- Salto tú saltas yo salto - me dijo Elliot con una sonrisa sárcastica recordandome el comentario que hice antes de saltar al pozo
Sonreí, nunca había creído que estaría feliz de tener a Elliot como compañero, pero lo estaba.
- De acuerdo- le dije y cruzamos al otro lado de esa extraña puerta de oro y plata
Llegamos a un lugar oscuro, cubierto de una niebla espesa. Iluminé con mi varita como pude pero parecía que comenzaba a funcionar mal
Una chica pelirroja vestida completamente de negro apareció frente a nosotros. Utilizaba mucho delineador y esmalte de uñas negro, a pesar de todo ese maquillaje sombrío su rostro se me hacía familiar
- Angéla, creo que es Amanda...
- No seas rídiculo- me reí- Amanda es completmente diferente, esta chica ni siquiera lleva gafas
- De hecho el aprendiz estúpido dice por fin algo inteligente: Soy yo, ¿ no me reconocen?
Me quedé asombrada al ver a mi amiga de esa manera, ella no era así... ¿ cierto?
- Tú no puedes ser Amanda, debe ser algún engaño o...
- Pobre niña, se creyó el cuento de que era su amiga. Eres patética, y lo sabes. No tienes ningún amigo y en estos momentos tus padres no saben dónde estás para salvarte
Sacó su varita de su capa negra y una soga salió de ella, la misma nos amarró a Elliot y a mí. Además otra soga amordazó nuestros pies. En ese momento sólo deseaba que Elliot se hubiese lavado los dientes antes de ir al laberinto, estabamos demasiado cerca y su aliento apestaba. Había cosas que ni la magia podía solucionar
- La ardilla tonta tenía razón al advertirte, es una lástima que no la hayas escuchado
¿ La ardilla? Ella me había dicho que alguien había utilizado magia negra y que eso traería consecuencias, que sería mi mayor dificutad. ¿ se habría referido a Amanda?
- Yo utilicé magia negra pero las consecuencias, las van a sufris ustedes. Este lugar va a desaparecer en menos de dos horas, y ustedes... con él. Como yo jamás entré al laberinto, puedo salir de aquí y seré yo quién resuelva el misterio del aprendiz como debió ser en un principio
Una risa malvada y brusca salió de su boca, miré a Elliot aterrada. Iba a desaparecer en culquier momento y debía estar pegada a él. Amanda despareció y nos quedamos en silencio un rato intentando asimilar todo eso
- Vamos a desaparecer- dije en un susurro
- El mundo no será lo mismo sin mi
Si hubiera podido usar las manos en ese momento lo habría golpeado. En ese momento sólo podía pensar en el color gris y en mis padres angustiados por su única hija. También pensaba en pelusa, no podía creer que jamás volvería a ver a ese gato, realmente lo quería. Jamás llegaría a ser una bruja, jamás podría encontrar a mi alma gemela, resolver el misterio, ya no habría nada que hacer. Habría desaparecido por completo.
Sin darme cuenta comencé a llorar, mi vida estaba por acabar y yo no podía hacer nada. Elliot me miró sin decir nada, sentía que el comprendía
- Si vamos a desaparecer para siempre- me susurró Elliot- me alegra estar los últimos momentos contigo
Al decirme eso dejó de importarme su aliento y sus actitudes vanidosas
- ¿ En serio?- le pregunté debido a que por alguna razón no creía lo que me decía
- Si, yo debo confesar que.. que antes estaba enamorado de ti
Noté que se ruborizó un poco, lo que era muy extraño para mí. No podía creer que yo le gustara a Elliot en algún momento, es decir, todas las chicas están locas por él y yo simplemente era una aprendiz de bruja sin nada de especial
- Nunca lo hubiese imaginado- le dije con sinceridad-¿ porque nunca me lo dijiste?
- Me habrías rechazado, como todas las veces- respondió encogiendose de hombros
- Creí que me considerabas como una chica más, ya sabes... una de tus presas
- ¿ Mis presas?
- Si, chicas con las que sales una vez y no vuelves a llamar
- Es cierto que hay muchas chicas detrás de mí, y no las culpo, es decir, no tengo nada malo y...
- Elliot- le interrumpí
- Lo siento. Pero yo jamás salí con una chica una sola vez y no volví a llamarla, si he salido con alguien es porque de verdad me gustaba esa persona. Pero tú eras la única chica que no quería estar conmigo y no lo sé... nunca te dije lo que realmente sentía
Tal vez si lo hubiera rechazado así que sería mejor que no me lo hubiese dicho. De todas formas, él había dicho que eso le sucedía antes y no ahora, ahora todo era distinto. Todo esto había hecho que olvidara por un segundo que estaba a punto de desaparecer
- Yo... creo que me gusta el humano- decidí confesarle- me gusta mucho David. Pero quiero conservar mis poderes y no quiero hacer algo de lo que pueda arrepentirme
- Dicen que si pierdes tu virginidad con un humano tambíen pierdes tus poderes
No sabía eso y por el momento hubiera estado mejor si no lo sabía, aún no tenía esas intenciones
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Editado: 24.05.2018