Aprendiendo amarte.

CAPÍTULO 3.

Pasaron días después de lo sucedido con el chavo y no lo había vuelto a ver por toda la escuela, pero a la vez estuvo bien de que no lo encontrara porque para ser sincera es un poco raro que un chavo de la nada te hable y pal cabo ni su nombre me dijo jajaja como es la vida, no creen?

Todo normal en las clases, en si nada interesante solo tarea y más tarea, ¿pero vale la pena saben?... Un día dirás wau valió la pena tanto esfuerzo y te sentirás orgullosa u orgulloso de ti, porque tus metas que te propusiste se cumplirán gracias a todos los obstáculos que atravesaste y cada duro trabajo o desvelada que tuviste. A sí que bueno a seguir estudiando y tener buenas calificaciones jajaja.

Era lunes y para aclarar todos los lunes y martes nos tocaban clases de educación física así que llevaba mi pans y un short que iba a juego con él, bueno empezó el homenaje y todo, luego nos retiramos cada grupo a su salón y a tomar las clases correspondientes.

Transcurrieron las horas hasta que llego la clase de educación física y el maestro como días anteriores nos pidió que nos quitáramos el pans, yo lo hice y mis demás compañeros igual, después nos fuimos a la cancha para empezar la clase. Primero corrimos unas 5 vueltas en toda la cancha, luego hicimos ejercicios de rutina lo típico ya se han de imaginar, bueno, como terminamos rápido y sobraba tiempo el maestro nos dejó hacer cualquier cosa, mientras nos quedáramos en la cancha, bueno pues en ese caso yo me fui a jugar con unos amigos futbol, pero sentí una sensación muy rara en ese momento, ya que como estaba distraída alguien me abrazo por atrás y cuando voltee haber vi que era el, el chavo de la otra vez, me quede sorprendida por lo que había hecho porque en si es raro, más porque no lo conozco y pal cabo ni su nombre sabia, nada en cero, y no sé si el por lo menos sabia mi nombre o le hablaba a una extraña que no sabe ni su nombre, como todavía estaba sacada de onda el me toco mi cara, para ser más precisa los cachetes y me sonroje parecía un tomate jajaja, después de unos segundos fue que reaccione y me separe de él, y le dije

Yo -que te pasa? – Pregunto porque su acción me provoco desconcierto.

El -No, nada solo que…- Titubeaba al decir las palabras

Yo -Que? – Estaba toda desconcertada.

El -Es que eres muy bonita y como te había dicho que juegas bien pues no se…- Hablaba y cada vez más me sacaba de onda sus palabras.

Yo -Lo que dices es muy amable, pero… ¿Porque me abrazaste? – Su expresión en la cara es serena y ya no sabía que pensar.

El -No sé decirte, estabas distraída y pues se me ocurrió de la nada, no creí que te molestaría- Sus palabras no me las esperaba y sigo igual que desconcertada que al principio.

Yo -No es que me haya molestado, si no que me saco de onda lo que hiciste, porque una no me conoces y yo no te conozco también y dos pos pal cabo ni tu nombre se…- Esta serio, no muestra ninguna sorpresa en sus gestos, es como si no le sorprendiera.

El -Si ya se, pues en ese entonces como te llamas, claro me encantaría saber si tú estás de acuerdo- Me muestra una sonrisa en su rostro, en serio que quiere saber mi nombre.

Yo- Pues está bien me llamo Legna- Le doy una sonrisa sincera y el me la devuelve contestando...

El -Que bonito nombre tienes- Me lo dice con una sonrisa tan sincera que ya no sé qué pesar.

Yo -Gracias, pero…-En ese momento nos llamó el maestro y él se tuvo que ir y pues ya no tuve tiempo de preguntarle su nombre y que mal, pero se me ocurrió investigar, con quien no sé, pero hay me las arreglaría en su debido momento.

Como el maestro nos llamó para entrar al salón, no vi ni siquiera por donde se fue y eso era malo, pero no me rendiría, de lo que estaba segura era de que lo volvería a ver tarde o temprano me volvería a buscar, y ahora si le preguntaría su nombre…




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