Aprendiendo a quererte

Capitulo 11

Mariana

¿Qué le ocurre a Xander? Él no puede mandar sobre mí, bien, quizás lo esté ayudando con todo esto de “la novia”, pero eso no le da el derecho de elegir con quien debo estar y con quien no

Además a Mateo lo conocí antes de que él me propusiera ese estúpido “negocio”, no puedo simplemente ignorarlo si no me ha dado ningún motivo, él ha sido amable conmigo, no puedo juzgarlo por cosas que los demás dicen

¿Si son hermanos, verdad? ¿Cómo puede tener tanto rencor hacia su hermano?, él y Alicia, es absurdo

-Mariana… hermana adorada, ¿sabes que te amo verdad?

-¿Qué quieres Santiago?

-¿sigues molesta por lo de esta mañana?

-no

-¿segura?

-si

-oh bueno, está bien, en ese caso ¿si me vas a responder?- lo ignoro y busco algo para ver en la tele- ¿dormiste bien si o no?- se para enfrente de mí  y me quita el control

-¿Qué te pasa? Devuélveme eso

-primero respóndeme

-hoy tuve un día de mierda y te juro que si no me devuelves el control haré que te sientas por fuera como yo me siento por dentro-  lo amenazo y corre, por lo que me siento en el sofá y para poder verlo mejor, Santiago está detrás del comedor utilizándolo como barricada

-¿no fue lo que esperabas en la cama?- me levanto del sofá y voy hasta donde él está, lo miro amenazante- ¿fue eso?

-no Santiago, no fue eso, devuélveme el control

-Uy, entonces si dormiste bien

-Yo no dije eso Santiago- rodeo la mesa pero él hace lo mismo- nosotros solo dormimos

-¿ha si? Pero esta mañana cuando te fui a ver, mala decisión por cierto, estabas muy abrazada a él

-Santiago…- siseo molesta- ¿tú me viste en esa situación y no me despertaste?... ¡estás muerto!

-¡Ay! Aléjate de mí- corre al ver que comencé a seguirlo- ¿peleaste con tu novio? ¿Qué te pasa?

-¡No es mi novio!, pero si estoy molesta y es por culpa de él

-pero no tienes por qué desquitarte conmigo, toma, toma tu estúpido control- lanza el control por el aire y antes de que caiga al piso lo atrapo

-¿Qué te ocurre Santiago? Lo vas a romper

-pero lo atrapaste ¿verdad?- lo miro molesta- está bien lo siento, pero tenía que distraerte, no quería que me arrancaras la cabeza

-no importa, me voy a dormir ya no quiero ver la tele

-¿tan malo fue tu día en el trabajo? ¿Qué te hizo Xander?

-no me hizo nada… es solo que… él cree que puede elegir mis amistades, piensa que solo porque me diga “Alégate de Mateo” lo haré, y…

-¿Mateo? ¿Su hermano?- asiento- ay… Mariana sé que me vas a odiar pero… creo que si deberías alejarte de él

-¿tú también?

-anoche pude hablar con Alicia, y él no es una buena persona, deberías apartarlo

-no, no me ha dado ningún motivo, no lo haré

-pero Mariana…

-me voy a dormir

No sé qué hizo o que no hizo Mateo para que Xander y Alicia lo odiaran tanto, no sé si su rencor es justificado o no, pero ni Santiago ni yo deberíamos involúcranos, y mucho menos opinar

Ay querida, te involucraste cuando comenzaste a ayudar a Xander y firmaste cuando aceptaste salir con Mateo

Lo se… yo sola me involucré en esto

Odio cuando mi conciencia tiene la razón, no tengo escapatoria.

 

-hermana ¿estas molesta conmigo?

-no Santi, no lo estoy, pero no debes juzgar a las personas, no somos Dios para decidir si alguien es bueno o malo sin saber la historia completa

-bien- el taxi se detiene enfrente del Liceo- me voy, oh y algo más, me quedaré contigo lo que resta del periodo estudiantil, tú vives mucho más cerca que mamá, ya le dije que estás de acuerdo

-¿¡que tu dijiste qué!?- respiro profundo, es tu hermano, solo sigue apoyándolo- está bien, pero harás todo lo que yo te diga o si no te pongo a pagar alquiler

-no lo harías- levanto una ceja- bien, todo lo que tú me digas lo haré

-mejor, ya vete- se baja del taxi y yo sigo al trabajo

Al llegar lo primero que veo sobre mi escritorio es una bolsa plástica con una nota

Lo prometido es deuda, un Mason Jar de frutas, disfrútalo. También me quería disculpar por lo de ayer, tú tienes tu vida y puedes hacer con ella lo que quieras, aun así, si puedo hacer algo para protegerte y alejarte de todo lo que te quiera lastimar lo haré, espero lo entiendas.

-eres un…

-¡Mariana! ¿Cómo estás? Llegaste más temprano hoy

-hola Camila, lo sé, quería comenzar a trabajar más temprano hoy, necesito distraerme

-¿Qué hay en la bolsa?- ve la bolsita de plástico sobre mi escritorio con curiosidad

Agarro la bolsa entre mis manos y saco el recipiente de vidrio junto con el cubierto- esto- sonrío y le doy la vuelta a mi escritorio para sentarme

-uhh ¿Quién te lo trajo?, no me digas que fue… - se queda callada pensando, cuando una sonrisa maliciosa aparece en su delicado rostro- ¿fue el apuesto hombre de ayer? ¿Mateo verdad?-toso ahogándome 

-¿Qué?, no, claro que no, él ni siquiera sabe que trabajo aquí

-¿Por qué no lo sabe?- dice triste- parece un buen hombre y es simpático

-porque no, y tampoco debe saberlo, ¿entendiste?

-¿Por qué no?- se queja- yo quiero volver a verlo y si él sabe que trabajas aquí puede que venga

-por eso no quiero que sepa que trabajo aquí, si, es un buen hombre, y si, es simpático y atractivo pero no debe saber que trabajo aquí, ¿entendiste Camila?, lo último que quiero es que un hombre venga a buscarme al trabajo

-está bien…

-Cami ya deberías regresar al trabajo, sabes cómo es el jefe, si él llega y no te ve trabajando te vas a meter en problemas

-¿me va a reprender en su oficina?, sabes que no sería mala idea, sería la oportunidad perfecta para

-ya detente Camila- la interrumpo antes de que siga y entre en su modo lascivo- límpiate la baba, te has acostado con media oficina ¿no es suficiente?




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