La Gran Caída

“¿A dónde van a parar, las lágrimas que no lloramos?”

Los sentimientos recargados sobre una base inestable, están destinados a caer inevitablemente. A esto llamo la Gran Caída.

Sucede, por ejemplo, cuando pones tu confianza —o tu esperanza— en aspectos invisibles que no están consolidados, o estructurados. Por consecuencia, las bases que formaron tu progreso llegan a desequilibrarse, y finalmente terminan cediendo hacia el suelo; hacia un dolor vivo; hacia el vacío eterno.

Sin embargo, la caída es un sentimiento humano, que todos pasaremos en alguna ocasión. Los que iniciaron sus nichos en el camino, sentirán que lo perdieron todo. Pero, tormento constante será para los que van en medio de la lucha por su futuro.

Las presencias con las que estuviste aferrado —Llámese amistades, recuerdos, logros, anhelos…— se marchitarán con el tiempo si no cuidas de ellos; algunas personas creen que las presencias pueden proteger las bases, aunque este pensamiento tenga cierto sentido, se debe de ser precavido por lo impalpable. Puesto a que no es posible sostenerlo.

Solo son elementos invisibles que solo existen bajo nombres inventados por la humanidad. Mi intención no es desacreditar ni mucho menos impedir su realización; me refiero más bien, al hecho de que nunca nos pertenecieron desde el principio.

Al igual que las presencias anteriormente mencionadas, se desvanecerán tan pronto como hagamos uso de ellas. Algunos sentirán la pérdida —cuando en realidad nunca les pertenecieron—; mientras que otros aceptarán el hecho de que vendrá el dolor punzante de su ausencia.

Esto nos demuestra que llenamos espacios vacíos de nuestra existencia con presencias, para sentirnos completos. Asimismo, con la axiología, o los valores humanos, —son una demostración de disciplina y respeto— que aluden demasiado los moralistas, sin embargo, en la mayoría de casos solo quedan en eso. Y repito, deben ser realizados para que en verdad se manifiesten.

En mención a la existencia, es necesario ligarlo con la mente. Debes tener sumo cuidado con la información que recibes, pues esos datos pueden llenar espacios vacíos siendo raudos en mostrar su lado más nocivo; está la posibilidad de que se queden en ti para bien o para mal, siendo consciente que lo sabes, decidirás por ti mismo que hacer. Sé consciente que controlas un universo interno, solo para tu uso.

Aprovechar esto, puede ser una nueva oportunidad para fortalecer las bases que formaste en el camino. Esa es la única manera de sentirse realizado, o tal vez estar completo de nuevo.

Eres el dueño de tu propio universo. No provoques una entropía universal. Por ello, debes de crear y proteger el pilar más resistente de tus bases, esta se llama: sentido de vida. Sin este nada de lo lograste con esfuerzo, lo que perdiste en la desdicha, lo que conservas de memoria, lo que se olvida en el vacío, lo que ganas con el tiempo, lo que desperdiciaste…Cobraría sentido en tu existencia.

Asimismo, el sentido de vivir, pierde su valor cuando dejas de creer en ti mismo. Porque eres tú quien decide construir tus bases, eres quien mantiene vivo la fortaleza en ascendencia de tus éxitos.

Ahora bien, las lágrimas que no lloraste se quedarán en tus bases, agrietando su estructura. No esperes otro resultado que no sea la caída. Y lo mismo para con los que esconden sus sentimientos más íntimos. Todos ellos se hacen daño a sí mismos, lo cual provoca entropía en tu universo y es también un impedimento para seguir construyendo tu camino hacia el éxito.

La Gran Caída es el eco de nuestra fragilidad existencial, pero también es la oportunidad de reformarnos. Porque lo que se pierde, en realidad, nunca fue nuestro, y lo que permanece dentro es lo que nos define. El sentido de vida es la base principal y fundamental que nos salva del colapso. Nos devuelve la certeza de estar completos.

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Nota del autor

Este texto surge como una reelaboración de un escrito previo. En aquella primera versión sentí que la estructura y el desarrollo no alcanzaban la profundidad que buscaba, por lo que decidí sintetizar ideas, reforzar los puntos esenciales y dar mayor coherencia al conjunto. La Gran Caída es el resultado de ese proceso de revisión y maduración.

Aunque considero esta versión más sólida, también reconozco el valor de la primera, pues fue el punto de partida necesario para llegar hasta aquí. Si en algún momento recibe el apoyo que merece, estaré dispuesto a compartirla, porque toda creación, incluso en su forma inicial, guarda un sentido en el camino del autor.