Aprender a vivir mi vida

CAPITULO 14

Sophia

3° carrera:

  1. Violeta
  2. Negro
  3. Azul
  4. Blanco
  5. Verde

4° carrera:

  1. Blanco
  2. Violeta
  3. Negro
  4. Azul

5° carrera:

  1. Negro
  2. Violeta
  3. Blanco

Todos volvemos a la línea de salida, Nick y Marco estuvieron muy parejos, solo quedamos los negros y nosotros.

Era hora, hora de enfrentarme de nuevo al idiota de Dimitri Salvatore, sabía que correr contra él no era cosa fácil, sé que con el mas minimo descuido me puede ganar y no estou dispuesta a que despues de tres años me quiten la victoria, porque en estos tres años no he persido una sola carrera y no planeo hacerlo hoy.

Marco se acerca a mi, la música por primera vez en toda la noche comienza a molestarme. Necesito un abrazo, un abrazo de alguien en especial, el problema, es él el que me puso a correr en contra de Dimitri, es él quien lo trajo porque cree que es lo suficientemente bueno para ganarme, pero es verdad en “en el amor y en la guerra todo se vale” y ahora esto era guerra. Porque una decisión que tomamos Nick y yo fue que aquí, en esta pista no eramos nada, nadaas que dos contrincantes.

— Perder no es una opción, lo sé.

El asiente y cuando entro al auto me cierra la puerta, arranco y llegó a la línea de salida, el auto de Nick no tarda de llegar a mi lado y ni siquiera quiero mirar al chico que está dentro de él.

— Tu abuela dijo que ahora eras aún más hermosa que antes, y ahora puedo ver que es verdad, estás aún más buena que la última vez que te vi mona.

Ese apodo, eso puto apodo que me habia dado la noche en la que me acosté con él, ese es el que me hace girar la cabeza para encararlo.

— Debes sentirte triste al saber que no volverás a tenerme para ti ahora ¿Verdad?- digo le guiño un ojo en forma de burla y miro al frente, dónde una chica con un brasier de bikini y una minifalda nos mira, pregunta el “¿Lista? ¿Listo?” Y dispara, arrancó sin pensarlo dos veces, tomo la segunda curva con cuidado Pero con mucha agilidad consiguiendo la delantera, en total son cinco curvas, y partes un poco largas de línea recta. Dimitri no está muy acostumbrado a conducir en arena así que consigo buena ventaja, es un gilipollas, lo sé, pero aún así me acosté con él, y después de dos años sin verlo sigo creyendo que fue uno de los errores más grandes de mi vida.

Llegue a la meta con buena ventaja, la multitud se empieza a acercar, y siendo sincera no quiero salir del auto, la cabeza me está palpitando y creo que me voy a desmayar debido al fuerte dolor.

— Joder- mascullo.

Marco me mira a través de la ventanilla confuso. Abre la puerta y no puedo evitar llevarme las manos a la cabeza al escuchar el fuerte sonido de la música.

— Sophia- me llama pero no abro los ojos.— ¡SOPHIA! reacciona, ¿Que sientes?

— Creo que se me va a estallar la cabeza- digo en un susurro.

— ¿Te golpeaste?

— No lo creo.

— Voy a ir por Mariana. Recibiré lo que ganamos y nos vamos ¿Ok?

— Ok- echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos. Si me golpeé la cabeza debo tener una contusión o algo. Pero ¿En qué momento me pude golpear la cabeza? No lo sé, tampoco he bebido. ¿Por qué me siento así? Anoche dormí bien.

— Soph, abre los ojos- me pide Mariana. Hago lo que me dice y la veo.— ella es Step, está estudiando enfermería, ¿Puede revisarte?

Asiento con la cabeza, no quiero hablar.

— Hola, ¿Puedes decirme tu nombre completo?

— Sophia Monterrey.

— ¿Qué año es?

— 2023

— ¿Sabes a qué mes estamos?

— Septiembre.

— Muy bien.-Saca una linterna de su bolsillo. Y mira mis ojos. — Sigue la luz- comienza a moverla y hago lo que dijo.

Cuando termina vuelve a guardar la linterna en su bolsillo.

— ¿Cuántos dedos ves aquí?- me muestra el puño cerrado.

— Ninguno.

— ¿Ahora?- me muestra tres dedos.

— Tres.

— ¿Y ahora?

— Uno.

— Bien, no tienes ninguna contusión. El dolor tal vez sea por estrés. ¿Te pasa seguido?

— Nunca me había pasado.

— Ok, te recomiendo ir a ver a tu doctor pronto.

— Bien, gracias Step.

— No hay de que. Y no conduzcas al menos hasta mañana.

Asiento con la cabeza y ella se levanta.

— ¿Te sientes mejor?- pregunta Mariana.

— No mucho.

— Vamos a ir a mi departamento para organizar el dinero, Nick también puede venir puede venir.

— Ok.

En ese momento veo a Nick venir hacia nosotras.

— Los dejaré a solas.

Se va y unos segundos después Nick me toma la cara entre sus manos.

— ¿Estás bien?

— Me duele la cabeza.

— ¿Te golpeaste?- pregunta preocupado.

— No, Mariana vino con una estudiante de enfermería, me reviso, no tengo ninguna contusión, puede que sea por estrés, dijo que es mejor que no conduzca hasta mañana.

— Ok, te acompaño al departamento de Mariana.- no me lo pregunta, más bien me lo informa pero no es algo que me disguste, se preocupa por mi.

— Jacob y Dalyan vienen con nosotros.

— Ok.

Me pasó del asiento al del copiloto y Nick subió al asiento del conductor.

Arranca el auto y se detiene frente a Jacob y Dalyan, ambos suben a los asientos traseros y Nick vuelve a arrancar.

El viaje es silencioso, solo les digo a Dalyan y a Jacob que estoy bien. Y Nick deja su mano sobre mi muslo en todo el camino.

Cuando llegamos a la urbanización donde está el departamento de Mariana Nick estaciona en una de las plazas libres y todos bajamos del auto, el dolor de cabeza ha disminuido pero sigue presente.

— Creo que tengo pastillas para la migraña en mi cartera, ¿quieres una?- me pregunta Dalyan, sé que ella sufre de migraña de vez en cuando por lo que no se me hace raro.

— Por favor- le digo.

Cuando subimos al ascensor del edificio nos vamos al piso ocho, cuándo salimos del ascensor Nicholas tocó el timbre del departamento 806.




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