Capítulo 10: El nuevo rumbo de la vida

Al día siguiente mi madre se entera de lo que es mi nueva vida, tras los sucesos ocurridos con mi padre lo mejor que puedo hacer es hacer mis maletas y retirarme de este lugar. 

Mi madre y hermana no reaccionaron de la mejor forma y sin duda saben lo de mi decisión. Yoselin sabe de esta situación debido a que la llame inmediatamente y trajo su vehículo en sí.

Aún observo las lágrimas de mi madre como si fuera María magdalena, mi hermana con cara de decepción y mi padre sentado en el sofá con los ojos cerrados y frunciendo el ceño.

Pongo mis maletas en el baúl de Yoselin y comenzamos mi nueva aventura. Por el momento dormiré con ella y su familia y lo mejor será que busqué apartamento, ya que tengo disponibilidad económica. 

Pasaron unas semanas en casa de mis suegros y por suerte, logre tramitar el alquiler de un apartamento lujoso en la parte más cara de la ciudad. Yoselin y yo miramos el que puede ser nuestro futuro nido de amor, sé que veo a esa mujer como mi novia, pero hemos estado por años juntos  que es momento de formalizar todo. Aunque no lo sé, no me siento preparado.

Admirando mi nuevo departamento de soltero, tenemos una vista de la ciudad que es hermosa de día. Estoy pensando en tantas cosas: un sofá cama, una mesa de billar, un bar para poder tomar todos los tragos que pueda, una sala exclusiva de videojuegos y mi propio teatro en casa.  

Esto era justo lo que pensé al momento de graduarme y estudiar mi carrera, este tipo de vida es lo que debemos buscar siempre y no conformarnos con una casa y también con pagar cuotas solo para hacer ricos a los millonarios quienes utilizan los métodos financieros tradicionales.

Aquí es en dónde debo formar mi nuevo imperio y con la inteligencia de Yoselin, mis habilidades y la capacidad de aprendizaje de Lazaro, es seguro que lo lograré.

6 meses después…

Mi vida cambió muy radicalmente. Yoselin se implicó poco a poco en el negocio, tuvo la gran idea de fundar empresas reales y generar empleo , logrando así que paguemos salarios miserables y evadir las prestaciones de ley, lo cual ha logrado establecernos y también invertir el dinero en lo que de verdad debemos hacer.

He hecho diferentes negociaciones con Zarceño para que logre darnos proyectos de infraestructura y también de ayuda a la comunidad para lograr así obtener más ganancias.

Miguel llega cada fin de mes para poder cobrar su tajada, al parecer los miembros del cartel están contentos con mi trabajo y como siempre tengo mis ahorros y ganancias guardados en diferentes cuentas, eso sin mencionar las cuentas secretas.

En mi apartamento hemos estado haciendo fiestas de a poco, hemos conocido diferentes figuras políticas y también estrellas de televisión y cine, además de artistas del género. Yoselin ha podido conocer a sus profesionales favoritos y también lograr hacer buenos contactos que nos pueden dar mejores ganancias.

Lazaro estuvo con nosotros y lo peor de todo fue saber que conoce a Yoselin, lo cual eso me pone un poco celoso. El diputado Zarceño está preocupado por su reelección en el congreso de la república, las elecciones son en unos meses y debe de hacer algo grande si quiere que el distrito central lo reelija. 

Eso es tema complicado, ya que ha desaprobado muchas iniciativas en las cuales han sido para mejorar el estándar de vida en el país, sin mencionar la mejora de construcción en carreteras y también la mejora en la alimentación de los niños del sector pobre. Ganar estas elecciones es sin duda alguna algo dificultoso para él, le confiarán el voto a alguien mucho más joven y que les venda el mismo discurso populista.

—Amor, iré a la barra — digo.

—Está bien.

—Amigo — dice Lazaro.

—¿Qué?

—Estás viviendo el sueño, tienes tu propio departamento, tienes a la mujer de tus sueños. Envidio tu vida — dice Lazaro.

—Es trabajar duro— digo riéndome.

—Ambos sabemos que mientes — dice Lazaro sonriente.

En un momento de la fiesta veo a un grupo de sujetos entrando, al parecer no son invitados y nadie se da cuenta. Me volteo para ver si Yoselin se encuentra bien y entro con un cuchillo de plástico para ver a los sujetos. 

Se fueron directos a mi cuarto, lo cual eso suena muy mal. Abro la puerta y uno de ellos me golpea en el estómago y me arroja al suelo.

—Auxi……

—Increíble, eres mucho cerebro, pero muy poca fuerza — dice Miguel.

—¿Qué haces aquí?

—Mi jefe quiere hablar contigo — dice Miguel señalando.

—Tú manejas mis millones — dice el jefe.

—¿Qué hace aquí?

—Necesito ayuda administrativa, más bien necesito que hagas algo por mí — dice.

—Sí, se refiere a seguir lavando su dinero, no hay problema. Nos ha ido bien — digo.

—Nada de eso, veo que tienes varias empresas y también tienes un grupo de personas descartadas por empleo— dice.