Apuestas?

Capítulo 5 "Ganar el final feliz"

Ganar el final feliz

 

Una sola vez sentí la emoción de lo incierto hacia mi futuro. Y esa única vez, sentí que era libre de hacer lo que quería.

Conocer a Alan, entrar al ballet, tocar piano, este colegio, ser novia de él, ser la mejor en las prácticas...

Toda mi vida estuvo planeada por mamá. Absolutamente todo. Mis fiestas, mis deseos de cumpleaños que ella susurraba en mi oído antes de soplar las velas, la lista de regalos que escribía.

Las cartas que le enviaba a papá pero que luego dejaron de llegar. Supongo que se cansó de respuestas cortantes y planeadas.

No sabía de qué se quejaban los demás cuando decían que no sabían qué hacer con su futuro. Es decir ¡mírame! ¡No puedo decidir, solo seguir lo ordenado! Tú tienes la opción de arrepentirte por tus acciones, en cambio yo me arrepentía por unas que ni siquiera fueron tomadas por mí.

Prácticamente no eran mis errores ni aciertos. Pero al yo realizarlos, los volví míos. No importaba que no quisiese.

Así que pensar que puedo hacer algo independiente por segunda vez, me saca una sonrisa que quisiera contener pero no puedo. Mi máscara de inexpresividad se tambaleaba cuando tenía emociones fuertes y poco comunes, sonreír plenamente y llorar por dolor emocional eran las que más me costaba reprimir.

El resto de ellas las controlaba e incluso podía fingir tenerlas. Tenía sentido que en mi sueño Gregory me llamara moneda, tal vez mi consciencia me replicaba de esa manera.

-Lo haré-aseguro sonriendo-Trataré de dar todo de mí para acercarme a él y que me quiera. Yo quiero intentarlo, quiero hacerlo.

Quiero seguir sintiendo esto. La euforia, la adrenalina sana y los nervios.

Quería gritar todo eso, pero me vería rara, así que solo las pronuncio tratando de controlar mis emociones. Fallo, siempre fallo cuando se trata de lo que provoca McFly.

>>Voy a donde la peste y luego trataré de hablar con él. ¡Sí! Eso haré-me río-Estoy tan nerviosa, creo que se me bajo la azúcar y me desmayaré.

Me río de nuevo incrédula de lo que voy a hacer. Debo estar loca, debía estarlo pero a este punto, quería aferrarme a esa locura, a la ilusión de sentir.  

>>Eh...creo que debo irme ¿verdad? Bueno, me iré. Tengo que hablar rápido y luego hablar con él. Sí, sí, aunque no tenga idea de lo que le voy a decir.

Me doy la vuelta pero Darwin toma mi mano y me sonríe cálidamente al ver mi rostro sonrojado.

-Hey, Cris, espera. Primero respira ¿sí?

Asiento y tomo una profunda bocada de aire.

-Sí, respirar es vital para vivir.

Ríe y pone sus manos sobre mis hombros para que lo vea.

-Además de respirar te diré una última cosa-asiento-En medio de todo esto, nunca te olvides el amor propio ¿sí?

¿Eh?

Parece preocupado y por esa razón le doy una sonrisa para calmarlo. 

-Lo juro.

Es él, quien esta vez alza la mano y me hace jurar como yo varias veces le he obligado a hacerlo. Sonrío alzando mi mano y luego beso su mejilla antes de irme corriendo.

-¡¿Cómo es que ahora tienes energía?!-grita atónito.

Me río sin dejar de correr. Con cada paso que doy puedo sentir como atrás estoy dejando las cadenas. Quiero deshacerme de ellas y este solo sería el principio.

Si todos estaban buscando su camino, yo construiría el mío.

No me quedaré atrás, no seguiré siendo una marioneta atada por pesadillas.

Y si llegara el momento, no dudaría en romperlas para librarme de ellas. Incluso si termino con secuelas, lo haría.

 

***

 

El letrero de “Revista Estudiantil” por primera vez no me afecta. Regularmente por la peste solía arrugar la cara al tener que abrir la puerta. Pero hoy, ni siquiera recordar su artículo me pone de mal humor.

Abro la puerta sintiéndome más fresca que una lechuga y me acerco a un grupo a para preguntar. Hay una diferencia entre chicos y chicas de cascos ligeros.

Las miradas de desprecio y superioridad, incluso como me ignoran es algo a lo que estoy acostumbrada. Desde hace años me las dan. Alan puede tener el odio de las mujeres pero aun así le responden cuando pregunta, nunca lo han mirado por debajo.

-No, no sé dónde está-responde con brusquedad cuando pregunto.

Sonrío de manera amable.

-Gracias.

Me mira extraño pero me doy la vuelta y pregunto a otra sección de la revista. Ahora me ignoran mientras conversan y comen, suelto un bufido y me arrimo a la pared buscando otra fuente de información.

La peste sabe de esto, lo hace por esa misma razón.

Voy a rendirme pero veo a la redactora de la peste y me desapego de la pared para acercarme rápidamente.

-¡Hola! Disculpa por detenerte pero ¿dónde está Penélope?

Me mira de arriba hacia abajo y luego mira sus hojas.

-Ella está en una exposición de sus escritos. ¿Por qué? ¿Quieres sabotearla?-pregunta tosca sorprendiéndome.

¿Qué rayos les dice Penélope de mí? Frunzo el ceño desconcertada.

-¿Qué? No, ella dijo que viniera hoy para hablar.

-Debiste haber escuchado mal, ella sabía que hoy tenía esa exposición.

No, estoy cien por ciento segura que ella lo sabía y lo dijo con esa intención.

-Sí, lo siento. Seguro yo oí mal-digo con una sonrisa pequeña y miro hacia un lado-Bueno, me iré, gracias por responder.

Me doy la vuelta sintiéndome levemente ofendida y humillada. ¿Quieres seguir jugando Penélope? Porque ya me estoy cansando participar en esto. Estoy cansándome de que me rebajen y se crean superiores a mí.

No lo son.

Y se los demostraré, somos iguales. Somos...

Alguien choca contra mí interrumpiendo mis pensamientos y cae al suelo. Me sorprendo cuando al bajar la vista me encuentro con Hilary River. Pero lo más sorprendente es que yo no aplique fuerza para que se cayera y el impacto tampoco fue para tanto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.