Aprendiz De Bruja Enamorada

Capítulo 15: La venganza

Iba volando en el aire con mi escoba y Elliot apareció a mi lado. Yo adoraba volar pero en esta ocasión tenía pánico de todo 

- ¿ Cuál es la emergencia de la que me hablabas en el texto?

- La soga de magia negra atrapó al profesor Flyn 

- ¿ Porque atraparía al profesor Flyn?

Elliot parecía estar confundido y eso, no sabía porque, comenzaba a molestarme  

- Él es quién me eligió para resolver el misterio, es miembro del consejo 

- ¿ Porque no lo habías comentado antes? 

Frené mi escoba y lo miré mal. Estaba furiosa con él, apenas me hablaba y ahora que le contaba lo sucedido me decía que se había ofendido porque no lo comenté antes, era algo rídiculo. Frenó su escoba también y me miro con cara de inocente, lo cuál me enfado aún más 

- Tal vez no lo hice porque estabas muy ocupado con tu noviecita 

- ¿ Disculpa? 

No respondí. Toda la tristeza y enfado que había acumulado saldría de mi si comenzaba a hablar por lo que decidí callar

- ¿ Tienes algún problema con Patricia?

Tengo varios problemas con esa aprendiz de bruja...

- No

- ¿ Conmigo? 

- Olvídalo, debemos salvar al profesor

Intenté poner mi escoba en marcha pero el tomó de mi chaqueta y me hizo retroceder 

- Ángela dime la verdad 

Al ver su mirada sobre mi, implorando saber, estuve apunto de decírselo todo pero un círculo verde apareció ante nosotros y Amanda salió riendo de él 

- ¿ Me extrañaron, amigos? 

Elliot y yo nos miramos sin saber que hacer

- ¿ Creen que todo esto ha terminado?

La enorme sonrisa de la chica pelirroja me decía que no, pero no me atrevía a responder. De su mano saió una soga que nos amarró a Elliot y a mi igual que en el laberinto. Nuestras escobas cayeron al suelo, a pesar de que tenían puesto el hechizo de invisibilidad podía caerle en la cabeza a un humano y claramente, se rompería. Y yo adoraba volar...

Amanda nos mantenía en el aire con una especie de magia extraña, no sabía que hechizo era y estaba muy asustada, pero era genial mantenerse en el aire sin una escoba 

- Dime ahora mismo el hechizo para encontrar el maldito espejo 

Sus ojos mostraban su ira y su rabia y hacían que yo tuviera aún más miedo, pero me armé de valor. Ese espejo no podía caer en las manos equivocadas, ella podría cambiar las almas de los brujos con eso o incluso peor, podría dominar a cada brujo amenazando con hacer daño a su alma gemela. Había brujos realmente malvados 

- No te lo diré- respondí- y no hay forma de que me obligues a decirlo 

Había hechizos bloqueados para la mayoría de los brujos, uno de ellos era el hechizo que obligaba a alguien a confesar algo. Ni siquiera con magia negra podía lograrse, el consejo detectaba este tipo de hechizos y podría tener consecuencias graves quién lo utilizara 

- Bien, bien... entonces no me dejas opción querida Ángela: Ambos moriran, pero como a mi me encanta ver el sufrimiento en la gente lo harán mañana en la noche. Así ustedes, sus padres y todos sus conocidos vivirán un día de angustia e incertidumbre 

Soltó una risa de bruja malvada, sacó su varita magica y en menos de un segundo Elliot y yo nos hallabamos en una celda completamente vacía sin puertas ni ventanas . Parecía que no había absolutamente nada que pudieramos hacer, ni para salvarnos ni para salvar al profesor Flyn.

Me senté en el piso húmedo de aquél lugar, no me gustaban para nada las situaciones en las que estaba apunto de morir y estaba asustada, a pesar de eso caí en un sueño profundo.

 

No sabía si había sido por efecto del hechizo de Amanda o algo más lo provocó, pero Elliot también se había dormido. ¿ Y cómo lo sé? Porque desperté sobre su hombro. El estaba durmiendo mientras me abrazaba, me quedé un momento mirándolo mientras dormía, comencé a acariciar su cabello castaño, era más suave de lo que hubiera imaginado.

Lo odiaba por haber aparecido en mi vida y ser tan importante en ella sin siquiera saberlo. Lo odiaba por ser tan guapo y sobre todo, lo odiaba por hacer que una aprendiz de bruja estuviera así de enamorada 

Elliot se despertó y me miró extrañado, yo no entendía porqué hasta que caí en la cuenta de que el seguía abrazandome y yo seguía acariciando su cabello. Me aparté bruscamente 

- ¿ Como es que nos dormimos?- me preguntó

- Creo que fue un efecto del hechizo- respondí en un susurro 

Debo admitir que seguía un poco avergonzada por lo que acababa de suceder

- ¿ Estas bien?

Lo mire a los ojos ¿ en serio creía que estaba bien sabiendo que iba a morir? 

- Lo siento 

- Descuida- respondí de mala manera 

- Oye, si morimos hoy me gustaría saber porque estás tan enfadada conmigo 

Conté hasta diez para pensar bien lo que diría y que no se me escape nada de lo que pudiera arrepentirme 




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