April ©

06 | Otra versión

     ¿Quién era este chico? ¿Y por qué me conocía? ¿Cómo me conocía?

     Levanté la cabeza y lo miré. Él tenía los ojos abiertos, redondos como platos.

     —Lo siento, no debí...

     —¿Quién eres y cómo sabes mi nombre?

     —Es mejor que me vaya.

     Se apresuró a darse la vuelta y caminar con pasos rápidos. Yo me quedé quieta viendo cómo me daba la espalda. Había algo en él —aparte de que supiera mi nombre —que lo hacía parecer confiable.

     No, no, no.

     Caminé y lo alcancé. Lo tomé por la muñeca e hice que girara a verme. Sus ojos, emanaban miedo y de repente su piel tomó un color pálido. Cerré mi mano en su muñeca, dándole un apretón a esta. Me sentía impaciente, desesperada y asustada. Quería saber por qué él sabía mi nombre.

     Nuestros ojos se hablaban por sí solos. Era obvio que quería irse y que yo olvidara todo lo sucedido, pero yo quería respuestas.

     Entonces abrí los ojos dándome cuenta.

     —Conoces a mi hermano —susurré.

     —No, tú y yo estudiamos en la misma escuela, claro que conozco a tu hermano —habló con un poco de sarcasmo e ira. Vi exasperación y preocupación en él.

     —No empieces a decir que no tuviste que haber venido.

     —No lo diré porque sí tuve.

     —Quiero hablar contigo.

     —No será posible.

     —Eras amigo de Evan, ¿verdad?

     —April, no puedo hablar contigo, no es tan sencillo como parece.

     —¿Entonces para qué estás aquí? ¿Por qué me hablas? Te lo hubieras pensado mejor antes de venir, ¿no?

     Mis ojos empezaron a aguarse.

     Él conocía a Evan. Y si él conocía a Evan entonces...

     —Eres uno de ellos —dije.

     Mis ojos estaban bien abiertos.

     —Oh, Dios mío —dije por la impresión. Su silencio lo había confirmado todo.

     De pronto sentí un frío recorrer mi espina dorsal. El miedo conquistó mi cuerpo. Este chico era uno de los Dominis. ¿Por qué él estaba aquí? Mi vida peligraba con este chico al lado. Tenía que alejarme de él lo más rápido posible.

     Me di la vuelta y caminé rápido, rogando porque no me siguiera.

     —Espera —dijo y sin dudarlo empecé a correr.

     Su mano se cerró en mi brazo haciendo que me detuviera y para hacerme girar.

     —Déjame ir, por favor —le dije casi por romper en llanto.

     Estaba muy asustada, este chico podría acabar conmigo justo ahora mismo.

     Me mantuvo muy cerca de él. Nuestras narices casi chocaban.

     —Por favor... —su mano subió hasta mi boca y la tapó.

     —Shh, shh, escucha —susurró muy cerca de mí —. No hagas un escándalo —negué con rapidez. Mi respiración era agitada —. Escucha con atención. Si quisiera matarte, créeme que ya lo hubiese hecho —fruncí el ceño, notablemente asustada —. No me tengas miedo, April, yo no soy como ellos. Soy amigo de Evan y... —su frase se quedó suspendida en el aire por unos breves segundos —. Y no voy a matarte, solo por favor, no hagas un escándalo. Por favor.

     Mis ojos estaban clavados en él y todos mis sentidos estaban alertas. Miraba a todos lados por si alguien aparecía.

     —Puedes confiar en mí —agregó.

     Lentamente fue despegando su boca de mi mano y yo estaba lo más tiesa posible. Si hacía un movimiento, estaría acabada. Sus ojos me estudiaban con detenimiento, pidiéndome que me mantuviera lo más cuerda posible.

     —E-eres de los Dominis —sonó más como una pregunta que un comentario. El chico asintió.

     De pronto la ira se apoderó de mí, mi mirada asustada se convirtió en una expresión asesina. La adrenalina corría por todo mi cuerpo, logrando querer abalanzarme encima de él.

     —Los odio —las palabras salieron de mi boca como veneno.

     Su nuez de adán se movió, asintió y miró el suelo.

     —Ustedes, son los causantes de todo esto —dije con lágrimas en los ojos —. Ustedes, me arrebataron a Evan. Los odio.

     —Entiendo.

     Lo miraba con desprecio.

     —Ustedes son las personas más crueles del mundo —agregué —. Por ustedes, mi papá me odia, por ustedes Evan está muerto. ¡¿Qué haces aquí?! —grité —. ¿Viniste a vigilarme? ¿Viniste... a ver si estoy haciendo algo incorrecto para que me maten también?

     —Yo no vine a eso, April.

     —¿Qué más quieren de nosotros? —lloré enojada —. ¿No tienen suficiente ya con Evan? ¿También quieren asesinarme?

     —Yo estoy aquí por voluntad propia. Yo era amigo de Evan, te lo dije. Además, te dije que puedes confiar en mí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.