Al día siguiente tuve uno de los más graves problemas que una chica puede tener: No encontraba que ponerme. Me probé jeans, faldas pero nada funcionaba. Debía estar perfecta para David pero no lo conseguía
- ¡ Ángela alguien te busca!- gritó mi madre desde abajo. Sobresaltada, salí corriendo por las escaleras y casi me caigo. Debía decirle a David que debía esperarme, no estaba lista.
Al abrir la puerta y ver que solo era Elliot me tranquilicé
- Debes ayudarme, tengo una emergencia
- ¿ Sobre el misterio?
- Peor: No tengo que ponerme
Lo tomé del brazo y lo llevé hasta mi habitación. Cerré la puerta y me puse unos jeans azules con un suéter rojo y una bufanda a rayas. Salí de la habitación buscando la aprobación de mi amigo
- ¿ Que tal así?
- Puedes hacerlo mejor que eso...
Rodé los ojos y mientras me vestía nuevamente oí que Elliot me decía:
- No habrás olvidado nuestro trato ¿ cierto? Debemos tener tres citas
Me reí
- Ni en tus mejores sueños idiota
- Te dije que algún día estarías perdidamente enamorada de mi
- Y yo te dije que jamás
Luego de nuestra conversación en el laberinto me preguntaba si lo que me decía era en serio, no lo creía ya que él mismo había dicho que ya no sentía nada por mi. Además, estaba apunto de tener mi cita con David, lo que siempre había soñado
Salí de mi habitación con un vestido hasta las rodillas azul, me haría algo de frío pero tal vez podría resolverlo con algún hechizo del clima
- Muy elegante- me dijo Elliot negando con la cabeza y lo miré mal
Volví a mi habitación, otra vez. Ya me estaba cansando de esto.
- Tuve una visión en la que Amanda desaparecía y luego volvía para vengarse
A veces olvidaba que Elliot tenía ese don. Los brujos que tenían visiones podían tenerlas del pasado, del presente o del futuro. Elliot veía cosas del futuro pero sólo cuando representaban algún peligro o amenaza para él. Yo ya lo intuía, no creía que esa soga generada por la magia negra se hubiese desvanecido así como así, aquí había gato encerrado.
Finalmente salí de mi habitación con mi falda rosa y mis calcetines a rayas, que hacían juego con mi bufanda. Mi amigo me miró sonriendo
- ¿ y bien?
- Estas perfecta y ¿ sabes porque? Es porque eres tú misma
Sonreí, iba a agradecerle pero tocaron la puerta
- Debes irte: Adiós.
- Gracias por tu hospitalidad- respondió con sarcasmo- recuerda que sólo debes ir a resolver el misterio y nada m...
- Si, si lo recuerdo. Adiós
Fui corriendo hasta la puerta y ahí estaba ese humano perfecto sonriendo. Era como si él tuviera los colores más bonitos que yo había visto
-Hola- le dije con una voz chillona que salió de mi
- Hola, ¿ vamos?
Comenzamos a caminar en silencio. Él no sabía que decir y yo tampoco. Seguimos caminando en silencio hasta llegar a un parque, noté que el traía una cesta con comida. Al parecer organizó un picnic
Nos sentamos sobre un mantel a cuadros y comenzamos a comer
- ¿ Como va la escuela?- dijo él intentando entablar una conversación, era algo tierno
- Voy bien, sólo he desaprobado...
No podía decirle pociones
- Desaprobé química
- ¿ En serio? Creí que eras la mejor de la clase
Debía pensar mejores excusas. Comenzaba a creer que el libro se había equivocado, él no tenía idea del mundo mágico entonces... ¿ cómo sabría donde estaba el espejo de almas?
- Oye...- le dije- hace un tiempo se me perdió un objeto muy importante y no puedo encontrarlo ¿ tú no sabrás donde está?
- Tal vez estás buscando demasiado y está más cerca de lo que crees
Pensé un minuto sus palabras, ¿esa era una indirecta o era la pista para hallar el espejo?
- Tal vez...
- ¿ que es lo que perdiste?
- Un espejo- respondí rapidamente - era una reliquia familiar, algo importante para mi
-Tal vez lo tenga una persona
Esperaba que esa no fuera la pista porque si era así, era posible que lo tuviera Amanda. Pero yo tenía el libro, ¿como podría ser que ella se me hubiera adelantado?
Noté que David se acercaba cada vez más a mi y ni siquiera intentaba disimular. Me miró con sus hermosos ojos claros , tenía una mirada muy bonita
- Ángela, debo confesarte que me gustas desde hace mucho y yo...
Se ruborizó y yo sentía que mi corazón iba a mil por hora, ni siquiera podía contestarle. Se acercó a mi y, dudando un poco, me besó.
Siempre considere perfecto a David y siempre soñé con ese momento pero cuando sucedió... simplemente no sentí nada. Por alguna razón, recorde las dos veces que había besado a Elliot y descubrí en ese momento que si había sentido algo. Sentía que el beso de David era frío, sin ninguna... chispa
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Editado: 24.05.2018