Sophia
La fiesta empezó hace cosas de tres horas, después de haber desayunado todos juntos en la mansión Montgomery Dalyan, Jacob, Esteban y yo nos fuimos a casa, mi habitación estaba llena y no estoy exagerando, llena de cajas, cuando mi abuela vino la semana pasada al parecer vio mi lista de libros, si una gran lista así que había cinco cajas llenas de libros, otras con bolsas de ropa, vestidos, jeans, shorts, blusas, camisetas, tops, y hasta una llena de lencería, con la obviamente le había ayudado Dalyan.
Dalyan se ha pensado bien lo de la beca en Londres y en cuanto llegue a Barcelona hablara con su padre y le dirá que ella ya no quiere tener que sufrir por tener que ver a su madre en esa situación, y que ya que él no quiere ingresarla en un centro de desintoxicación, que mi abuela pagaría ella se sube al próximo vuelo con rumbo a Londres para seguir con sus estudios allá.
Nick me dió una cadena con un dige de un sol, no me quiso decir de qué se trataba pero dijo que algún día lo haría, y que por el momento, siempre que tuviera ese sol conmigo él estaría cerca de mi.
Eso fue algo que me encantó, y algo que me hizo prometerme que nunca me lo iba a quitar, no mientras el me gustara, no mientras lo quisiera, no mientras esté enamorada de él.
Sigo bailando pegada a él, no hay mucha gente y es algo que agradezco, hace un rato Esteban en pocas palabras me llevó a rastras hasta una tarima que habían montado en medio del salón, y logró que me convencieran de cantar una canción, después de eso me pegue a Nick, hemos estado bailando y puedo decir que ya estoy algo achispada, llevo dos cervezas y unos tres chinitos en coma si no estoy mal, cuando nos acercamos al mini bar me pienso en pedirme un agua pero después de todo es mi cumpleaños así, que terminó pidiendo otra cerveza, eso sí, la última de la noche.
Seguimos bailando y Nick no para de proponerme cosas al oído.
En algún momento terminamos en su habitación sin ropa y respirando agitadamente, cuando volvemos a estar presentables me abraza por la cintura.
—¿Qué tal la estás pasando?
—Me encanta, el año pasado fue parecido, pero no me sentí tan plena como ahora, tan feliz, ni tampoco lo disfruté tanto. Me siento más libre más.
Volvemos a bajar y un par de horas más tarde la fiesta acaba, nos vamos de vuelta a casa Dalyan, Jacob, Esteban y yo, cuando llegamos todos estamos muertos, Dalyan no bebió, ni siquiera se atrevió a ver un chupito así que fue ella la que condujo ya que esteban y Jecob si bebieron, yo no tomo desde antes de hacer una breve escapada a la habitación de Nick pero preferimos evitar inconvenientes.
Cuando entramos no puedo evitar escuchar las voces de mis padres. No sé escuchan nítidas así que me acerco, cuando llegó a la puerta del despacho de mi padre entiendo a la perfección de qué están hablando.
—¡No puedo seguir así! ¡No quiero seguir comportándose como si me importará! ¡No me importa! ¡No la quiero! ¡No la quería en mi vida! ¡Tus padres me obligaron a tenerla! ¡Yo no la quiero! —Escucho a mi madre
—¡Eso no me importa! ¡Yo tampoco la quiero! ¡Pero debes comportarte como su madre! ¡Los Montgomery no pueden saber cómo ha sido la vida de Sophia!, ¡no van a querer seguir haciendo negocios con nosotros! ¡Para ellos la familia es lo más importante!
—¡Pero para mí no Erick!, ¡Ellos no van a terminar con el contrato, les costaría miles de millones de dólares terminar nuestra sociedad!
—No nos podemos arriesgar, lo sabes, deja este berrinche y mejor empieza a comportarte, el teatro debe seguir al menos hasta que todo esté listo para poder irnos a Nueva York.
—No puedo esperar tanto tiempo, ya no soporto hacer esto ¡Por favor! ¡Hagámosle que solo es un teatro y que fuera de casa debe seguir siendo así! ¡Los Montgomery no tienen por qué enterarse!
—Es novia de su hijo, ella se lo dirá, no podemos arriesgarnos, a ellos les costaría una fortuna Pero a nosotros también.
Dejo de escuchar y doy la vuelta los tres están ahí.
Diane y Elliott salieron y dijeron que posiblemente se quedarían en un hotel y vendrían mañana temprano por sus cosas y para irse todos juntos al aeropuerto, Jacob se iría con ellos y Dalyan saldría una hora más tarde, ahora mi pregunta es: con quién me voy. Porque algo tengo claro, no me voy a quedar en esta casa, no voy a seguir con este “teatro” del que no estaba enterada se había convertido mi vida.
Pero no estaba lista para volver a Barcelona, mucho menos sabiendo que Dalyan pronto volvería a Londres.
—Empacare mis cosas y me voy a Londres con ustedes mañana.
No era una pregunta, sabía que Diane estaría feliz de que me fuera con ellos, y a pesar de que mi plan era quedarme, las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana.
—Soph, antes de tomar una decisión de la que te puedas arrepentir debes pensarlo bien, piensa en Nick, no se lo merece.
—Y yo no merezco tener que quedarme en una casa en la que no me quieren y mucho menos que me traten como me tratan porque si no lo hacen perderían dinero.
Me voy hacia las escaleras y subo rápidamente. Cuando llegó a mi habitación entro directamente al vestidor y saco una de las maletas grandes, saco todo la ropa “abrigada” que tengo y laeto en la maleta, no es que tenga mucha debido a que a penas está llegando otoño pero en Londres hace mucho más frío que en los angeles, aquí refresca, allá hace frío, frío de verdad.
Cuando he terminado con todo y me he dado una ducha, guardo los cuadernos y todo lo que me puede servir para poder instalarme cuánto antes en el St,Mary en Londres.
En una libreta empiezo a escribir “Nick. Mi Nick”
Cuando tengo la carta lista la meto en un sobre en el que escribo Nick.
Me levanto y salgo de mi cuarto, el cabello aún me escurre pero no tengo ganas de sacarmelo.
Son las 6:22 am, y todos están dormidos, le pedí a todos que me dejarán sola, les dije que están bien y que hablaríamos de eso en el avión.