Aprendiendo amarte.

CAPÍTULO 6.

Me despierto con el sonido de la alarma, con tanta pereza la apago para después estirarme y frotarme los ojos… después de aproximadamente 1 hora ya estoy lista para ir a la secu, me despido de u beso de mi mama para después subirme al coche de mi papa y disponer a irnos.

Una vez de haber llegado a la secu, me dirijo a mi asiento para tomar las clases correspondientes, pero antes de que suene el timbre una de mis amigas me entrega una carta, yo toda sorprendida le pregunto

Yo -qué onda con esto?

Lía (que así se llama la chica, no es tan bajita y su cabello es lacio, se podría decir que es una de mis mejores amigas, ya que es con la que me llevo más en el salón junto con Mayriel) -me responde no se… me lo entrego un chavo diciendo que si podía hacerle el favor de entregárselo a Legna- Me lo dice normal.

Yo -Mmmmm que raro, pero gracias- Le digo con una sonrisa de boca cerrada.

Lía -¿No la piensas leer?- Me pregunta.

Yo -No lo sé…- Le respondo dudosa.

Lía -Yo que tu si la leo, ¿No te da curiosidad?- Me dice sin más…

Le iba a responder, pero en ese mismo instante entra el maestro de matemáticas y pues tuvimos que tomar asiento para tomar la clase. Empezó a explicar los ángulos y sinceramente no le estaba prestando atención, mi cabeza estaba en otro mundo metafóricamente, iba y venía, como si viajara entre dimensiones no paralelas, pero, porque sería inexplicable representar dichos pensamientos, pero en si no podía sacarme la carta del chico misterioso, es de la única persona que sospecho o ¿quién más me podría dar una carta? Pienso… Mis pensamientos son interrumpidos por el sonido del timbre, que da por concluida la clase para iniciar la siguiente…

Las clases terminan hasta la 1:30 pm, pero estoy en un debate mental en leer la carta en el receso que solo faltarían unas horas ya que son las 7:50 y la hora para desayunar son a las 9:30 y echando cuentas solo faltarían una hora con cuarenta minutos aproximadamente; pero por otra parte la puede llegar a leer a mi casa con más calma y detalladamente y así poder analizar lo que contenga escrito.

Después de pensar aproximadamente 10 minutos, teniendo en cuenta los pros y contras de leer aquí y o en mi casa, pero al final opte por leerlo en mi casa, siento que es mejor y podre tomar una decisión con mas certeza o usar mi cerebro para poder razonar lo que me quiera decir en la carta…

Las clases siguen y siento que el tiempo esta en mi contra, porque precisamente hoy tienen que pasar lentas las clases, hay no… ya no quiero seguir aquí… quiero irme a mi casa. Pero precisamente me llama el maestro de artes.

Profe de artes -Como vas con tu dibujo Legna- Me pregunta.

Yo -Pos voy mas o menos profe…- Le respondo dudosa

Profe de artes -¿Y eso porque?- Me cuestiona nuevamente.

Yo -Es que el dibujo no me sale a como quiero- Medio miento, porque en parte no me gusta, pero en parte si, ósea digamos que me gusta un 75% de 100%.

Profe de artes -Mira Legna… Tu dibujo no tiene que ser perfecto, mediante a como te inspires te saldrá, trata de concentrarte y así podrás transmitir lo que quieres dar a conocer en tu dibujo, sensaciones o emociones que solo tú y otros podrán captar si en realidad aprecian el arte- Me dice para luego retirarse a ver cómo van los demás.

Yo -Gracias profe- Le medio grito y solo me da una sonrisa de boca cerrada.

Me dispongo a seguir pintando un lindo paisaje, y en cada trazo que hago con el lápiz me hace sentir una sensación de tranquilidad y melancólica… sinceramente no sabia que una persona se podía poner melancólica al pintar es algo raro, para mí, porque he dibujado otras cosas y nunca me había puesto así.

Después de 30 minutos mi dibujo había quedado y al final si me gusto, siendo sincera, en cada pincelada que le daba iba grabando una sensación bonita, una experiencia inexplicable, me sentía bien, me había quedado satisfecha con el resultado, y cuando fui a entregar mi trabajo final el profe me felicito… y estas fueron sus palabras:

Profe de artes -Por lo que veo si supiste aprovechar el consejo que te di…- Me dice con una sonrisa, al parecer si le gusto mi trabajo.

Yo -Estem, pues si, pa que negarlo, así pude tener más concentración y al final me gusto mi resultado. – Le digo sin más…

Al final de buscar mi nombre en la lista y asignarme un maravilloso 10 me retiro del salón para irme a mi casa, una vez estando ahí me cambio de ropa y me pongo una más cómoda y ahora si, a ponerme a leer la carta y la neta no sé qué esperar, me siento nerviosa, pero bueno sin más que hacer abro el sobre que dice lo siguiente:

 

Querida Legna…

Se que no…

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.