Aprendices de Politicos

Capítulo 2: Sufriendo en silencio

Llego el fin de semana y tenía que apoyar a mi novia en sus eventos importantes, eso es lo que hacen las parejas. Hasta la fecha nunca he entendido como sigue conmigo, a pesar de ser un fracasado en nuestra mismísima carrera. Aún recuerdo el día que la vi. 

 

Fue a principios del último año de la carrera, ella era una chica muy linda y atractiva. No sé como llegue a hablarle, pero si estoy seguro de que llegue a pretenderla. Aún recuerdo cuando estábamos en la sala de su casa y de la nada nos besamos el uno al otro.

 

Me subo a mi auto viejo, mientras se me dificulta el poder encenderlo. Este lo compré con mis cinco años trabajando en ese maldito puesto que tengo. Si se preguntan el porqué no lo cambio es por el hecho de que soy un maldito orgulloso que no renuncia tan fácil y si quiero hacerlo será para cuando tenga el trabajo que merezca.

 

Llego a la parte de la ciudad que es más comercial y económica. El salón principal está lleno de sujetos en corbatas y con trajes de seda listos para exponer el proyecto de mi amada novia. El único problema de mi relación es que los compañeros de trabajo de mi novia saben de mi existencia y de lo que soy capaz.

 

—Miren, el fracasado — dice el compañero

—Hola, Antonio— digo un poco molesto.

—Dime, aún sigues tratando levante esa negocio tan lucrativo, el cual dice Yoselin que estás trabajando.

—Sí, será un éxito que después logrará tanto que pedirás trabajo con los salarios que de — digo mientras tomo un martini. 

—No puedes salir de la pocilga del call center y crees que puedes hacer negocios solo porque sí — dice Antonio riéndo.

—Claro, alimentar a los que ya tienen dinero me parece muy lucrativo y más que propones ideas y proyectos para que al final nadie se recuerde de ti y seas alguien reemplazable.

—Sigo sin creer que Yoselin siga enamorado de ti, supongo que la inteligencia no está ligada a las relaciones y órganos— dice mientras se retira.

 

Tras esa amistosa platica con mi peor enemigo , es momento de la presentación de mi bella dama. El plan que ella propone es una mejora en los intereses de los cuentahabientes nuevos y fieles al banco. Además de ofrecer proyectos económicos y préstamos para los pequeños emprendedores. Sin duda algo que mejora la economía local y también lo que mueve nuestra potencia. 

 

Conforme termina la presentación me acerco a la mesa de botanas para comerme un pan sandwich sobrevalorado. Algo llama mi atención.

 

—Lo logro — dice.

 

Un par de sujetos de traje sumamente costos y con una apariencia llamativa. 

 

—Gracias a eso, ahora podremos desviar los fondos.

—No espero la hora para abrir las empresas pequeñas. Eso nos ahorrará costos y además de eso, dinero libre.

—Necesitaremos un asesor administrativo.

 

Es mi oportunidad y es momento de aprovecharla.

 

—Caballeros.

—Tú quién eres payaso.

—Soy el hombre que necesitan. Me disculpo por ser un entrometido en sus pláticas de negocios, pero necesitan la asesoría de un administrador con experiencia y considero que estoy aquí les prometo ahorrarles la molestia.

—Sabes abrir negocios pequeños y también necesitamos la documentación.

—Claro, pero mis honorarios no serán del todo factibles—

—¿Dónde nos podemos reunir?

—Vayan a esta dirección—  digo mientras anoto en un papel la dirección de mi oficina

—Estaremos hay el lunes— dicen mientras se van.

 

Tengo otra oportunidad de darme a conocer y también de dejar ese maldito trabajo. 

 

—Hola — dice mi novia.

—Lo hiciste bien — digo orgulloso.

—En serio, estaba nerviosa cuando explique lo de las tazas y  las entrevistas con los miembros de la prensa y mi jefe fueron agotadores. 

—Oye, esto es lo que mereces. El éxtasis de lograr el éxito es grande.

—Sí, es así, espero que sea así siempre.

 

Después de la reunión llego a casa de noche, como es de costumbre los sábados mi padre se pone ebrio y escucha canciones de The Police o Fletweedo Mac. 

 

—Hijo

—Otra vez tomaste, y esta vez fueron hasta las chanclas.

—Eso no es lo importante, lo importante es que he hablado con mis amigos que están en el gobierno y ellos te ayudarán a encontrar trabajo. 

—De la misma forma que te ayudaron para ascender y aún sigues siendo un humilde contador en un puesto por más de veinticinco años.

—Ellos te ayudará.

 

Lo dejo solo en el sofá mientras babea. Madre y mi hermana están viendo sus series favoritas en el cuarto. Yo comienzo a trabajar en lo que es mi anteproyecto para mostrárselo al sujeto que me encontré en la reunión. No mencione nada de esto a Yoselin para poderle dar una sorpresa.




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