Estos sentimientos, los cuales no puede entenderlos cualquiera, ese amor inocente en el que sentí cuando niño, lloré cuando terminó ese enamoramiento, después de muchos años caí en las mismas personas que hacían que me odiara y sí
rompí promesas que pensaba que eran importantes porqué dejé de sentir las cosas igual que antes, amé, lloré y dañe a esa persona porqué las personas no razonamos cuando debemos de hacerlo, no razonamos cuando esa persona era nuestra debilidad.
Despertarás un día y querrás volver atrás, borrar esas etapas tristes, borrar esos momentos en los que llorabas totalmente solo, eliminar esas cicatrices que te recuerdan a alguien que no quieres ser, muchos dicen saber quién soy, lo que no saben es que yo llevo una vida intentando conocerme.
Llegué a todos esos momentos, malos, buenos y de reflexión pero creí en mis propias mentiras una y otra vez, creando un muro que llegó a asfixiarme, la opinión de la gente a mi me hundía y me hacía sentir diferente, pero entre más lo pensaba, menos me importaba y comence a sentirme libre, a encontrarme a mí mismo y ahí en ese momento hubo un click dónde desperté y me di cuenta que nadie tocará nuestra puerta para salvarnos... La única salida, esperanza y salvación somos nosotros mismos.
Por más que lo intentes no podrás salvar a alguien que no quiere que lo salven.