Aprendiendo a Amar

Parte 5

Me levante de faltando un cuarto para las cinco empezando la debida rutina mañanera, mi madre me hizo el desayuno el cual guarde para más tarde tomando únicamente la taza de café, hoy sería mi primer día por lo que salí de la vecindad listo para comerme el mundo por así decirlo, tome la ruta que nos llevaría al lugar donde horas antes había estado por un misero empleo, estaba totalmente desolado sus oficinas se habían vuelto virtuales, todo estaba perfecto para empezar a trabajar de forma cómoda, hasta que lo escuche, juro que no quería darle atención al haber hecho amigos rápido, puesto que era mi naturaleza. Pero Mayson era insistente por lo que me posicione frente de él elevando una ceja, desde un principio dejaría todo en claro, no me dejare mangonear por este.

—. Hasta que por fin te dignas a mirarme amigo, que sorpresa que el vago de Karl decida trabajar.

—. O si trabajaba desde antes imbécil.

—. ¿Cómo que imbécil? Más respeto o te saco de patadas devuelta a la mugrienta calle.

—. Solo te trato como me tratas bola de grasa, si que llevaba años sin verte, aquel descerebrado de primaria ahora es una dona andante.

—. Eres un…

Su mano en mi cuello me hizo soltar una pequeña risa mientras intentaba quitar esos kilos de más de mí, la arquitecta fue mi salvadora que no sé cómo logro apaciguar al gran Mayson, ahora bien buscaría que creyeran en mi versión lo cual le llamaría como un cincuenta por cincuenta, ya que todos conocían lo imbécil que era este hombre.

—. Se puede saber porque dos hombres que se supone que están hechos y derechos estaban a punto de irse a los golpes, en este su lugar de trabajo ¿No respetan o qué?

—. Discúlpeme señorita, es que el señor Mayson me hizo alejarme de mis labores para agredirme verbalmente, yo le dije que no era necesario por que los problemas que tuvimos en el pasado se deben quedar allí en el pasado, a él no le gusto y se puso violento.

—. Estas mintiendo y además calumniándome muerto de hambre.

—. No soy muerto de hambre por que me defiendo, si estoy aquí es porque quiero sacar adelante a mi hija, no lo estaría por otra razón usted es un mal jefe.

Mayson iba nuevamente a reprochar cuando la joven interrumpió primero ahora agarrándola contra ella, sin saber que la “simple arquitecta” era la hija del dueño de la obra, solo un par de llamadas bastaron para poner en cintura a este hombre, durante todo el día solo sentí sus miradas de odio, pero no podía actuar en ataque frente a ningún trabajado, punto para mí.

 —. ¿Con que usted estaba dispuesto aguantar ese patán por su hija joven? Si me habían hablado de la desastrosa actitud de Mayson Cruz, no pensé que se fuese a desatar tan pronto.

—. Mayson y yo no es que tengamos la mejor comunicación del mundo señorita, pero muchas gracias por llegar a tiempo, por poco me fuese ahorcado.

—. Se ve que es todo un animal ese sujeto, pero el personal lo pusimos indirectamente nosotros, el solo ha de poner la respectiva maquinaria, tiene más que perder que nosotros.

—. Eso me doy cuenta, bueno un gusto conocerla, me tengo que retirar el descanso se acabó señorita arquitecta.

—. Llámeme Rosie joven Karl, espero no le moleste que lo llame por su nombre en vez de su apellido.

—. Para nada señorita Rosie, hasta después.

Sonreí para acomodar mi casco e ir de vuelta a la zona de demolición, apenas estábamos haciendo el derrumbe de aquella podría llamarse milenaria construcción, que quien sabe hace cuantos años no se le hacia un mantenimientos, algunas paredes que rompíamos arriba desplomaban las de abajo, algo peligroso para ser el primer día, pero suficiente para cubrir los mil metros cuadrados que tenía el lote, sí que era un buen terreno que costaría millones si estuviese en venta.  

Las horas pasaron como de quien no tuviera prisa hasta marcar las cinco de la tarde hora en la que se anunciaba que acabaría el horario matutino de diez horas de labor, si es una explotación lo sé, pero era lo único que podría ayudarme a saciar mis necesidades al igual que las de la casa, lo bueno es que daban bonificaciones en los salarios cada quince días, espero que todo siga así de bien, matarme el lomo debe servir de algo.

Al llegar a casa me encontré con que la pequeña estaba resfriada, tenia solo unos cuantos centavos que me había sobrevivido de mi ultima apuesta los cuales invertí en un remedio que la pudiese ayudar, se veía tan indefensa que debo aceptarlo, sentí temor de cargarla y lastimarla.

—. No te preocupes hijo, Karolina estará bien es solo una gripe pasajera según Melody.

—. Madre usted…. ¿Usted cree que yo estoy haciendo las cosas bien?

—. Si lo creo, porque con que hayas aceptado trabajar con Mayson es un gran avance, nunca pensé verte trabajar de nuevo.

—. Cierto, hablando de don Cruz como le decían en la escuela, lo puse en su lugar gracias a la arquitecta, se me acerco con sus comentarios ofensivos y solo le respondí provocándolo, el callo e intento ahorcarme, la joven Rosie que es como se llama lo vio acabándole así la fiesta, esta pasivo ante todos.

—. Karl no quiero que te andes buscando problemas, ese es como tu primer trabajo después de mucho tiempo.




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