Tras esta insaciable victoria. Yoselin y yo tuvimos una de las noches más apasionantes de sexo que jamás imagine, nos encantó la idea y el deseo que teníamos de nuestra nueva vida.
Pasaron los meses y yo siempre me reunía con Zarceño para discutir nuestro plan de acción para los siguientes años de gestión administrativa, incluso Lázaro salió ganando porque será nuestro consultor financiero, si es que se le puede decir a alguien que comete fraude con empresas de cartón y fantasma.
Todo ese tiempo, sin duda alguna, fue muy placentero y ante todo lleno de emociones. Lo mejor que podíamos hacer con Yoselin era celebrando, yéndonos de viaje al puerto una semana como los millonarios que somos. Yoselin pidió sus quince días de vacaciones para disfrutarnos con todo: alcohol, sexo, un buen baile y las dulces olas del mar.
Subo las maletas al auto y nos vamos directo de viaje. En el camino nos manteníamos felices hablando de todo, de lo que haremos en el futuro, los planes y u nuevo programa que también ayudará a hacernos ricos. Poco a poco implementaremos nuestros planes.
Lo primero que hacemos es llegar a nuestro hotel favorito, total podemos pagar el salón más caro, el mejor vino y champán. Al final el dinero sin duda alguna lo tendremos de forma ilimitada y claramente sabremos hacer más dinero.
El primer día de nuestro viaje de amor hacemos lo que toda pareja común puede hacer, no, no me refiero al sexo. Me refiero a pasear por la playa, seguir haciendo actividades como la pareja que somos, disfrutar de una apuesta de sol en la mañana y en el atardecer que es sin duda alguna algo bello que puedes compartír con la mujer que amas.
Pasamos los días disfrutando nuestro momento a solas. Yoselin no lo sabe pero las noches mientras duermo son una tortura, no dejo de pensar en Alan y como rescato mi vida, pero no pude devolverle nada. Lo mejor que pude hacer fue haberle dado becas educativas a sus familiares y también un seguro de vida ilimitado en caso de que pasen algún problema. El premio de lotería sin duda alguna es algo que los hará felices.
Siempre despierto con la misma escena y la misma imagen, el charco de sangre y también implementado en mis manos como si fuera agua. El último día de nuestro viaje de amor con Yoselin decidimos ir al pueblo como tal y comprar algo para su familia. Ya saben los típicos recuerdos que pueden llevarle a cada miembro de la familia.
Del otro lado de la calle se encontraba el juzgado civil y miraba algunas parejas con sus vestidos y ramos de flores viendo como los felicitaban. En ese momento se me ocurre hacer lo que tanto deseo.
—Amor— digo mientras ella termina de pagar todas las cosas.
—Sí — dice muy feliz.
—Acompáñame — digo.
La tomo de la mano suavemente y nos dirigimos al juzgado civil, para ir a la oficina de constancias matrimoniales.
—Amor— dice dudosa.
—Vamos a hacer esto y en este momento — digo.
—Oye, ¿Por qué?
—Porque te amo y quiero vivir esto por el resto de nuestros días.
—No sé si estoy preparada— dice.
—Somos jóvenes, debemos aprender a vivir y ante todo tomar los riesgos que nos prepara la vida — digo.
—Esto es un paso enorme — dice.
—El único paso que necesito dar es el primero para luego pasar el resto de mis días para cuando llegue el momento decir “Valió la pena estar a tu lado “— digo.
—Vamos —dice.
Ambos entramos al juzgado, alistando todo nuestros documentos y también nuestros votos matrimoniales.
—Señores, es momento de iniciar este bello momento — dice el Juez.
—Claro que sí, no espero el tiempo para contar los días que estaré con esta preciosura — digo ansioso y feliz.
—Estamos aquí para unir a estas dos personas en eterno matrimonio. Estar juntos en las buenas y las malas, la salud y la enfermedad, en la pobreza y la riqueza hasta el día de su muerte—dice el juez.
Las palabras de cualquier película.
—Jacobo, aceptas a la señorita Yoselin para que sea tu esposo — dice el Juez.
—Acepto.
—Yoselin, aceptas al joven Jacobo como tu legítimo esposo — dice el Juez.
—Acepto — dice con una lágrima.
Nos besamos apasionadamente, es el momento más feliz de mi vida. Aunque no tendremos luna de miel, pero sí tendremos.
Los días siguientes regresamos a la ciudad para empezar a trabajar en las planificaciones y estrategias con Zarceño. Para ello ya no tendía una empresa pequeña, ahora tendría una empresa formal que ofrecen servicios de todo tipo: limpieza, compras en línea, servicios de call center entre otros.
También tuvimos que crear una empresa en el tema de pavimentación y construcción de carreteras. Zarceño dijo que harían tratos con los encargados de construcción de carreteras, ellos para poder obtener un buen botín y retorno de inversión. Además de los proyectos sociales como son las escuelas abiertas y también comedores para acceso a gente pobre.