca o un prostíbulo. Pero hasta las del prostíbulo tienen respeto y dignidad.
Asentí con la cabeza ante su pregunta, mas no emití ni un solo sonido.
__¿Vas a terminar pronto?
Le clave la mirada en ese rostro y ella de inmediato se ruborizo. Agite una mano en afirmación y ella esbozo una sonrisa satisfactoria.
__¡Genial! Entonces esta dicho. Te vienes con nosotros a tomar un trago.
Disimulé una pequeña sonrisa. Ella piensa que puede opinar por mi, piensa que puede decidir por mi.
__Lo siento. No puedo. Iré a casa de mi prometida.
Ting, ting, ting, ting. Lotería. Escuche como se quebró un corazón en el mismo momento en el cual sus ojos perdieron ese brillo. Quedo fuera, out. Ella rió entre dientes y, yo pase por alto el dolor que habían adquirido sus ojos. Lo conocía a la perfección, ya que, yo mismo lo he experimentado a la perfección.
Ignore que estaba ahí y, continue mi trabajo. A los pocos segundos la puerta de mi despacho se cerro, sin hacer el mas mínimo ruido en absoluto. Deje de teclear unos momentos y deje salir un suspiro cansado.
__Esto de aparentar es bastante cansado. Pero a pesar de que me dejaste, aun no estoy listo para ir por alguien mas. Y mucho menos con alguien del trabajo. Alguien que no es mi estilo en absoluto.
Un par de toques en la puerta me hicieron bajar de mi nube viajera, parpadee varias veces antes de dejar salir un ligero <Adelante> La puerta se abrió de inmediato.
La secretaria entro con una pequeña pila de documentos y los dejo frente a mi. Golpeé el escritorio con mi puño, un leve golpe pero sonoro. Esto es bastante.....
Yo pensando que iría a casa y me bebería una botella de vino y darme un pequeño clavado en mi autocompasión, pero no. Me han mandado mas trabajo que nunca.
__Lo siento, señor.
La voz apenas audible de ella, me hizo fruncir el ceño, tome una carpeta y le hecho un pequeño vistazo. Quise intercambiar miradas con la secretaria, queriendo saber de que se trataba esto o porque motivo lo habían enviado a pocos minutos de salir, sin embargo, evito mi mirada en todo momento.
__Lo quieren terminado para mañana a primera hora.
Salió de inmediato, sin dejarme replicar. Deje salir un suspiro y tome una carpeta. Para la media noche, había avanzado lo suficiente mas no todo lo que necesitaba terminar. Se que esto no es una coincidencia. Denise me necesita concentrado en otras cosas y no metido en mi propio dolor. Que bien me conoce ese maldito.
Me levante de mi asiento, listo para ir por mi siguiente onza de café caliente, sin embargo, el líquido había sido exterminado completamente por mi. Deje la taza sobre la mesilla donde estaba la maquina del café y deje salir un suspiro, Mire como la noche cubría todo a su alrededor, me quede admirando todo a su paso por no se cuanto tiempo exactamente. La noche se miraba tan tranquila, tan relajada. La noche era exactamente todo lo que yo necesitaba. Urgentemente. Me di la vuelta para ir a la oficina.
___Te esfuerzas demasiado.
La voz de Denise me hizo dar un brinco y de paso, llevar mi mano derecha a la altura del corazón.
__Eres un idiota.
Sonrió burlonamente y encendió una pequeña luz del escritorio de mi secretaria.
____Vamos a descansar. Mañana terminas.
__Tengo que entregar a primera hora.
___Lo se.
Me dio la espalda y entro en mi despacho. Guardo los documentos y tomo mi laptop. Apago las luces y yo, solo lo seguí como un fiel perro. Dejándome llevar por él. Como si yo mismo le hubiera dado el control absoluto de mis pensamientos y emociones.
Al llegar a casa, lo primero que hizo fue ir directo al despacho, no sin antes decirme unas pequeñas palabras de aliento.....
___No olvides el dolor que estas sintiendo Apolo. Usalo. Hazlo tuyo. Oblígate a vivir. Para que el día en el que vuelvas a tenerla de frente, sepas como manejar la situación.
Me quede en medio de la sala con el ceño fruncido, me alce de hombros restando importancia a la ultima oración y me fui directo a mi habitación. Tenia un par de horas para dormir y poder llegar temprano a la oficina para entregar el trabajo restante.....
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Editado: 14.10.2025