Aprendiendo a quererte

Capítulo 26

Mariana

La cena fue… bueno… ¿Cómo decirlo sin que suene tan mal?....

Un rotundo fracaso.

Perdón, pero es la verdad.

Fue verdad tras verdad, revelaron mucho, y para ser sincera, fue muy incómodo, y un poco perturbador.

La comida se veía deliciosa pero el apetito ya me había abandonado.

Santiago y yo nos veíamos cada dos minutos, no sé cómo se sentía él, pero yo me sentí desubicada y mal, muy mal.

En ningún momento busque opinar o intervenir, solo veía a mis lados.

Y todo empeoró cuando la Señora Verónica afirmó estar al tanto de las negociaciones de su difunto marido, Santiago estuvo a nada de reclamar algo que no era de su incumbencia, por suerte me di cuenta a tiempo y lo pellizqué.

Sé que ver a Alicia de esa forma le molestó pero no es su asunto.

De tal forma como a Santiago le molestó ve a Alicia frágil, a mí me molestó ver a Xander herido nuevamente.

Aun así tuvo la fuerza necesaria para poder ocultarlo bien, imitó la actitud de Mateo, frio, calmado e indiferente, pero a pesar de lo que reflejaban en el exterior estoy casi segura de que ambos querían romper por lo menos algo. Y así uno a uno todos nos fuimos.

El camino de regreso a mi casa fue silencioso, y yo no me atrevía a romper ese silencio.

Cuando llegamos todos bajamos del auto y me quedo viendo a Xander y a Alicia.

Se ven muy mal.

Sin pensarlo tanto abrazo a Xander, él me corresponde de igual forma el abrazo, al yo ser más baja que él, se inclina y oculta su cabeza en el hueco que está entre mi hombro y el cuello, y, de inmediato siento que comienza a humedecerse.

Está llorando.

-quédate conmigo esta noche, por favor- me pide mientras intenta calmar su respiración, la cual se encuentra muy acelerada.

-por supuesto que lo haré, estoy contigo- le digo sin soltarlo.

-gracias.

Su tono de voz se oye muy débil y su ánimo esta decaído, no pienso dejarlo solo, no es conveniente.

Así Santiago podrá quedarse con Alicia, se cuánto le preocupa.

Cuando hemos recogido todo o necesario nos vamos a su casa.

Al llegar la Señora Lucia nos recibe con una sonrisa un poco decaída.

-ya llegaron, me he enterado de lo que ha ocurrido, creo que nadie quería estar solo esta noche.

-¿a qué se refiere nana?- le pregunta Xander confundido.

La Señora Lucia no le responde, en cambio lo guía a la habitación de visitas y abre la puerta.

Sí, he venido tantas veces que ya conozco la casa completa.

Al entrar me sorprendo. Están todos aquí; Carlos, Rosannys y Mateo.

Y para mayor sorpresa Alicia ya no parece molesta, o al menos, no con Mateo.

-Sé que venir sin previo aviso es descortés, pero a ninguno de nosotros le pareció agradable pasar la noche sólo, o al menos no a mí, ¿está bien si nos quedamos?- pregunta Mateo

Xander sonríe y se relaja.

-claro, después de todo, por eso la casa es grande, para ocasiones en las que desee compartir con la familia.

-Si, recuerdo que antes de comprar esta casa dijiste que era perfecta para la familia, y para futura descendencia, me pareció muy cursi.

-y así fue- voltea a ver a Alicia que se encuentra con su conejo mimándolo con pequeñas caricias- ¿te molesta que Mateo se quede?- le pregunta.

-no, está bien, ¿podríamos cenar? Creo que a Ikky le dio hambre, y a mí también.

-claro, yo puedo cocinar, eso me distraerá un rato- dice Rosannys.

Ahora que lo pienso, y lo veo con más detenimiento, Rosa también se encuentra enajenada, ella también está dolida, ¿o será solo decepción?

-me parece bien, gracias Rosa. Nana ¿usted comerá con nosotros, verdad?- le pregunta Alicia.

La Señora le confirma con un sí y sale de la habitación a hacer solo ella sabe qué.

Yo me ofrezco a ayudar a Rosa, quien acepta mi ayuda gustosa.

-todo fue muy repentino, ahora lo que necesitan es pasar tiempo juntos, no creo que sea buena idea procesar algo como eso solos, ¿no lo crees?- me pregunta mientras remueve la salsa que está preparando.

-por eso estoy aquí, no quería dejar a Xander y a Alicia solos, ¿tú como estas? Después de todo tú los conoces desde hace más tiempo.

-como yo me sienta no es importante, aunque, es duro enterarse de algo como eso, conozco a esta familia desde hace tiempo, los conocí a los diez años, estudiaba con Carlos, éramos los mejores amigos.

-y ahora son esposos, eso es adorable.

-jaja si, lo es, pero no… yo… no sé cómo reaccionar, tan solo pensar que el Sr. Ignacio hizo tantas cosas malas que terminó perjudicando a uno de sus hijos y la Sra. Verónica nunca dijo nada es… es difícil de creer, algo que no es fácil digerir, Dios… no sé cómo se deben sentir ellos, tantos años culpando a la persona equivocada, Alicia se ve… mal….

-es la más afectada, después de todo ella era la que más rencor sentía hacia Mateo.

-y súmale a eso que ahora descubre que tiene otro hermano, y que fue él quien mató a Mónica.

-es demasiado para una sola noche.

-si… lo es…- la cocina se suma en el silencio, volteo a ver a Rosa, tiene una de sus manos cubriendo su boca.

Me acerco a ella y la abrazo.

-si quieres llorar solo hazlo, no lo retengas que no es sano- Rosa comienza a llorar.

Sé que al principio no quería tener nada que ver con Xander ni con esta familia, pero les he agarrado cariño, me gusta estar con ellos, y odio verlos tristes, aunque antes no me hubiera gustado admitir que los quiero y amo pasar tiempo con ellos, sobre todo con Xander, ahora lo digo con todo orgullo.

Quiero estar con ellos, quiero estar con Xander, pero sin ir en contra de mis principios.

Últimamente he estado pensando mucho en eso, soy muy arraigada con respecto a todo lo que creo y pienso, y, se me ocurrió ¿Qué pasaría si renuncio luego del evento?, así podría estar con Xander al cien por ciento sin tener que preocuparme del que dirán los demás.




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