Apuestas?

Capítulo 6 "Mi valor"

Mi valor

 

Resignada guardo mi teléfono en el bolsillo de mi chompa y me acomodo la mochila para irme de una buena vez a casa. ¿Y qué hacer? Bueno, ya lo vería.  

-Este no ha sido mi día-murmuro.

Aunque últimamente nada me sale bien. Al menos...lo siento de esa manera.

-¿Cris?

La voz me hace voltear y me sorprendo al ver a Darwin. Por un momento me siento tonta por olvidar que ellos obviamente estarían en el repaso.

>>¿Qué haces aquí?-pregunta-¿Esperabas alguien?

Podría soltarle todo, podría quejarme de los estúpidos sentimientos que nunca parecen querer irse y que solo hacen de aplastar mis pulmones. Podría echarme a llorar y dejar que me consuele pero esa no era yo.

Mis problemas eran míos.

Y Darwin tenía demasiado con su propio corazón. No quería recordarle su historia y luego sentirme de nuevo culpable por haber sido una metida y haber arruinado su relación. Tampoco quería que sintiera culpa por darme el consejo de intentarlo.

-Sí-sonrío-te estaba esperando. No quería ir a casa sin el acosador.

-Que graciosa-murmura y rueda los ojos acercándose. Remueve mi pelo y me quejo haciendo que se ría-¿Te parece si esperamos a tu ex novio, bruja?

-Claro, no tengo problema troll.

-Sigo sin entender el apodo. Solo mírame-se señala-soy más alto que un troll.

-Pero igual de feo.

Me empiezo a reír de su cara ofendida y él rueda los ojos.

-Yo soy muy guapo-mira detrás de mí y sonríe-¿A qué si Alan?

Me doy la vuelta y Alan suelta una risa mientras se acerca.

-Claro, el más divino de las chismosas.

Sonrío divertida.

-Ya, claro. Sigan burlándose. Siempre me dejan de lado.

-Bueno, antes de que Darwin sea la reina del drama tengo una pregunta-dice Alan y me ve curioso-¿Qué haces aquí, Cris?

Directo...

Una cualidad que puede hacerte ver como maleducado, imprudente y hasta cínico.

Alan ha tenido problemas por ello. Y eso es irónico cuando nos comparas a los tres, porque ambos somos imprudentes de alguna manera. Alan y Darwin al hablar, yo al actuar.

De alguna manera...es como si fuéramos un trío desastroso.

¿Qué tanto...nos ocultan nuestros defectos? Si la gente nos viera...si realmente supiera que no nos creemos superiores, solo incómodos con sus miradas, que no tenemos la intención de parecer coquetos solo por sonreír y ser habladores...que nuestros actos imprudentes y escándalos...no son otra forma de demostrar que tan atados estamos.

¿Nos aceptarían? Lo dudaba.

Así mismo, nosotros desconfiaríamos de quienes solo mostraban sus virtudes.

Gregory, Hilary, Abigail, Penélope y la lista es más larga de lo que parece.

Personalmente dude al principio de Abigail, primero por mi miedo a que Alan se alejara y luego...porque nadie nunca ha dicho nada malo de ella.

Lo mismo pasa con Alan, aunque yo haya aceptado que Abigail tiene sentimientos verdaderos por Alan, nunca me desagrado. En cambio, Alan parece tener esos sentimientos negativos hacia Gregory.  

¿Y qué haces cuando no quieres crear problemas o preocupar a las personas?

Mentir.

Y aunque me fuera difícil hacerlo con Alan, esta distancia y que este pendiente de Abigail me da la oportunidad de que me crea. Alan me ha cuidado, protegido y querido ayudar...mientras yo solo he sido una carga para él.

No quiero un héroe, nunca lo quise. No acepté que Alan fuera el mío por una simple razón.

Ayudar es perder.

Resignarse es ceder el puesto a alguien más.

Y aceptar...es sonreír aunque no estés bien.

Tres reglas básicas de mi vida.

Es por ello que me encojo de hombros con una sonrisa.

Quiero ayudarte y que tu relación prospere, para ello me resigno y acepto tu nueva vida. Esas son las palabras ocultas tras el trato.

Solo que Alan no lo sabe. Para el solo es una distancia temporal que se romperá cuando Abigail y yo nos llevemos bien.

-¿Qué? ¿Acaso ya no puedo esperar al dúo de idiotas que quiero?-pregunto divertida-Hace tiempo que no estamos los tres juntos y quise verlos.  

-Oh, ternurita-Darwin se burla y me abraza-yo también te quiero cielo.

-Supongo que tienes razón-dice Alan poco convencido de mi respuesta.

-Bueno, ¿nos vamos?-pregunto-Nancy me prohibió no llegar a merendar.

También a no almorzar y mírame aquí.  

Ambos asienten y como era una vieja costumbre, me dejan en el medio de ambos mientras empezamos a caminar.

-¿Cris?

-¿Sí?

-¿Crees que Nancy me deje entrar a comer?-pregunta Darwin-Hace tiempo que no como sus famosas milanesas.

-¡Claro!-sonrío con malicia cuando veo sus ojos ilusionados-Solo sí puedes pasar de Ruth que ahora es su ayudante.

-¡Joder Cris! ¿Tienes algo en mi contra? ¿Por qué la pusiste en un lugar sagrado?

Enmarco una ceja y dejo de caminar para cruzarme de brazos.

-¿Así que ahora es un lugar sagrado? ¡También lo era cuando ustedes la bautizaron!

-¿Aún no puedes pronunciarlo?-se burla y me aprieta las mejillas-Que linda niña pura y virgen. Se dice sexo, ¿te lo deletreo? S-E-X-O. Lo que hice en tu cocina fue tener....

-¡Cállate!-grito sonrojada y quito sus manos de un golpe-¡Alan! ¡Dile que se calle!

-¡Darwin!-lo reprende pero con tono divertido, así que le veo mal-¿Qué? Lo siento, Cris. Pero-se empieza a reír-Estás muy roja.

¡Claro que lo estaba! Si yo nunca había tenido ningún acercamiento de esa manera en la vida. Sí, había soñado cosas extrañas pero jamás ningún chico me había tocado más de las manos. Nunca tuve más de un novio y ese solo fue Alan. Con el cual nunca paso nada, ni siquiera un beso.

Si yo no le hubiera robado el beso a Gregory incluso seguiría siendo virgen de labios.




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