Vuelvo a las noches estrelladas de ese recuerdo... La paz que entregan y el frío abrazador... Serán las únicas cosas que espero nunca olvidar.
Capítulo XVIIII:
제 19 장:
Al despertar, abro los ojos cuidadosamente, viendo la cabellera azul a mi lado... Descansando tranquilamente.
No recuerdo muy bien que ocurrió ayer, sólo sé que tengo mi ropa puesta y Jimin igual. Ayer llegamos a su casa y bebimos... Luego no lo sé, es borroso. Observó la habitación que tiene unos colores cálidos y la luz del sol se escabulle entre la ventana.—¿Tanto quieres estar a mi lado? ¿A pesar de todo?—Veo sus cabellos azules que yacen despeinados en la almohada y sólo sonrió. Me levanto y vuelvo a ver la habitación y una caja de cartón color marrón llama mi atención, que se encuentra encima de la cómoda, me acerco a ella y la abro, viendo papeles de distintos colores dentro de ella, tomó uno de color amarillo y veo que tiene algo escrito.
Hay tantos colores que no podemos percibir, que están en nuestro alrededor pero no podemos verlo aún... O por lo menos yo aún no puedo verlos con claridad, o poder percibir todos los colores.
Y mi curiosidad gana la batalla haciendo que lea otra más.
“La razón por la que me retiro de el mundo en el que vivía... Es para poder curarme de tales heridas que me fueron provocadas en aquel mundo.
Y duele tener que dejarte ir, tu... El gran amor de mi vida... Pero no quiero sufrir más y tener que ver sus intentos de ayuda, que los agradezco... Pero debo de recuperarme solo”.
Mi mirada va hacia Jimin quien aún permanece dormido y tomó una nota violeta.
“Eres alguien muy hermoso Jimin... Eres un arte angelical y no quiero que eso se pierda por estar conmigo.
Tu luz tiene que permanecer y no ser apagada por la oscuridad que llevo a mis espaldas”.
Dejó las notas en la caja y la cierro. Me acerco a la cama y me siento a los pies de esta.—¿Realmente estaba tan mal?
—¿Y-yoongi?—Volteo y veo sus ojos que están demasiado abiertos, mirándome. Se acerca rápidamente y me abraza.
—¿Qué ocurre?—Correspondo su abrazo y acarició su cabello, tratando de tranquilizarlo.
—Me alegra que este aquí hyung... N-no pensé que... Es que... He imaginado muchas veces esto... Y que realmente ahora sea verdad es... Difícil de creer. Realmente estoy muy feliz.—Yo también lo estoy Jiminie... Con miles de preguntas en mi cabeza pero estoy feliz de tenerte.
⊶⋅⋆⋅⊷
Ya era de noche, aún estoy en la casa de Jimin que amablemente volvió a ofrecer a que me quedará y así comer juntos. Mientras cocina, yo me encontraba poniendo los platos, cubiertos y vasos en la mesa, junto con las servilletas y el jugo de naranja, al acabar caminé al sillón que estaba al lado de la ventana y observe el exterior.
La noche estrellada acompañada con su claridad de la luna... Era tan hermoso que me provocaba una sensación estraña en el pecho, pero me sentía tranquilo, realmente en paz viéndola.
«La luna será tu amigo inexistente».
Escucho mi subconsciente decir aquella palabra, sin poder comprender el por qué de esa frase.
—La comida ya está lista.—Escuchó a Jimin a lo lejos pero no muevo mi cuerpo, permanezco sentado aún observando el anochecer.—No sé si me arrepentiré en entregarte una carta que escribiste hace dos años...—Volteo a verlo y observó su sonrisa amable.—... Pero creó que aclarará el hecho de que estés mirando el cielo con tanta pasión.—Lo veo acercarse y siento su mano en mi cabello, dando leves caricias, aún con aquella sonrisa amable en su rostro, le sonrió devuelta y acercó mi mano a su cintura dándole leves caricias a esa zona.—Ya vuelvo.—Asiento lentamente y veo como se retira, vuelvo mi vista a la ventana y suspiro observando la luna.—Ten.—Veo el sobre blanco en sus manos y lentamente tomó aquel papel para abrirlo y ver aquel papel amarillo, un poco gastado y con algunos pedazos menos de las orillas.—Estaré sentado al lado tuyo Yoongi... Sólo... No te reprimas, saca todo lo que llegues a sentir... Estaré contigo.—Miro sus ojos que ahora se encuentran brillosos y veo la carta sin abrir aún... Pero noto unas pequeñas letras en el borde. «Para ti querido amigo...» Abro lentamente el papel que está dividido en tres partes y veo la tinta negra en el.
La pequeña luz dentro de mi.
Espero que hayas encontrado aquella luz querido amigo... Ahora mismo me encuentro en nuestra habitación de pequeños, escribiendo esta carta para ti, o mejor dicho para mi mismo.
Hemos pasado por mucho, y realmente espero tener un mejor futuro, descansar mi mente, sanarme completamente, llegar a encontrar aquella luz que hace que este de pie todos los días...
Sigo siendo el lunático, sigo teniendo trastorno obsesivo compulsivo, ansiedad social, crisis de pánico, depresión... Obsesión con mi cuerpo... Sigo teniendo cada una de esas enfermedades, sigo ahogandome en estas cuatro paredes de esta habitación, arañando mi piel, los cortes que están sanando para luego dejar cicatriz... La anemia sigue conmigo, no he visitado un doctor, bien sabemos que no me agradan por todas las veces que los visite de pequeño.
La razón por la que escribo esto y cada cosa que estoy viviendo ahora mismo, es por si tengo la oportunidad de tener una mejor vida, en el futuro, leer esta carta y sentirme sumamente orgulloso de mi mismo, de lo que he logrado, a pesar de que tenga cicatrices, recuerdos que deseo olvidar, a pesar de todo aquello... Tal vez en el futuro pueda ser feliz con alguien a mi lado, tal vez contigo Jimin... Ya que volví a hacer una caja con miles de notas y cartas de diferentes colores para ti, quiero un mejor futuro para mi... Realmente espero lograrlo aunque ahora mismo este demasiado débil para levantarme.