Aprender a vivir mi vida

CAPITULO 10

Sophia

Después de terminar la charla con mi abuela salgo de su habitación y me voy a la mía, abro la puerta y al entrar me encuentro a Nicholas sin camiseta, está sentado en el borde de la cama con su celular en la mano, cierro la puerta y le pongo pestillo. Nick levanta la vista de su celular para darme un repaso.

— Lindo pijama.

— Creo que sería aún mejor si me lo quitarás.- digo acercándome, me quitó las pantuflas y desabrochó los primeros botones de la blusa.

— A mi también me parece.

Llegó hasta él, me ayuda a sentarme a horcajadas sobre él, nos besamos, nuestras lenguas se encuentran mientras nuestras manos nos recorren el uno al otro, Nick aprieta mi trasero con sus manos y yo empiezo a moverme sobre su erección, siento mis bragas húmedas y pongo mis manos en sus hombros intentando sostenerme de ellos, nos separamos por aire, y Nick lleva sus manos a los botones de mi blusa, me la quita y ve mi sujetador con deseo, lo desabrocha dejando mis senos libres, se mete uno a la boca haciendo que suelte un gemido arqueo la espalda dándole mejor acceso, sus manos me sujetan de los muslos y Nick nos levanta, enredo mis piernas en su cadera y el me deja en el escritorio, saca mis shorts y rompe mis bragas, intentó replicar hacia eso pero me besa apasionadamente, su boca comienza a dejar besos por mi cuello y baja hasta mis senos, chupa ambos y sigue bajando, un escalofrío recorre mi cuerpo cuando comienza a besar y morder las caras internas de mis muslos. Jadeo cuando siento su lengua tocar mi clítoris, estoy demasiado excitada, Nick comienza a morder y lamer mi clítoris mientras lleva dos de sus dedos a mi vagina, me penetra y no puedo evitar gemir, muerdo mi labio inferior intentando no gemir, aunque la boca y los dedos de Nicholas no ayudan.

— Respira- dice burlón— y no intentes reprimir tus gemidos, si lo haces me detendré.

Su amenaza no me gusta, pero no puedo hacer lo que me dice, las habitaciones de esta casa a diferencia de la suya no están insonorizadas.

— Si nos escuchan Elliott te saca de aquí…- gimo, comienza a mover sus dedos más rápido y cuando siento que estoy a punto de correrme los saca y me penetra con su lengua, empieza a moverla dentro de mi haciendo que me corra y no pudo evitar que un grito salga desde lo más profundo de mi garganta.

Si Elliott lo saca a patadas habrá valido la pena

[…]

Cuando despierto estoy apoyada en el pecho de Nicholas, ambos estamos desnudos y por mi parte demasiado cansada, no sé que hora es Pero no creo que sea muy temprano, después del oral que me hizo Nicholas y de mi grito al correrme Dalyan vino y nos dijo que a menos que quisiéramos que creyeran que Nick o me estaba matando o me estaba cogiendo que intentaramos hacer silencio, Nicholas no me dió tregua hasta las cuatro de la madrugada y dudo que en cuanto despierte no vuelva a follarme, porque desde aquí veo su pene erecto.

Intento levantarme Pero la mano de Nick que me rodea la cintura no me lo permite, en vez de soltarme me sujeta con más fuerza. Levanto mi cabeza y veo que empieza a abrir los ojos. Veo sus ojos azules aún adormecidos y no puedo evitar sentirme bien, sentirme tranquila. Sentirme segura.

— Buenos dias- digo dándole un corto beso en los labios.

— Buenos días, ¿A dónde planeabas ir?- pregunta enfadado.

— Al baño- digo con voz cansina.

Me suelta y voy al baño, después de hacer pis vuelvo y veo que Nick tiene una mano sobre su erección.

— ¿Planeas quedarte mirando?

No iba a negar que me dolía todo, en especial el coño y las piernas, Pero la tentación puede con todo. Me acerco a él y me siento sobre él, cuando estoy a punto de unir nuestros sexos recuerdo el motivo por el que Nick se detuvo anoche: se acabaron los condones.

— No tenemenos condón- digo y me siento a su lado.

— Mierda. ¿Sabes cuál es el talle de los de Esteban?

— ¿Que? ¿Por qué sabría que talla de condón usa mi hermano? Que asco Nicholas.- digo haciendo una mueca, estoy exitada Pero no hay forma de que permita que Nicholas me penetre sin condón, tomo la pastilla todos los días sin excepción pero no me siento segura. No después de que la última vez que lo hice sin preservativo quede embarazada.

— Me daré una ducha con agua fría.- dice resignado.

Lo veo desaparecer por la puerta del baño y me acuesto en la cama, abro mis piernas y llevo mi mano a mi coño, comienzo tocando mi clítoris haciendo que un escalofrío recorra mi cuerpo. ¿Porque no le dije a Nick que nos bajaramosnla calentura mutuamente?

Sigo un poco más abajo y me penetró con dos dedos, estoy demasiado húmeda así que entran sin problema, comienzo a moverlos dentro de mi generando un roce de mi palma con mi clítoris, unos minutos después siento el orgasmo aparecer y siento una corriente por todo el cuerpo.

— Me pone demasiado ver como te tocas y dices mi nombre entre gemidos- dice Nicholas, no sabía que me estaba viendo pero aquí está, lleva una toalla alrededor de las caderas y me mira con deseo. Viene y chupa mis dedos— Iré a comprar condones.- me dice mientras se viste.

— ¿Hay farmacias cerca?- pregunto sin ganas a qué me dejen sola por mucho rato.

— hay una a unos cinco minutos en auto, no tardaré ¿Ok?- dice dándome un beso en la frente y saliendo de la habitación. Suelto un suspiro y me voy al baño, antes de entrar busco mi celular con la mirada y lo encuentro en el escritorio, lo cojo y no tengo batería, conecto mi cargador y me siento en la silla sintiendo dolor en mis partes. Hago una mueca y enciendo mi móvil, tengo algunos mensajes de Mariana y Jacob.

Jacob ;)

Emocionada por tu cumple?

¿Que tal todo princesa?

Sonrió, hace algunos días no hablamos y me alegra que siga al pendiente de mi. Tanto él como Dalyan estuvieron en la mansión Morgan dándome compañía mientras Esteban tenía viajes.




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