Sophia
Después de aterrizar en el aeropuerto de Los Ángeles me despedí de Dahiana y me fui directamente a por mi maleta y a reunirme con Mike. La respuesta de Nicholas a pesar de que me la esperaba fue algo sorprendente, lo entendí, lo entiendo, es justo, porque es la verdad, yo me voy y él se queda aquí e intenta seguir con su vida. Nicholas no tiene un plan como el mío, un plan que impone reglas, y sueños que quiero cumplir. Porque quiero llegar a la cima, a la cúspide de la montaña y girarme y ver qué he recorrido un gran camino.
Pasé esos días con Mike, un par de días después fui a la mansión con él, recogí todo lo que necesitaba en tiempo récord y volvimos al departamento, el día de navidad nos entregamos los regalos y el 31 nos quedamos viendo películas hasta las 12 y después cada uno se fue a dormir, el primero nos subimos en el jet y nos fuimos a Barcelona.
Llegar a Barcelona junto a Mike fue algo así como un “Deja vu” algo que había hecho muchas veces, o pocas, depende cada quien o comparándolo con otros lugares. Había pasado poco menos de un año desde la última vez que había estado en Barcelona, pero volver no fue tan tortuoso como me lo esperaba, en realidad fue algo normal, cotidiano por así decirlo, antes iba mínimo dos veces al año a Barcelona, fuera sola con Mike o con Ana y Erick.
Volver a vivir con mi abuela fue igual antes, tener una exigencia mucho mayor porque ella pedía resultados diarios, quería ver cada calificación, cada respuesta que debía plantear yo y juzgarla, pero creo que eso me hizo bien, me hizo volver a poner los pies sobre la tierra. A dejar de pensar en cualquier otra cosa que no fuera en enviar las solicitudes para la universidad, hacer el voluntariado y grabar, la relación con Christian fue… amistosa, de vez en cuando cuando me iba a recoger uno de los choferes el se ofrecia a llevarme y viceversa. Hablábamos sobre nuestras vidas. Nos vemos en clase y de vez en cuando, cuando necesitábamos tener a alguien a nuestro lado que nos escuche nos sentamos juntos. Creo que empezamos a formar una rutina, y cuando llegó ese día, el aniversario del peor día de mi vida él estuvo ahí, porque también fue el suyo.
Creo que después de ese día pude volver a ver a Christian con toda sinceridad como un amigo. Antes lo veía como una persona con la que había pasado por muchas cosas y a la que estaba dispuesta a escuchar y hasta a consolar, pero no podía verlo como un amigo, ahora las cosas eran diferentes. Podía considerar a Christian un amigo, un confidente, un follamigo o un amigo con derecho a roce, como lo quieran llamar. Pero NO lo veía como una pareja, ni ahora ni en ningún tipo de futuro fuera cercano o lejano.
El tiempo fue pasando, llegó el viaje de fin de curso, el último para todos los de mi año. Entre todos tomamos la decisión de que irnos a otra ciudad o algo así no sería lo mejor, éramos un grupo bastante unido, y queríamos cerrar esa etapa de nuestras vidas juntos, no separados en grupos de unos cuantos recorriendo alguna ciudad que muy posiblemente la mitad de nosotros ya conocía.
Dalyan había vuelto a Barcelona para terminar por fin la preparatoria, había tomado una decisión, no fue fácil para ella la pelea que tuvo con Jacob cuando le dijo que no iba a volver para terminar el año allá, mi amigo… bueno no creía que fuera a pasar posiblemente seis meses sin ver a su novia. una de las peores noticias para mi en lo que llevaba de año era su ruptura, Dalyan estuvo destruida por casi un mes, me plantee la idea de coger un vuelo a Londres solo para arrancarle la cabeza a Jacob, pero… Elena no me permitiría saltarme ni una hora de clase quedando tan poco para que finalizara el curso, pero la idea seguía latente en mí, además iría a Londres durante las vacaciones de verano que técnicamente ya empezaron.
Solo que la graduación no fue hasta ayer y no había tenido la oportunidad de subirme a un avión con destino a Londres aún.
Dalyan iría conmigo para ver a sus padres, su madre le pidió que fuera a pasar el verano allá antes de entrar a la universidad, la cual planeaba hacer en Barcelona, Dalyan es como otra nieta para mi abuela y ella estaba encantada de que se quedara con nosotras.
Nos despedimos de mi abuela hace una hora y estamos a punto de subirnos al yet.
Cuando estamos sentadas me mira dubitativa.
—¿Qué pasa?
—Jacob me escribió hace rato preguntándome si podíamos vernos cuando llegara.
—¿Quieres verlo?
—Quiero saber que tiene para decirme, aunque no creo volver con él. ¿Christian y Tara irán?
—No lo sé, la situación está algo complicada desde la última vez que nos acostamos, no me ha hablado y ayer apenas si me dió la cara.
—¿Paso algo?
—Le dije que no quería que se quedara a dormir porque… bueno no somos nada. Se enfadó y no me ha hablado desde eso. Sé que sigue sintiendo algo pero, yo sigo enamorada de Nicholas Daly, no puedo tener una relación real con él. Elena me está presionando para que haga oficial nuestra relación, la cual ella cree va más allá de una amistad y sexo, los fans no dejan de decir que nos quieren juntos de nuevo y Miles… es Miles, él quiere que digamos que estamos en una relación aunque no sea verdad.
—Sophia, te diré algo. No hagas algo de lo que te puedas arrepentir porque las personas de tu alrededor te presionen, hazlo solo si estás segura de que quieres hacerlo y de que no será malo para ti y tu salud mental.
—Te amo Daly
—Y yo a ti Soph, y yo a ti.
Cuando llegamos a Londres los Cruz nos esperaban en el aeropuerto. Dalyan y yo desempacamos y ya estábamos bajando las escaleras para cenar.
—¿Ya desempacaron chicas?
—Si mamá —le doy un beso en la mejilla a Diane.
Mientras cenamos hablamos de las carreras y cómo nos sentimos para entrar a la universidad en septiembre.
—Chicas, tenemos noticias —dice Diane —Compramos una nueva propiedad.
—¿La que querían para pasar el verano?