Locura de boda (parte 2)
No debería estar él aquí.
Sé fue...yo lo vi...
Entonces ¿qué hace aquí?
Verlo me sorprende tanto que la manzana se me resbala pero él evita que caiga al suelo. Me la devuelve y la tomo frunciendo el ceño.
-Si arrugas así la cara te harás más vieja.
-Existen las cirugías plásticas.
Ríe y se adentra a la casa. Cierro la puerta y doy un mordisco a mi manzana arrimándome a la puerta.
-Creí que te fuiste.
-Lo hice.
-¿Y tu presencia es el reflejo de mi conciencia pero con tu forma?-pregunto.
-Regresé.
-¿Por qué?
-Alguien debe sacarte de prisión ¿no?-ríe y se encoge de hombros-Además...eres mi amiga, Bowen.
Friendzone....
Siento que me dará algo. No pude después de tremendos besos terminar en la jodida zona de la amiga.
-Sí, claro...amigos-río.
Joder conmigo.
Me dejo caer en la silla y miro la manzana. Hasta ya no quiero comerte manzana. Suspiro y me arrimo cuando suena mi teléfono. Una notificación.
Lo abro y veo que es un video que Hailey ha publicado.
“Fotos antes de la desgracia”-la imagen de los tres hermanos con una pijama de dinosaurios.
“Fotos después de la desgracia”-las dos chicas con el pijama pero Ben lo tiene manchado de crema mientras su cabello también lo está.
Se le ha regado la mezcla encima.
Río. Eso se ve adorable.
-¿Qué es gracioso?
-Mira esto-extiendo mi teléfono.
Veo como su rostro cambia, de estar curioso...a un rostro sonriente lleno de dulzura. Sí, esa es la diferencia entre ella y yo.
Abigail siempre causa una sonrisa en los demás. Y yo solo causo problemas.
-Me iré a cambiar-le digo y retiro mi teléfono.
Sin respuesta entro a una de las habitaciones y me arrimo a la puerta suspirando. Recordar sus ojos brillosos y sonrisa, una sonrisa pura.
Siento que mis ojos se aguan un poco pero luego parpadeo negándome a llorar y tomo un vestido para hacer lo que dije.
Aun te gusta...
Aún te gusta Abigail.
***
Estoy nerviosa.
Lo sé porque sentir que el corazón martillea contra tus costillas es normal en educación física. Es normal cuando por poco te cachan la trampa en el examen.
Es normal cuando vas a improvisar.
Cálmate bello corazón.
Me doy una última vista en el espejo y me sorprendo de lo normal que mis facciones se expresan. Parezco alguien tranquila, lo cual es loco cuando siento que el órgano vital me está por estallar.
Mierda, no puedo arruinarlo.
Hay muchos riesgos en esta ocasión, desde ser descubierta por las personas y los fotógrafos, hasta hacer enfadar a mamá.
Cierro los ojos y me veo de nuevo en el espejo. Lo único malo, o al menos lo que podría demostrar que algo no está bien es mi piel. Estoy pálida...es decir soy blanca pero creo que jamás he estado de este color. Palmeo mis mejillas suavemente tratando de darles color pero no funciona.
Frunzo el ceño y la puerta es abierta. Me volteo y veo a Gregory, está leyendo algo y cuando sube la mirada, abre levemente los ojos. Esa leve chisma me emociona como duele.
Para evitar verlo tomo una brocha y mi excusa es pintar mis mejillas.
-Me han dado esto-dice extendiendo una hoja.
Media hora antes para la prueba de sonido...
Bueno, supongo que es hora.
Dejo la hoja en la mesa y empiezo a maquillarme. Evito resaltar mis ojos y recojo mi cabello en un moño para luego voltear a Gregory.
-¿Tienes los lentes de descanso?
-No, nunca los traigo al salir, solo cuando leo.
Asiento y busco por la habitación.
>>¿Para que los quieres?-no respondo y toma mi brazo volteándome-¿Quieres disfrazarte acaso?
-Eres listo-murmuro sonriendo.
Pero al contrario de sonreír, sus ojos son fríos.
-¿Así que este era tu plan? Entrar y fingir ser alguien más. ¿Sabes? Si tuviste las agallas o estupidez de entrar aquí, también deberías tener el valor para ser tú misma y no esconderte.
No lo entiende.
Pero...aun así su respuesta es lógica, quiero que me vea, sin embargo no quiero que el resto lo haga.
-Gregory...
Su mano no me suelta, y al contrario de alejarse, su otra mano acaricia mi mejilla.
-Estoy cansado de siempre verte de ese modo-susurra y sus ojos ven mis labios para luego verme a mí.
Abro la boca pero no esperaba que su boca callara la mía. Sentir sus labios me sorprende, jadeo y él aprovecha eso para profundizar el beso. Mi cuerpo da contra la peinadora y siento sus manos en mi cintura apretándome más hacia él.
¿Así que amiga?
Muerdo su labio con fuerza haciendo que se queje. No creo que esto sea amistad.
Por un momento me da la sensación de celos y de querer se posesiva con él. Recordar la mirada hacia Abigail me duele. Crea una espina y cierro los ojos con fuerza tratando de concentrarme en el beso.
Siempre he sido consciente de su gusto hacia ella porque mientras él babeaba por ella, yo lo hacía por él.
Y cuando aposte conmigo misma sabía a lo que me enfrentaba. Lo sé y sí, quiero darlo todo.
Incluso aunque me duela, quiero amarte Gregory. Y si tú no me amas cuando llegue ese momento...te soltaré. Al contrario de lo que parezco, sí, puedo quedarme en un lugar donde me hacen daño, soy masoquista pero...
Yo me entrego, no temo e incluso si lastima sigo ahí.
Al menos...hasta que sienta algo por ti. Cuando deje de hacerlo, no hay una vuelta atrás. Jamás las segundas oportunidades.
Entrego todo y cuando me quedo sin nada, jamás vuelve a crearse algo.
Rodeo su cuello y viro un poco la cabeza. Mi lengua roza su labio inferior y mientras mis dientes atrapan su labio para tirar suavemente, sus manos suben y zafan mi cabello. Cierro los ojos sintiendo sus manos y me estremezco cuando roza con sus yemas mi cuello. Siento sus manos tomar mi cara y un beso es dejado en mi mejilla.
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Editado: 30.03.2021