Capítulo 8:¿ y si...?

El laberinto oscuro era un laberinto del cual muy pocos brujos habían logrado salir, un solo aprendiz había intentado ir allí y  jamás regresó. Como lo indica su nombre, no hay luz allí y se debe utilizar un hechizo de iluminación para poder guiarte pero era muy común que se te perdiera la varita en ese lugar y así no tendrías como realizar el conjuro

- Es algo peligroso- dije- tal vez deberíamos olvidarnos de esto

- Yo no tengo miedo- dijo el presumido- yo si iré y protegeré a estas dos hermosas señoritas

-Estas dos hermosas señoritas podríamos dejarte afuera- le recordé

- No podemos rendirnos- dijo Amanda- debemos ser nosotros quiénes resolvamos esto y vamos a hacerlo a la perfección. Tengo un plan pero requiere que trabajemos juntos

Nos explicó que deberíamos ir Elliot y yo y que ella se quedaría afuera con un mapa, podríamos comunicarnos a través de un hechizo comunicador. Es un hechizo antiguo, creado antes de que existiera la tecnología de hoy en día y permite a un brujo escuchar lo que dice el otro pero estando en lugares separados. Usaríamos los teléfonos pero allí solo funciona la magia, por lo que no teníamos otra opción

- ¿ de donde vas a sacar el mapa?- pregunté extrañada

- Yo tengo mis trucos, para mañana lo tendré

Se subió a su escoba y se fue sin decir nada más 

- Tu amiga es algo extraña

- Tú tampoco eres muy normal

Noté que pelusa estaba jugando con el frasco de ojos de serpiente y fui corriendo hacia él. Siempre me habían dado asco las serpientes, pero si quería ser una bruja de verdad debía tocar todas esas cosas

- Puedo acompañarte a casa, Ángela 

- Estoy bien, Ellliot. Sé cuidarme sola

- No lo sé, con ese humano vigilando...

- Tal vez sospeché aún más si vienes conmigo 

Noté en la mirada de Elliot que no quería volver para protegerme sino porque él necesitaba hablar

- De acuerdo, vamos 

Cada uno fue en su escoba y nos detuvimos un momento en el aire, siempre me había gustado ver la ciudad dese ahí. Además me agradaba la idea de que nadie pudiera verme

- ¿ De qué querías hablar?- le pregunté a Elliot

- ¿ Cómo lo sabes? 

Me encogí de  hombros. No quería que el supiera que lo conocía lo suficiente como para darme cuenta de eso 

- Es sólo que no me atrevo a ir al laberinto

- ¿ Porqué? 

¿ Él acababa de decir que no se atrevía a hacer algo? ¿ Era  el Elliot que yo conocía? 

- ¿ Guardarías un secreto? 

Asentí. Yo no revelaba los secretos de la gente, eso no iba conmigo 

- Le tengo miedo a la oscuridad- me susurro como si alguien pudiera oír

Un futuro brujo engreído le temía a la oscuridad, que extraño sonaba todo esto

- No te preocupes- le dije sonriendo- tendremos nuestras varitas con nosotros y Amanda va a oír todo lo que pase

Yo también estaba aterrada, temía no salir nunca de aquel lugar pero era algo que debía hacer y no podía generar más miedo en mi compañero de aventura, o los dos estaríamos perdidos  

- Ángela.. ¿ que pasara si el espejo muestra que tu alma gemela es el humano? Estarías toda la vida con él ¿cierto?

Hasta el momento no lo había pensado de esa manera y eso hacía que me confunda 

- Pues... no lo sé

Miré a la ciudad sin saber que decir. Miré a todas las luces pensando en como cada persona vivía un momento distinto al mío y como esa desición que yo podía tomar cambiaría mi vida. Si mi alma gemela era un humano, estaría siempre conmigo 

- No creo que él sea tu alma gemela- me dijo Elliot rompiendo el silencio 

- ¿ porqué?- pregunté casi ofendida

- Él no sabe nada de ti 

- ¿ y quién si? 

Se encogió de hombros. Yo sabía lo que significaba: Él sabía más de mi que David. Pero ese aprendiz de brujo no podía ser mi alma gemela, no estábamos conectados de esa manera, si sabíamos algunas cosas del otro pero no creia que fuera él. No. Debía ser alguien más

- Debo irme ya- dije, ya no quería seguir alí

No le di tiempo a responder y llegué a casa. Al entrar, revisé los mensajes de mi teléfono y tenía uno de Amanda que decía: 

" Tengo los mapas. Todo listo"